2 de marzo de 2014

Juião Bolseiro


Quince Cantigas de Amigo


I

Sin mi amigo paso la noche entera
sola y nunca duermen estos mis dos
ojos y mucho la luz ruego a Dios
que no me la da en ninguna manera,
mas, si pudiera yo estar con mi amigo,
la luz ahora tendría conmigo.


Pues cuando yo con mi amigo dormía
la noche no duraba nada ya
y ahora dura y se viene y se va,
no llega la luz ni aparece el día,
mas, si pudiera yo estar con mi amigo,
la luz ahora tendría conmigo
.

Pero, según lo que a mí me parece,
si conmigo está mi amigo y señor,
viene la luz, que no tiene valor
para mí, y la noche va y viene y crece,
mas, si pudiera yo estar con mi amigo,
la luz ahora tendría conmigo
.

Padrenuestros rezo yo, más de ciento,
a Aquel que murió en la Vera Cruz
para que Él me muestre pronto la luz,
pero me muestra las noches de adviento,
mas, si pudiera yo estar con mi amigo,
la luz ahora tendría conmigo
.



II

De la noche de ayer podrán hacer
tres largas noches, según yo creí,
mas en la de hoy un gran bien recibí,
pues vino mi amigo,
y, antes de hablarle, en cuanto lo vi,
vino la luz y allí estuvo conmigo
.

Y pues ayer sola yo me acosté,
la noche fue larga y mucho duró,
mas la de hoy poco se asemejó,
pues vino mi amigo,
y, en cuanto a hablarme él comenzó,
vino la luz y allí estuvo conmigo
.

Y comencé yo ayer a sufrir
y comenzó la noche a crecer,
mas la de hoy igual no pudo hacer,
pues vino mi amigo,
y, hablando yo con él con gran placer,
vino la luz y allí estuvo conmigo
.



III

Fui hoy yo, madre, a ver a mi amigo
pues ya mucho me lo rogó y también
porque yo sé que me quiere con bien,
mas oíd, madre, cuando él me vio consigo,
nunca, os digo, desde que yo nací,
nadie tan alegre con mujer vi
.

Cuando yo llegué, estaba él llorando
porque su corazón no descansaba
pues solo en si yo iría o no pensaba,
mas, al verme donde estaba esperando,
nunca, os digo, desde que yo nací,
nadie tan alegre con mujer vi
.

Y pues que allí él me viera Dios quería,
dijo entonces, madre, como os diré:
«Veo aquí todo cuanto bien tendré».
y, oíd madre, cuando él esto decía
nunca, os digo, desde que yo nací,
nadie tan alegre con mujer vi
.



IV

Se fue en los barcos nuevos mi amigo de aquí
y veo venir barcos y sé que viene allí,
madre mía, mi amigo.

Aguardemos, ay madre, y yo bien os querré,
pues veo venir barcos y que allí viene sé,
madre mía, mi amigo.

No es tan desacertado, madre, esto así pensar
pues mucho no podía sin mí lejos morar,
madre mía, mi amigo.



V

—Veo yo, hija mía, quiero pensar,
los barcos nuevos venir por el mar
en que se fue vuestro amigo de aquí.
—No os pese, madre, y Dios ha de amparar,
iré a ver si viene mi amigo ahí
.

—Pienso yo, hija mía, en mi corazón,
que los barcos nuevos aquellos son
en que se fue vuestro amigo de aquí.
—No os pese, madre, y Dios os dé perdón,
iré a ver si viene mi amigo ahí
.

—Hija hermosa, y no os he de mentir,
veo los barcos por el mar venir
en que se fue vuestro amigo de aquí.
—No os pese, madre, cuando pueda ir,
iré a ver si viene mi amigo ahí
.



VI

¿Qué ojos son que vergüenza no tendrán,
decid, amigo de otra, que mío no?
Y decidme, si Dios os perdonó:
pues ya de vos con otras nuevas dan,
¿cómo osasteis venir, amigo, vos
ante mis ojos, por amor de Dios?


Pues vos, falso, debíais recordar
la gran pena que tuvisteis por mí
y qué hice yo cuando así os vi;
mas, pues con otra vais a comenzar,
¿cómo osasteis venir, amigo, vos
ante mis ojos, por amor de Dios?


Por Dios, y qué mal se me agradeció
cuando, falso, pudisteis perecer
si junto a vos no fuera, que os fui a ver;
mas, pues otra ya de mí os ganó,
¿cómo osasteis venir, amigo, vos
ante mis ojos, por amor de Dios?


Vuestro asunto ya no me es menester,
y marchaos de aquí, por Nuestro Señor,
y no vengáis junto a mí, por favor;
pues comenzasteis con otra mujer,
¿cómo osasteis venir, amigo, vos,
ante mis ojos, por amor de Dios?




VII

Mal me causáis, hija mía, pues quiero tener amigo,
y, como, por miedo a vos, no viene ni está conmigo,
no tendréis mi gracia en paga,
y os dé Dios, ay hija mía, hija que lo mismo os haga,
hija, que lo mismo os haga
.

Sabéis bien que, sin amigo, nunca fue mujer gozosa
y, pues no me lo dejasteis tener, hija mía hermosa,
no tendréis mi gracia en paga,
y os dé Dios, ay hija mía, hija que lo mismo os haga,
hija, que lo mismo os haga
.

Si no tengo yo a mi amigo, no tengo lo que deseo,
mas, ya que es por vuestra culpa, ay hija, que no lo veo,
no tendréis mi gracia en paga,
y os dé Dios, ay hija mía, hija que lo mismo os haga,
hija, que lo mismo os haga
.

Pues por vos perdí a mi amigo, por quien gran pena padezco
y, aunque a mí me lo vedasteis, más bella que vos parezco,
no tendréis mi gracia en paga,
y os dé Dios, ay hija mía, hija que lo mismo os haga,
hija, que lo mismo os haga
.



VIII

Me buscasteis, amigo, un gran mal
cuando vos alardeasteis de mí,
y ruego a Dios que me perdáis ya así;
y ahora decid, falso, desleal,
si algún día placer os pude dar,
¿por qué lo teníais vos que contar?


Y en negar nada ganáis, falso, oíd,
ni lo neguéis, pues no os traerá pro,
ni juréis, pues siempre el falso juró
a menudo y, sin jurar más, decid,
si algún día placer os pude dar,
¿por qué lo teníais vos que contar?


Si yo vuelvo a veros otra vez ir
afligido por mí, como os vi ya,
sabed, falso, que se os castigará;
pero decidme ahora, sin mentir,
si algún día placer os pude dar,
¿por qué lo teníais vos que contar?




IX

Hizo una cantiga de amor
mi amigo ahora para mí
que mejor hecha nunca oí,
mas, como es muy buen trovador,
le hizo unos adornos al son
que me roban el corazón
.

Muy bien él me supo ganar
en loarme así de esta vez
mucho a mí y también a mi prez,
mas, en verdad por me matar,
le hizo unos adornos al son
que me roban el corazón
.

Realmente mucho acertó
en tan bien por mí componer,
y se lo sabré agradecer,
mas sabed cómo el me mató:
le hizo unos adornos al son
que me roban el corazón
.



X

Ay, madre: nunca mal sintió
ni supo bien qué era el pesar
la que a su amigo nunca vio,
como hoy yo vi al mío, hablar
con otra; mas cuando lo vi,
del pesar casi muero allí
.

Y, si alguna pudo tener
amigo cual Dios se lo dio,
sé yo que no se lo hizo ver,
como al mío a mí ver dejó,
con otra; mas cuando lo vi,
del pesar casi muero allí
.



XI

Ay, mi amigo, pues mío, en verdad,
y mío, ciertamente, y de otra no:
le ruego a Dios, que hoy a mí me os dio,
que tan alegre os haga estar conmigo
como alegre estuve yo hoy cuando os vi,
pues tan alegre en mi vida no fui
.

Buen día veo, pues yo os veo aquí,
amigo, mío, os lo puedo jurar;
Dios os haga alegre conmigo estar,
sin nadie más, mi bien y mi deseo,
como alegre estuve yo hoy cuando os vi,
pues tan alegre en mi vida no fui
.

Vos, mi agrado, si me valga Dios,
toda mi alegría y mi corazón,
os haga Dios en alguna ocasión
conmigo estar tan alegre y pagado
como alegre estuve yo hoy cuando os vi,
pues tan alegre en mi vida no fui
.



XII

Estas noches, que tan largas hizo Dios en un mal día
para mí, pues nada duermo, y, ¿por qué no las haría
en el tiempo en que mi amigo
bien solía hablar conmigo?


Pues las hizo Dios tan grandes que no puedo dormir nada,
yo, cuanto son desmedidas, las quisiera, desdichada,
en el tiempo en que mi amigo
bien solía hablar conmigo
.

Pues Dios las hizo tan grandes, sin mesura y desiguales,
que dormir yo nada puedo, ¿por qué no las hizo tales
en el tiempo en que mi amigo
bien solía hablar conmigo?




XIII

Ay, mi amigo: por mí debéis tener
afán, pena y deseo, y nada más,
y mi bien es vuestro mal además,
y, pues en eso no os puedo valer,
me pesa porque hermosa yo lo soy,
y de esto, amigo, os viene el mal hoy
.

Y sé bien, amigo, de estos mis dos
ojos y de mi hermoso figurar
que os hacen con gran pena siempre andar,
mas, mi amigo, y así me valga Dios,
me pesa porque hermosa yo lo soy,
y de esto, amigo, os viene el mal hoy
.



XIV

Va a partir mi madre conmigo aquí
cuanto tiene en el mundo, sin dudar:
con vos una parte me quiere dar
y otra hacer de cuanto tiene y de sí;
y, pues hace esto, me manda escoger,
¿qué me mandáis vos, amigo, hacer?


Partir quiere conmigo cual diré:
con vos me hace aquí una parte ya
y otra de sí y cuanto tiene me da
y de todos cuantos parientes sé;
y, pues hace esto, me manda escoger,
¿qué me mandáis vos, amigo, hacer?


Así ella conmigo quiere partir
y la partija, ay mi amigo, es tal:
me hace de vos una parte en total
y otra de sí y de cuanto puede incluir;
y, pues hace esto, me manda escoger,
¿qué me mandáis vos, amigo, hacer?


De vos me hace una parte, ay señor
y mi amigo y mi luz y mi bien,
y otra hace de sus bienes y también
me pone junto a ello su amor;
y, pues hace esto, me manda escoger,
¿qué me mandáis vos, amigo, hacer?


Mas, si ella me parte mi placer,
a vos quiero yo, mi amigo, escoger.



XV

No perdí yo, ay mi amigo, cuando de vos me partí,
de mi corazón gran pena ni gran pesar, mas perdí
todo este tiempo, mi amigo,
que no vivisteis conmigo
.

Ni perdieron estos ojos llorar nunca, ni yo mal,
cuando vos de aquí os fuisteis, mas ved que perdí igual:
todo este tiempo, mi amigo,
que no vivisteis conmigo
.



Nota
· Cantiga I, adviento: Las noches de adviento, las cuatro semanas que preceden a la Navidad, son las noches más largas del año.
· Cantiga XI: Obsérvese la inusual rima entre las sílabas cuartaª y quinta del primer verso con el cuarto de cada estrofa: amigo/migo, vejo/desejo, gasalhado/pagado, lo que permite una diferente disposición de los versos. V. → Universo Cantigas.
contento: En los manuscritos cuiergo, que podría ser una corrupción de entergo, con el significado de ‘íntegro’, ‘entero’, o bien ‘satisfecho’, ‘contento’. V. → D.D.G.M.
· Cantiga XII, quisera eu: Los especialistas leen quiséram(e) eu outra vegada aunque los manuscritos dicen quisera eu outra vegada, con el probable sentido de ‘y tal cómo son excesivas (las noches) quisiera yo (que lo fueran) otra vez’.


Universo Cantigas. Juião Bolseiro
B. D. Lírica Profana Galego-Portuguesa. Juião Bolseiro
Cantigas Medievais Galego Portuguesas. Juião Bolseiro
Rip Cohen, 500 Cantigas d’ Amigo: Edição Crítica / Critical Edition
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2014




I

Sen meu amigo manh’ eu senlheira
e sol non dormen estes olhos meus
e, quant’ eu posso, peç’ a luz a Deus
e non mha dá per nulha maneira,
mais, se masesse con meu amigo,
a luz agora sería migo.

Quand’ eu con meu amigo dormía
a noite non durava nulha ren
e ora dur’ a noit’ e vai e vén,
non vén a luz nen pareç’ o día,
mais, se masesse con meu amigo,
a luz agora sería migo.

E, segundo com’ a mí parece,
u migo man meu lum’ e meu senhor,
vén log’ a luz, de que non ei sabor,
e ora vai noit’ e vén e crece,
mais, se masesse con meu amigo,
a luz agora sería migo.

Pater nostros rez’ eu, máis de cento,
por Aquel que morreu na Vera Cruz,
que El mi mostre mui ced’ a luz,
mais móstrami as noites d’ avento,
mais, se masesse con meu amigo,
a luz agora sería migo.


II

Da noite d’ eire poderan fazer
grandes tres noites, segundo meu sén,
mais na d’ oje mi veo muito ben,
ca veo meu amigo,
e, ante que lhe uviasse dizer ren,
veo a luz e foi logo comigo.

E pois m’ eu eire senlheira deitei,
a noite foi e veo e durou,
maila d’ oje pouco a semelhou,
ca veo meu amigo,
e, tanto que mi a falar começou,
veo a luz e foi logo comigo.

E comecei eu eire de cuidar
e começou a noite de crecer,
maila d’ oje non quis assí fazer,
ca veo meu amigo,
e, faland’ eu con el a gran prazer,
veo a luz e foi logo comigo.


III

Fui oj’ eu, madre, veer meu amigo
que enviou muito rogar por én,
porque sei eu ca mi quer mui gran ben,
mais, vedes, madre, pois m’ el vio consigo,
foi el tan ledo que, des que naci,
nunca tan led’ ome con molher vi.

Quand’ eu cheguei, estava el chorando
e non folgava o seu coraçón,
cuidand’ en mí, se iría, se non,
mais, pois m’ el viu u me estava asperando,
foi el tan ledo que, des que naci,
nunca tan led’ ome con molher vi.

E, pois Deus quis que eu fosse u m’ el visse,
diss’ el, mha madre, como vos direi:
«Vej’ eu viir quanto ben no mund’ ei.»
E, vedes, madre, quand’ el esto disse
foi tan ledo que, des que eu naci,
nunca tan led’ ome con molher vi.


IV

Nas barcas novas foise meu amigo d’ aquí
e vej’ eu viir barcas e tenho que vén i,
mha madre, o meu amigo.

Atendamos, ai madre, sempre vos querrei ben,
ca vejo viir barcas e tenho que i vén,
mha madre, o meu amigo.

Non faç’ eu desguisado, mha madr’, en o cuidar
ca non podía muito sen mí alhur morar,
mha madre, o meu amigo.


V

—Vej’ eu, mha filha, quant’ é meu cuidar,
as barcas novas viir pelo mar
en que se foi voss’ amigo d’ aquí.
—Non vos pes, madre, se Deus vos empar:
irei veer se vén meu amig’ i.

—Cuid’ eu, mha filha, no meu coraçón,
das barcas novas, que aquelas son
en que se foi voss’ amigo d’ aquí.
—Non vos pes, madre, se Deus vos perdón:
irei veer se vén meu amig’ i.

—Filha fremosa, por vos non mentir:
vej’ eu as barcas pelo mar viir
en que se foi voss’ amigo d’ aquí.
—Non vos pes, madre: quant’ eu poder ir,
irei veer se vén meu amigo i.


VI

Que olhos son que vergonha non an,
dized’, amigo d’ outra, ca meu non?
E dized’ ora, se Deus vos perdón:
pois que vós ja con outra preço dan,
como ousastes viir ant’ os meus
olhos, amigo, por amor de Deus?

Ca vós ben vos deviades nembrar
en qual coita vos eu ja por mí vi,
fals’, e nembrarvos qual vos fui eu i;
mais, pois con outra fostes começar,
como ousastes viir ant’ os meus
olhos, amigo, por amor de Deus?

Par Deus, falso, mal se mi gradeceu
quando vós ouverades de morrer
se eu non fosse, que vos fui veer;
mais, pois vos outra ja de min venceu,
como ousastes viir ant’ os meus
olhos, amigo, por amor de Deus?

Non mi á máis vosso preito mester,
e ídevos ja, por Nostro Senhor,
e non venhades nunca u eu for;
pois começastes con outra molher,
como ousastes viir ant’ os meus
olhos, amigo, por amor de Deus?


VII

Mal me tragedes, ai filha, porque quer’ aver amigo,
e, pois eu, con vosso medo, non o ei nen é comigo,
non ajade-la mha graça,
e dévos Deus, ai mha filha, filha que vos assí faça,
filha, que vos assí faça.

Sabedes ca sen amigo nunca foi molher viçosa
e, porque mho non leixades aver, mha filha fremosa,
non ajade-la mha graça,
e dévos Deus, ai mha filha, filha que vos assí faça,
filha, que vos assí faça.

Pois eu non ei meu amigo, non ei ren do que desejo,
mais, pois que mi por vós veo, mha filha, que o non vejo,
non ajade-la mha graça,
e dévos Deus, ai mha filha, filha que vos assí faça,
filha, que vos assí faça.

Per vós perdí meu amigo, por que gran coita padesco,
e, pois que mho vós tolhestes, e melhor ca vós paresco,
non ajade-la mha graça,
e dévos Deus, ai mha filha, filha que vos assí faça,
filha, que vos assí faça.


VIII

Buscástesm’, ai amigo, muito mal
alí u vos enfengistes de mí,
e rog’ a Deus que mi perçades i;
e dized’ ora, falso desleal,
se vos eu fiz no mund’ algún prazer,
que coita ouvestes vós de o dizer?

E non vos presta, fals’, en mho negar,
nen mho neguedes, ca vos non ten prol,
nen juredes, ca sempr’ o falso sol
jurar muit’, e dizede sen jurar,
se vos eu fiz no mund’ algún prazer,
que coita ouvestes vós de o dizer?

O que dissestes, se vos eu ar vir
por mí coitado, como vos vi ja,
vedes, fals’, acoomiar xi vos á;
mais dized’ ora, sen todo mentir,
se vos eu fiz no mund’ algún prazer,
que coita ouvestes vós de o dizer?


IX

Fez unha cantiga d’ amor
ora meu amigo por mí
que nunca melhor feita vi,
mais, como x’ é mui trobador,
fez unhas lirías no son
que mi sacan o coraçón.

Muito ben xe soube buscar
por mí alí, quando a fez,
en loarmi muit’ e meu prez,
mais, de pran por xe mi matar,
fez unhas lirías no son
que mi sacan o coraçón.

Per boa fe, ben baratou
de a por mí boa fazer,
e muito lho sei gradecer,
mais vedes de que me matou:
fez unhas lirías no son
que mi sacan o coraçón.


X

Ai, madre: nunca mal sentiu
nen soub’ i que x’ era pesar
a que seu amigo non viu,
com’ oj’ eu vi o meu, falar
con outra; mais poi-lo eu vi,
con pesar ouvi a morrer i.

E se molher ouve d’ aver
sabor d’ amigo u lho Deus deu,
sei eu que lho non fez veer
com’ a mí fez vee-lo meu
con outra; mais poi-lo eu vi,
con pesar ouvi a morrer i.


XI

Ai, meu amigo, meu, per boa fe,
e non doutra, per boa fe, mais meu:
rog’ eu a Deus, que mi vos oje deu,
que vos faça tan ledo seer migo
quan leda fui oj’ eu quando vos vi,
ca nunca foi tan leda pois nací.

Bon día vejo, pois vos vej’ aquí,
meu amigo, meu, a la fe, sen al,
fáçavos Deus ledo, que pod’ e val,
seer migo, meu ben e meu desejo,
quan leda fui oj’ eu quando vos vi,
ca nunca foi tan leda pois nací.

Meu gasalhado, se mi valha Deus,
contento meu e meu coraçón,
fáçavos Deus en algunha sazón
seer migo tan led’ e tan pagado
quan leda fui oj’ eu quando vos vi,
ca nunca foi tan leda pois nací.


XII

Aquestas noites tan longas que Deus fez en grave día
por min, porque as non dormho, e, por que as non fazía
no tempo que meu amigo
soía falar comigo?

Porque as fez Deus tan grandes non posso eu dormir, coitada,
e, de como son sobejas quisera eu outra vegada
no tempo que meu amigo
soía falar comigo.

Porque as Deus fez tan grandes, sen mesura desiguaes,
e as eu dormir non posso, por que as non fez ataes
no tempo que meu amigo
soía falar comigo?


XIII

Ai, meu amigo: avedes vós per mí
afán e coit’ e desej’, e non al,
e o meu ben é todo vosso mal,
mais, pois vos eu non posso valer i,
pésami a mí porque paresco ben,
pois end’ a vós, meu amigo, mal vén.

E sei, amigo, destes olhos meus
e sei do meu fremoso parecer
que vos fazen en gran coita viver,
mais, meu amigo, se mi valha Deus,
pésami a mí porque paresco ben,
pois end’ a vós, meu amigo, mal vén.


XIV

Partir quer migo mha madr’ oj’ aquí
quant’ á no mund’, u outra ren non jaz:
de vós, amig’, unha parte mi faz
e fazm’ outra de quant’ á e de si;
e, pois faz esto, mándam’ escolher,
que mi mandades, amigo, fazer?

Partir quer migo como vos direi:
de vós mi faz i unha parte ja
e fazm’ outra de si e de quant’ á
e de quantos outros parentes ei;
e, pois faz esto, mándam’ escolher,
que mi mandades, amigo, fazer?

E de qual guisa migo partir quer
a partiçón, ai meu amig’, é tal:
unha me faz, senhor, de vós sen al,
outra de si e de quant’ al ouver;
e, pois faz esto, mándam’ escolher,
que mi mandades, amigo, fazer?

De vós me faz unha parte, ai senhor
e meu amig’ e meu lum’ e meu ben,
e fazm’ outra de grand’ algo que ten
e ponme demais i o seu amor;
e, pois faz esto, mándam’ escolher,
que mi mandades, amigo, fazer?

E, poi-lo ela part’ a meu prazer,
en vós quer’ eu, meu amig’, escolher.


XV

Non perdí eu, meu amigo, des que me de vós partí,
do meu coraçón gran coita nen gran pesar, mais perdí
quanto tempo, meu amigo,
vós non vivestes comigo.

Nen perderan os olhos meus chorar nunca, nen eu mal,
des que vos vós d’ aquí fostes, mais vedes que perdí al:
quanto tempo, meu amigo,
vós non vivestes comigo.




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