13 de septiembre de 2018

Francis Picabia

Manifiesto DADA

Los cubistas quieren cubrir de nieve a Dadá: es sorprendente, pero es así; quieren vaciar la nieve de sus pipas para tapar a Dadá.
¿Estás seguro?
Absolutamente; los hechos son revelados por bocas grotescas.
Creen que Dada puede impedirles practicar este odioso comercio: Vender arte muy caro.
El arte es más caro que el salchichón, más caro que las mujeres, más caro que todo.
¡El arte es visible como Dios! (véase Saint-Sulpice).
El arte es un producto farmacéutico para imbéciles.
Los cuadros giran gracias al espíritu; las pinturas y otras obras de arte son como los cuadros caja fuerte, el espíritu está dentro y se vuelve cada vez más genial según los precios de las salas de subastas.
Comedia, comedia, comedia, comedia, comedia, amigos míos.
A los comerciantes no les gusta la pintura, conocen el misterio del espíritu...........
Compren reproducciones de autógrafos.
Así que no sean esnobs; no serán menos inteligentes porque el vecino posea una cosa similar a la suya.
No más cagadas de mosca en las paredes.
Todavía habrá, es obvio, pero un poco menos.
Dadá seguramente será cada vez más aborrecido; su pase prioritario le permite saltarse las procesiones cantando «Viens Poupoule», ¡¡¡qué sacrilegio!!!
El cubismo representa la escasez de ideas.
Han cubicado los cuadros de los primitivos, y las esculturas africanas, han cubicado los violines, cubicado las guitarras, cubicado los periódicos ilustrados, cubicado la mierda y los perfiles de las chicas, ¡¡¡ahora hay que cubicar el dinero!!!
Dadá, por su parte, no quiere nada, nada, nada; hace cualquier cosa para que el público diga: «no entendemos nada, nada, nada».
«Los Dadaístas no son nada, nada, nada; indudablemente no llegarán a nada, nada, nada».

Francis PICABIA                                         
que no sabe nada, nada, nada.




Leído en el Salon des Independants, Grand-Palais des Champs Elysées, el 5 de febrero de 1920. Publicado en 391, nº 12, París, marzo de 1920.

Francis Picabia. Manifeste DADA (dadasurr.blogspot.com)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2018


                    ∼

Manifeste DADA

Les cubistes veulent couvrir Dada de neige : ça vous étonne mais c'est ainsi, ils veulent vider la neige de leur pipe pour recouvrir Dada.
Tu en es sûr ?
Parfaitement, les faits sont révélés par des bouches grotesques.
Ils pensent que Dada peut les empêcher de pratiquer ce commerce odieux : Vendre de l'art très cher.
L'art vaut plus cher que le saucisson, plus cher que les femmes, plus cher que tout.
L'art est visible comme Dieu ! (voir Saint-Sulpice).
L'art est un produit parmaceutique pour imbéciles.
Les tables tournent grâce à l'esprit ; les tableaux et autres œuvres d'art sont comme les tables coffres-forts, l'esprit est dedans et devient de plus en plus génial suivant les prix de salles de ventes.
Comédie, comédie, comédie, comédie, comédie, mes chers amis.
Les marchands n'aiment pas la peinture, ils connaissent le mystère de l'esprit...........
Achetez les reproductions des autographes.
Ne soyez donc pas snobs, vous ne serez pas moins intelligents parce que le voisin possèdera une chose semblable à la vôtre.
Plus de chiures de mouches sur les murs.
Il y en aura tout de même, c'est évident, mais un peu moins.
DADA bien certainement va être de plus en plus détesté, son coupe-file lui permettant de couper les processions en chantant “ Viens Poupoule ” , quel sacrilège !!!
Le cubisme représente la disette des idées.
Ils ont cubé les tableaux des primitifs, et les sculptures nègres, cubé les violons, cubé les guitares, cubé les journaux illustrés, cubé la merde et les profils de jeunes filles, maintenant il faut cuber l'argent !!!
DADa, lui, ne veut rien, rien, rien, il fait quelque chose pour que le public dise : “ nous ne comprenons rien, rien, rien ”.
“ Les Dadaïstes ne sont rien, rien, rien, bien certainement ils n'arriveront à rien, rien, rien ”.

Francis PICABIA
qui ne sait rien, rien, rien.






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5 de septiembre de 2018

Tres (que no trece) formas del mirlo



Like a tree
In which there are three blackbirds.
W. Stevens


1. Avenida

Sobre los coches
cruza el mojado asfalto,
trinando, el mirlo.


2. Atardecer,

yo escucho y callo;
yo no sé nada que
no sepa el mirlo.


3. Temporal

Llueve ruidosa
y progresivamente;
no se oye al mirlo.

egm.2018

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4 de septiembre de 2018

Convolvulus sabatius



Con el amanecer
—y la brisa salada—

como espectro o fantasma
de sí misma se aleja

en el aire, y se incendia,
y se abre de golpe…

pero aspira a otros soles
que no extingan su halo

y a avanzar hacia astros
que alimenten sus poros,

—no esta luz de sol mórbido—
elevándose al éter

insondable, fulgente
con un ansia más nítida

que la oscura avaricia,
hasta —con el crepúsculo,

que desnuda los mundos
y a los hombres demuda—

que por fin la extenúa
otra huera jornada;

se detiene, se apaga,
merma su flama efímera,

y ella, azul campanilla,
ya se cierra —se encierra—

en un cosmos de piedra
y deseo furtivo:

tras los blancos postigos
sosegada se vence

en un sueño de duendes
y murmullos del aire…

mas no es ella juzgable;
nadie —nunca— lo es.

egm. 2018

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1 de septiembre de 2018

Paul Batchelor

Senilia en Brantwood

En el cielo quiero ir a hablar con Pitágoras, Sócrates y Valerio Publicola. No me importará tener un poco a Rosie allí, ella no necesita pensarlo. ¿Para qué serán buenos los ojos grises y las mejillas rojas?
John Ruskin, carta a Susan Beever, desde Asís, Celda del Sacristán, 25 de junio de 1874

Hoy, en mi sexagésimo primer cumpleaños, pediría permiso para decir algunas palabras a los amigos que se preocupan por mí, y a los lectores que están inquietos por mí, respecto a la enfermedad antes mencionada. Para la estimación de un médico, de hecho, solo puedo remitirles a mis médicos. Pero hubo algunas circunstancias que entendí mejor que ellos: a saber, primero, la distinción precisa y nítida entre el estado de inflamación mórbida del cerebro que dio lugar a visiones falsas (ya fuera durante el sueño, el trance o el despertar, a plena luz del día, con un conocimiento perfecto de las cosas reales en la habitación, mientras yo veía otras que no estaban allí), y los estados no mórbidos, aunque peligrosos, de temperamento más o menos excitado, y pensamiento demasiado acelerado, lo que condujo gradualmente a la enfermedad, precipitando su actividad durante los ocho o diez días precedentes a la forma real de ceder del cerebro.
John Ruskin, Fors Clavigera, Carta 88 (8 de febrero de 1880)

¡Demasiado rápido y lejos de nuevo! por mucho; el ímpetu de la frase huyendo conmigo.
John Ruskin, nota adicional nº 54 a Modern Painters vol. 2 (edición revisada de 1883)

              Mis queridos pajaritos,
     ante mí en mi escritorio esta mañana donde
me siento a preparar la lección del día siguiente hay
     una copia de La derrota de las brujas de Agostino dei Musi
        —Agostino Veneziano lo llamarán vuestros profesores—
          donde una carroza formada por huesos de dragón
y tirada por dos figuras desnudas
     aparece avanzando retorcida a través de una jungla
desbandando cabras y gansos y esqueléticos reptiles alados
     y ahí, mirad ahora, en la cima, a la bruja sentada
         como en un escabel —antebrazo varonil,
hombro musculoso, pendulis mammis
                     con las flacas ubres es
                     con lo que controla su negocio
—sucio pelo fluyendo contra natura
     en un viento inverso a los mefíticos vapores…—
                 Desde que se recuerda tales criaturas han
       impresionado los sueños de aquellos que viven,
       por así decirlo, de fuegos artificiales,
       temerosos de los vecinos, temerosos de que la ley
       los martillee en cualquier forma que les complazca
          puede aún resultar versátil
          —sus sensuales ritos y ceremonias,
          novedades y vanaglorias;
          su farisaica santidad…—
y esto no es más que la imitación de un erudito, diréis,
trabajo grosero aunque de una buena escuela,
—una buena escuela que se lo permita, y lo bastante buena
como para perderse junto al profesor—
                 y aún
                 y aún

estabilizar la mano que se cierne sobre
                    el cliché mordido por el ácido
                 estabilizar el codo
                    tras este
                 grabado en papel

Fro spot my spyryt þer sprang in space

                       y ahora


Piazza Santa Maria del Pianto, Roma (1840). Un pensativo estudio de ropa vieja tendida al sol en el barrio judío, colgando de un arquitrabe de mármol agrietado, construido en una pieza de friso romano que se desmorona en ladrillos rotos sobresaliendo sobre ventanas de madera apoyadas en un entablamento gris. Un vestigio de inscripción aún-legible: NOMINE FORTUNA. Sin líneas importantes, sin belleza de objeto. Un colgante batiburrillo de contrastada emoción empastelada de pintoresca febrilidad. Un episodio. Una aflicción entre, por así decirlo, paréntesis. Un enlace sin matrimonio, como después de la noticia de un compromiso. Una iglesia incrustada sans façade entre el tipo común de casas. Un socorro de la mera perplejidad e inquietud de san Pedro. Grafito realzado con toques de gouache blanco sobre papel verde-gris.



Capilla de Beresford, Walworth: un desnudo granero
oblongo de techo bajo, ventanas de arcos de ladrillo llenas
de pequeños vidrios que requieren varillas de hierro
enhebradas como medias telarañas para mantenerse rectos.
Sin tracerías, ni tallos arracimados, ni bóvedas.
Sin fantasías. Ni vuelos perpendiculares
de pretensiones. Líneas limpias, y severas.
Bancadas cerradas con particiones de plano simple
y puertas pulcramente remachadas. Sin púlpito, apenas
una robusta caja con cuatro patas y friso bien veteado,
pero decorada con un acolchado de terciopelo
—carmesí, con borlas doradas en las esquinas—
que se convirtió en mi único recurso, porque cuando
me cansaba del sermón del doctor Andrews podía ver
los colores que matizaban los dobleces y pliegues
cada vez que los golpeaba. Beresford. Ahí es donde
rezábamos nosotros: papá, mamá y yo.
¡Mala preparación, esta, para Ruan! Ruan,
custodiada por grupos de estatuas solemnes
enlazadas por tallos de esculpido follaje coronado
por desgastada hornacina y mágico frontón
como gasa intrincadamente enmarañada;
Ruan con su oleaje y espuma de piadosa caballería
rompiendo en acantilados de cristal para seguir revelando
cómo será todo lo oculto, insaciable en la oración
o el pillaje, otorgando gracia a la rudeza inglesa,
veneno a la astucia de Italia… Ruan con toda
su avaricia y complejidades, gárgolas
fauciabiertas, líquido y empapado ornamento
bajando las vertiginosamente empinadas agujas
—insanae substructiones! Inutiles domos!—
aunque trinando pastorales canciones de inocencia.


El Palacio Contarini-Fasan, Venecia (1841). Las estructuras desordenadamente escalonadas tienen colores de helado y sorbete con tintura no suave. Sin decoración caligráfica. Acuarela, grafito y gouache. Un hechizo completo en la lengua vernácula. Rítmicos mosaicos de filigrana en piedra con algunos arañazos. Detalles que se convierten en un refugio. Detalle que se convierte en un refugio. Una antigua réplica dibujada en la que la nueva vida puede aun ahora estar a la vista. Una hosca grandeza, por cierto. Un carcelero pícaro. Un postulante determinado. Un poste de amarre de barbería. Un problemático remo hundido inclinándose. El tambaleante estado del Dux descendiendo al papel gris



Un tanto gastada, y un no poco fatigada,
la inusual Fortaleza de Sandro, en esta
su primera obra documentada. Considérala
un momento, por favor, antes de pasar
apresuradamente a ver el Nacimiento de Venus,
al lado, y observa que Sandro comenzó
como quizá termines tú: con cansancio.
¿Habría adivinado que la Fortaleza permite
(¿permite? ¡aprueba!) la ensoñación? Mira cómo
sus dedos juegan con inquieta inactividad
o nerviosismo sobre la empuñadura de su espada
(¿espada o maza? he perdido mis notas sobre eso…)
Ella no es rival, tal vez, para las pruebas que están
por venir, sin embargo mira cómo su armadura brilla
preparada, sus suaves dedos listos para
empuñar la espada (o maza) si fuera requerida.
Con labios fruncidos y ojos desviados, ella sonreía,
y no poco tristemente, a su hado
de vez en cuando. Pero hoy ya no sonríe.
Su cualidad debe durar todo el día, toda la vida.
Hacer alarde de ella nunca es poseerla
del todo. Mira la teatralidad y la pose
de las Virtudes de Pollaiuolo: así representan
sus diversos significados. La Fortaleza debe
contener —debe ser— todo lo que simboliza. Ve,
mira lo que sea que los Uffizi tengan
para tentarte; pero recuerda que la batalla
de la Fortaleza no ha comenzado hoy,
ni tampoco ayer, ni el domingo pasado.
Se han sucedido muchos días desde que comenzó.
Están tan aferradas a su honradez, esas
Virtudes menores, que son absolutamente incapaces
de ser tentadas. No se atreverían a arriesgarse
a la complacencia. Ella estaría perdida sin eso.
Pero, ¿espada o maza? Ve ahora. No importa.
No te necesitaré hasta mañana por la mañana.


Barranco en Maglans (¿1849?). Un más profundo marrón sobre el marrón. Un precipicio de piedra que avanza en hendeduras horizontales para dominar el vacío. No hay agua sino un sueño de agua de hace años, muy abajo, corriendo cual liebre asustada, tan fuerte como para convertirse en molino. Un arroyo que se convierte en hilo. Una visita fuera de temporada. El lecho de un torrente de lo que pudo ser nieve fundida, ahora completamente seco. No se derrumban las piedras sino que fluyen, se hunden, rítmicas como nubes, como alta estructura, como algo insustancial a largo plazo. Bandas de cuarzo que ciñen una escondida grieta bordeada por rizadas y extendidas frondas. Las hojas temblando al viento del mediodía. Una roca fisurada. Una gran falla. Una roca de grafito fisurada en tinta marrón y tinta diluida realzada con gouache de color carne sobre papel blanco.



Anoche santa Úrsula me envió sus claveles
desde la ventana de su habitación, con su amor
—claveles vivos, y una sola ramita
seca de su otra flor de ventana, la verbena...—
¿Cuántas flores se nombran en el Génesis?
¡Buena respuesta! Ninguna. Pero sí muchos árboles.
Había un poeta que plantaba cuadros de flores
para que el Edén pudiera estar lleno de trémulos
y livianos pétalos; me atrevo a decir que tenía razón,
¡fueron hechos para ser notados! Y ver como
un pétalo de amapola cae de la flor que rompe
es saber algo de la vida venidera, una vez
que el cuerpo se convierta en polvo y ceniza,
incluso cuando nuestro aliento moribundo ascienda
hacia la casa del Padre… En cuanto a los árboles,
¿qué podremos aprender de la noble constancia
más de lo que hallamos en la pura hoja de laurel,
tan numerable, tan secuencial y serena?


abro el envoltorio
pétalos y flor de espino
caen sobre la mesa
donde continúo
preparando la lección

pétalos de rosa con bordes rotos
se adhieren a mis dedos
motas de polvo bailando
mosquitos en un rayo de sol
mirra, ¿o una pitillera?

escríbeme, dime
¿con quién bailas
más a menudo, a menudo?
ojos grises y mejillas rojas
inútiles en el cielo

indonada, enguirnaldada
no con nomeolvides:
rodeada por
todo el olvido
de todo el mundo

invencido honor
palabras amables no-dichas
buenas acciones no-hechas:
ninguna de ellas, ninguna
me toca más de cerca



Ahora si digo «¡santa Úrsula me ha enviado
una maceta de rosas!», algunos dirán que me he vuelto
radicalmente, realmente loco, pero solo significa
que las flores que recibí esta tarde
(de la mano de cualquier amigo o extraño)
ayudaron mucho en mi trabajo, y después
me reprocharon a su manera por el fracaso.
¡Pero cuánto de mi amor han perdido otros
porque un pobre niño enfermo no recibe
la parte del amor que aún le pertenece!
Pensad ahora, dulces lecheras de Albión
cuya cara es vuestra fortuna, pensad en uno
acostado allí, casi un esqueleto,
y preguntaos: Tenemos una hermanita que
no tiene pechos: ¿qué haremos por nuestra hermana
en el día de sus esponsales?


Lado sur de la Basílica de San Marcos, Venecia, desde la Logia del Palacio Ducal (c.1851). Un extraño observatorio. Una caprichosa y confusa variedad de aplicación, apresurados detalles de acuarela pasando a mármol veteado por el tiempo ampliado desde un daguerrotipo. Un volumen de eco. Las sombras flotan y florecen sobre el piso embaldosado en damero. Una especie de color frenético. Rechazo de la perspectiva. Relieve esculpido sin retroceso. Caprichos y misterios; conceptos y divertimentos. El pilar descabezado de San Juan de Acre que da al pórtico sur. Una capital bizantina. Una sonata en un virginal. Grafito y acuarela realzados con blanco en tres trozos de papel unidos.


¡Mi espíritu brincó, tan feliz
por mudar esta burda carne y haber acabado!
Mi espectro, dejado de la gracia de Dios,
fue conducido a donde las maravillas son usuales.
Ascendí a donde el acantilado se encuentra con la nube,
—vertiginosas alturas que ningún hombre ha conocido—
mi alma atraída hacia un bosque
engalanado con incontables gemas y joyas.
Es difícil dar crédito a una visión tan sutil
como la estela de luz en la que brillaban:
nunca mujer alguna tejió un vestido
tan amorosamente adornado, tan iluminado de esplendor.

En esplendor acantilados de cristal se alzaban
encrespados como el hielo, claros y límpidos.
A sus pies, una extensa selva:
árboles tocados por un brillo rojo-azulado
y hojas de plata pulida deslizándose
temblorosas de aquí para allá entre
ramas que brillaban como jade azul
cada vez que un destello de luz rozaba la escena.
La grava bajo los pies estaba esparcida
de gemas, y el sol parecía absolutamente eclipsado
por ese magnífico empedrado oriental
tan amorosamente adornado, tan iluminado de esplendor.

El esplendor de la arboleda era tal
que mi pesar me abandonó, se despejó
y con la fragancia de la fruta tan fresca
hallé que no necesitaba otro alimento.
Los pájaros volaban juntos, de rama en rama,
cual motas de fuego, ahora aquí ahora allá;
ninguna sinfonía humana puede igualarlo,
ni voz ni cuerda deleitan el oído
con una canción así: bendecían el aire
con un dulce acorde que se desvanecía y brillaba
en armonías que nunca escucharás
sino allí donde todo está iluminado de esplendor.

Tan adornada en esplendor estaba
aquella floresta en la que conocí mi hado,
que un hombre astuto no podría idear
la manera apropiada de contarlo.
Escalada de perales, manzanos;
curiosas maravillas, ¡hermoso deporte!
Y pronto los setos y campos y flores
se volvieron bellamente intrincados
con jardines de llamas y agua. Radiante
como oro bruñido fulgió la ladera
por donde seguí un arroyo que fluía con luz,
amorosamente adornado e iluminado de esplendor.

Pero más esplendor estaba aún por venir:
una ribera de ardiente berilo donde el agua
se precipitaba y arremolinaba en una espuma
de murmullos apresurados y aires confusos.
El lecho del arroyo centelleaba con fulgores
como los del sol filtrado a través de un vidrio de color
o las estrellas en invierno, cuando puede parecer
que estamos a solas mientras las nubes pasan.
Cada guijarro resplandecía como Héspero:
zafiro, esmeralda, cada uno reluciendo con
una luz demasiado brillante como para hacer símiles,
amorosamente adornado e iluminado de esplendor.


Estudio de roca de gneis, Glenfinlas (1853-54). Un testigo viviente. Una verticalidad más suave que el agua sobre la que se levanta. Acometidas de agua canalizada en la superficie; goteante roca seca; fluida roca labial, menos inmóvil que las flores silvestres y las plumosas hierbas que se adhieren a grietas y salientes insospechados. Líquenes cartografiados. Negro de carbón, gouache. Una abultada losa. Una majestad discreta. Una coincidencia largamente buscada antes de verla, largamente amada antes de entenderla. Una lección de entrega que se encuentra siempre, que se encuentra una sola vez. Una obstinación alegrada por el flujo del río, el arrancar y fluir de la capa de hielo. Pluma y tinta sobre grafito en papel vitela con algunos arañazos.



Aquí, en Santa Croce estamos,
renunciado a la restauración, porque ¿a quién
le importa esta losa con su pobre escultura?
Un anciano con el gorro replegado
usado por los eruditos y caballeros de Florencia
c.1300-1500, muerto,
con un libro sobre el pecho y sobre él
sus manos yacen dobladas. A sus pies, la leyenda:

______________________________________

TEMPORIBVS • HIC • SVIS • PHYLOSOPYE •
ATQ • MEDICINE • CVLMEN • FVIT • ET MAGISTER
GALILEVS • DEGALILEIS • OLIM • BONAIVTIS • QVI
ETIAM • SVMMO • INMAGISTRATV • MIRO •
QVODAM • MODO • REM • PVBLICAM • DILEXIT
CVIVS • SANCTE • MEMORIE • BENE ACTE •
VITE • PIE • BENEDICTVS • FILIVS • HVNC • TVMV
LVM • PATRI • SIBI • SUISQUE • POSTERIS • EDIDIT

______________________________________


La cara gastada, todavía el retrato perfecto del anciano,
aunque golpeado por el cincel de un maestro
con cierto riesgo, solo así, con algunos toques ásperos;
el paño que cae de su gorro de ciudadano,
sutil más allá de la descripción, con la exquisita
elección de los pliegues en su diseño ornamental;
el tapiz sobre el que yace casi ileso,
elaborado con flecos y frondas,
alivia la severidad de la figura…
y mira ahora, mira cómo las borlas casi perfectas del cojín
se equilibran para ocupar los ángulos de la piedra.


Estudio de una pluma del pecho de pavo real (1873). Una sola pluma, pintada a su tamaño natural. Una palpitación iridiscente que transita de la oblicuidad de la pluma activa a la simetría dual decorativa. Una incierta correspondencia con un pétalo acorazonado. Una emoción fría: una punzada como de un agradable y profundo aguijón de avispa. Musgo verde que pasa del jade al esmeralda, del índigo al lapislázuli: todo cuanto está permitido, sin que haya ni trampantojo ni cielo en que mojar un pincel. Un emblema heráldico; vigila y protege contra la tangible materia prima inicial. Una llave perdida de una caja azul para niñas tristes de ojos grises. Acuarela y gouache sobre papel.



                cuirrrrrrr-r-r-r-r-r-r
            ¡pic! ¡pic! ¡pic! chiu-uuí-uuí
        piu-piu-piu-piu-per-piu-piu
los pinzones gorjean débilmente; esta nieve de junio
     los desconcierta
                           Coniston
        brilla como un vidrio
                   mal-fundido
        por una mano indiferente
                            líneas onduladas
        asoman como defectos en planos de fino cristal

    inquieto, inquedo
    turbado y turbador

         ¿Qué gotea cual la plácida lluvia del cielo?
    Niño, según el Spectator de esta mañana
es solo el trasvase de dinero de arriba hacia abajo
         un fenómeno observado a menudo
              concessum propter duritiem cordis
                    algo permitido
       y debidamente asentado en nuestro libro sagrado de partida doble
         me refiero al Evangelio de la Inmundicia de santa Usura
          donde aprendemos de su doctrina de la aritmética
                      que 2 + 2 = 5
               Oh somos tan humanos,
               en verdad, somos tan sabios,
               que mientras nuestros antepasados tenían
               barriles de alquitrán para las brujas
               nosotros los tenemos para todos los demás
         y enfriaremos nuestros calderos, por favor Hécate,
                  según la teoría del señor Darwin
                     ¡con sangre de babuino!
                  Oculto por la luz del día
        manejaremos el comercio de brujas nosotros mismos
     como, una vez, vi a un niño con su canasta de higos podridos
              pobre fruterito ambulante,
     delante de la fachada sur del Palacio Ducal
            agachándose para gritar Fighiaie! Fighiaie!
                 Inibito a chiunque il vendere frutti cattivi
                       19 de junio de 1516
              (es decir, antes de que nadie pensara hacerlo)
como, más de una vez, he visto a las chicas en las ventanas:
    chicas pobres en las ventanas, en los callejones,en las barriadas
         junto al Hotel Euston, junto a las vías del tren, tomen
         Camden Road hacia la cuenca del canal, levanten la vista,
         solo levanten la vista cuando salgan de la sala, caballeros,
         y las distinguirán, ellas se mantienen liberalmente,
         conociendo nuestras aficiones, chicas pobres, nada que vender
         sino todo; nada que vender
         sino a sí mismas, I dewyne
     fordolked of luf-daungere demasiado rápido y lejos,
   más hervido que un caldo por la crueldad insana… No
      no pueden tocarme por acuñar
         yo tan descerca… tan descerca… tan descerca…
                              me gustaría ser un clérigo
                              mintiendo todo el día
              y Pedernal… y Repliegue… y Pero…
           cujus sancte memorie
               esos ricos herederos
                    Fighiaie!


Oh Amor,
    sano como la carne orgullosa
       sobre una curativa herida
          del lado de mi nación

que aún puede pasar
    durante una crisis
       a sustancia morbífica,
          deja que este hombre trabaje.

Oh Amor,
    danos trabajo
       y ponnos a ello,
          pues somos corregibles:

Oh, repáranos
    porque no somos
       aún del todo corregibles
          y sostén nuestra mano

cuando pongamos el alma sobre un lance:
enséñanos a dar y poner en peligro todo
cuanto tenemos tras tu venida, por el alma
no se puede negociar de otro modo, solo se pierde.
Inexpugnable a nuestras economías
todo lo que el embaucador promete,
el alma no está en venta. Y ahora, el coste
          diligentemente contabilizado, la suma
          anotada en el libro mayor, miradla delimitada
          y archivada en secuencia donde pueda hallarla
          cualquiera que pregunte, si alguien lo hace…

      El amor no pone plazo. Programa sus apariciones
      no de acuerdo con nuestros relojes, sino
      con las luna-ofuscadas olas en que cada uno recibimos
      nuestra convocatoria, irrecusable. Deja caminar sobre
      ellas a quienes puedan.

                     …vino Fedra entonces, y Procris,
                  junto a Ariadna, la más pura de ellas,
               la mente de cuyo papi era un matadero
           luminosa Ariadna
           a quien Teseo una vez desde Creta
           a los labrados acres de la sagrada Atenas condujo
           —él no tenía su alegría, ni el deseo de su corazón,
           pobre Ariadna
           pura, luna-ofuscada—
                falso, Dionisio testificó contra ella;
                Artemis la ejecutó…


         Oh, alimentadla con albérchigos y frambuesas,
         con uvas tintas, higos verdes, moras y fresas

¿No está ella aquí conmigo entre el espino en flor?

     Diodati, un año sin verano,
       y el mundo estaba vacío
        —þe fyrre in þe fryth—
           ella era el Universo

Al anochecer revolotean
los murciélagos como harapos negros en el borde
     cenizas de hoguera
     remontando el vórtice
     circuitos espirales
     en torno a la terraza
     todo el día aquí sentado
     preparando la lección

Mis queridos pajaritos, ¿no visteis ayer el fulgor del sol?

¿No la visteis e ella en él
     sin sombrero, descalza
entre los laureles y el macizo de prímulas?


Musgo y fresa salvaje (1873). Suave línea indecisa. Una sugerencia en genitivo. Un secreto en pleno verano. Un hábil y fino musgo anidado en la piedra hendida. Trazos de gouache en papel gris-azul trifoliado con lentejuelas de rocío. Búsquedas. Enraizando un sutil declive en la roca revelado ahora por la posición de una baya. Una mirada oscurecida donde las líneas triangulan pálidamente. Una seña. Un gesto sugerente.




Nota
pendulis mammis (‘pechos colgantes’), expresión de Robert Burton en “On loving an ugly woman", de The Anatomy of Melancholy.
Fro spot my spyryt þer sprang in space. Verso 61 del poema en inglés medio Pearl, traducido por David Gould como «From that spot my spirit sprang up in space» (‘desde ese lugar mi espíritu brotó en el espacio’) y por William Graham Stanton como «That spot my spirit fled apace» (‘ese lugar mi espíritu abandonó deprisa’).
Piazza Santa Maria del Pianto. Obra del escritor y artista inglés John Ruskin, 1819-1900, al que hay muchas referencias, además de los epígrafes, en este poema.
oleaje y espuma de piadosa caballería(surge & foam of pious chivalry). John Ruskin, Renaissance Florence: Four Books. Lecture I. Nicholas the Pisan, 52: «France, all surge and foam of pious chivalry lifts herself in fitful rage of devotion, of avarice, and of pride. She is the natural ally of the church; makes her own monks the proudest of the Popes; raises Avignon into another Rome; prays and pillages insatiabily; pipes pastoral songs of inocence, and invents grotesque variations of crime; gives grace to the rudeness of England, venom to cunning of Italy. (…)». (‘Francia, todo el oleaje y la espuma de la piadosa caballería se alza a sí misma con la furia irregular de la devoción, de la avaricia y del orgullo. Es la aliada natural de la Iglesia; hace de sus propios monjes el mayor orgullo de los Papas; eleva Avignon a otra Roma; ora y saquea insaciable; trina canciones pastorales de inocencia e inventa grotescas variaciones del crimen; da gracia a la rudeza de Inglaterra, veneno a la astucia de Italia.’) Seltzer Books/Google Books.
revelando cómo será todo lo oculto (revealed / as every hidden thing shall be). Lucas 12:2: «Porque nada hay encubierto que no haya de saberse ni nada oculto que no haya de ser revelado».
Substructiones Insanae (‘locas infraestructuras’) es una expresión acuñada por Robert Burton en The Anatomy of Melancholy, referiéndose a los intentos de los aristócratas de establecer su dominio en una zona mediante la construcción de edificios majestuosos, lo que, según escribió, terminaba a menudo en ruina financiera ya que la escala del proyecto agotaba la fortuna de sus dueños. (wikipedia). Inutiles domos (‘casas inútiles’) es una expresión del mismo texto.
El Palacio Contarini-Fasan(The Palazzo Contarini-Fasan, Venice). Obra de John Ruskin.
La Fortaleza, de 1470, es la primera obra documentada de Sandro Botticelli, conservada en la Galería de los Uffizi de Florencia, a quien le fue encargada por el Tribunal de los Seis o de los Mercaderes a causa del retraso en concluir la serie de las virtudes teologales por parte de Piero Pollaiuolo.
Barranco en Maglans (Ravine at Maglans, Valley of Cluse). Obra de John Ruskin que representa una pequeña cascada en Cluse, en la región Ródano-Alpes, departamento de Alta Saboya, Francia.
Anoche santa Úrsula me envió sus claveles... John Ruskin, Fors Clavigera, Letter 74: «Last night, St Ursula sent me her dianthus out of her bedroom window, with her love».
trémulos / y livianos pétalos (tremulous, / frivolous petals). John Ruskin, Proserpina, Cap. III, 7: «Only note the harmony betwen both, and the joy we may have in this division and mystery of the tremulous and frivolous petals , which break the light and the breeze,—compared to what to what with the tremulous and frivolous mind which is in us, we could have had out of domes, or penthouses, or walls of leaf». (‘Solo nota la armonía entre ambos, y la alegría que podemos tener en esta división y misterio de los trémulos y livianos pétalos, que rompen la luz y la brisa, en comparación con lo que con la trémula y liviana mente que hay en nosotros podríamos haber tenido aparte de cúpulas, pérgolas o paredes de hojas.’).
la hoja pura del laurel(the pure laurel leaf). John Ruskin, Proserpina, Cap. III, 20: «But there is nothing so constantly as the pure leaf of laurel, bay, orange, and olive; numerable, sequent, perfect in setting, divinely simple and serene». (‘Pero no hay nada tan constante como la hoja pura de laurel, magnolio, naranjo y olivo; numerable, secuencial, perfecta en ajuste, divinamente simple y serena.’).
ojos grises y mejillas rojas / inútiles en el cielo (gray eyes & red cheeks / useless in heaven). Referencia al primer epígrafe en este poema: «In heaven (…) What will grey eyes and red cheeks be good for there?» ('En el cielo (…) ¿Para qué serán buenos los ojos grises y las mejillas rojas?').
no con nomeolvides(with no forget-me-nots): John Ruskin, Fors Clavigera, Letter 80: «With these, their sisters; who had only, for Venus's mirror, a heap of ashes; compassed about with no forget-me-nots, but with the forgetfulness in the world». (‘Con estas, sus hermanas; quienes solo tenían, para el espejo de Venus, un montón de cenizas; rodeadas no de nomeolvides, sino del olvido en el mundo.’).
¡santa Úrsula me ha enviado / una maceta de rosas! (St. Ursula has sent me / a pot of pinks!) John Ruskin, Fors Clavigera, Letter 88: «a friend staying in Venice brought me a pot of pinks, "with St. Ursula's love"» (‘un amigo que estaba en Venecia me trajo una maceta de rosas, "con el amor de santa Úrsula").
dulces lecheras de Albión / cuya cara es vuestra fortuna (sweet milkmaids of Albion / whose face is your fortune). En 1768 el médico inglés Edward Jenner observó que las lecheras no mostraban en sus caras los habituales signos de la viruela y posteriormente que estas contraían una variante vacuna (propia de las vacas) de la viruela que las inmunizaba contra la viruela humana, lo que dio origen al descubrimiento de las vacunas. bbc/wikipedia
Tenemos una hermanitaCantar de los Cantares, 8:8: «Tenemos una hermana pequeña, y todavía no tiene pechos; ¿qué haremos por nuestra hermana el día en que sea pedida?».
Lado sur de la Basílica de San Marcos (South Side of the Basilica of St. Mark’s, Venice, from the Loggia of the Ducal Palace). Obra de John Ruskin.
Estudio de roca de gneis (Study of Gneiss Rock, Glenfinlas). Obra, también, de John Ruskin.
TEMPORIBVS…: «En su tiempo estuvo en la cima de la filosofía y la medicina el Maestro Galileo Galilei, antes Bonaiuti, quien también amó la república en modo admirable en la más alta magistratura. Para el santo recuerdo de una vida piadosa y dignamente conducida, su hijo Benedetto hizo construir esta tumba para su padre, para él y sus descendientes». La inscripción de la tumba de Galileo en la Basilica di Santa Croce se muestra en fotografía y traducida al italiano en la web del Museo Galileo.
Estudio de pluma(Study of a Peacock’s Breast Feather). Obra de John Ruskin.
¿Qué gotea cual la plácida lluvia del cielo? (What is it droppeth as the gentle rain from heaven?) Shakespeare, El mercader de Venecia, IV, I: «The quality of mercy is not strain’d; / It droppeth as the gentle rain from heaven / Upon the place beneath». (‘La clemencia no requiere fuerza: cae cual la plácida lluvia del cielo sobre un lugar y lo fecunda.’).
concessum propter duritiem cordis. Francis Bacon, Of Usury: «I say this only, that usury is a concessum propter duritiem cordis [a thing allowed by reason of the hardness of men’s hearts]; for since there must be borrowing and lending, and men are so hard of heart as they will not lend freely, usury must be permitted». (‘Digo esto solamente: que la usura es un concessum propter duritiem cordis [algo permitido a causa de la dureza de corazón de los hombres]; dado que debe haber préstamos y créditos, y como los hombres son tan duros de corazón que no prestarán libremente, la usura debe ser permitida.’).
Evangelio de la Inmundicia. The Gospel of Filth es un libro sobre la banda de heavy metal Cradle of Filth, formada en Suffolk, Inglaterra, en 1991 por Dani Filth, autor del libro junto al periodista Gavin Baddeley.
Hécate. La diosa griega de la brujería aparece en Macbeth para aleccionar a las brujas mientras estas mezclan el hechizo en su caldero. →
¡con sangre de babuino! (with baboon blood!). Shakespeare, Macbeth, IV, I: «We’ll cool the mixture with baboon blood. / After that the charm is finished». (‘Enfriaremos la mezcla con sangre de babuino. / Después de eso, el hechizo habrá concluido.’).
Fighiaie! ('¡Higos!'). De una carta de John Ruskin fechada en 1873: «Antes de que hubiera terminado de escribir la última frase, el grito de un muchacho vendiendo algo negro en una cesta en el muelle se hizo tan agudamente distinguible por encima de las voces de los siempre discutidores gondoleros, que fue menester dejarlo de nuevo y bajar al muelle para ver lo que tenía para vender. Eran higos medio podridos, prematuramente sacudidos por las tormentas de mitad del verano; su grito de "Fighiaie" apenas cesó, continuando, como observé, con la misma claridad entre sus piernas que cuando estaba de pie, mientras se inclinaba para sacar una porción comestible del negro revoltijo para servir a un cliente. Su cara me trajo lágrimas a los ojos, tan abierta, tan dulce y fuerte era; y tan triste. Le di tres peniques muy pequeños, pero no cogí higos, para su sorpresa: no pensó en lo barato que a mí me resultaba mirarlo a él y a su cesta, por aquel dinero; ni que la fruta, "que no se podía comer, tan mala era", se vendía barata ante el palacio del Dux de Venecia, para cualquiera que pudiera leer letreros, ya sea en la tierra como en el cielo y en el mar». The Genius of John Ruskin: Selections from His Writings. University of Virginia Press/Google Books.
Inibito a chiunque il vendere frutti cattivi: 'Prohibido a cualquiera vender fruta mala'.
I dewyne, fordolked of luf-daungere. Otro verso (11) del poema en inglés medio Pearl, traducido por W. G. Stanton como «Wounded by love beyond repair» (‘herido por el amor más allá del remedio’).
demasiado rápido y lejos. Referencia al tercer epígrafe de este poema: «¡Demasiado rápido y lejos de nuevo!» (Too fast and far again!).
No / no pueden tocarme por acuñar (No / they cannot touch me for coyning). Shakespeare, El rey Lear, IV, VI: «No, they cannot touch me for coining; I am the / king himself». (‘No, no pueden tocarme por acuñar; yo soy el / mismo rey.’).
yo tan descerca (me so misby). La expresión "me so misby" aparece en varios lugares de las cartas de John Ruskin a Joan Severn; misby podría ser una palabra compuesta por mis y by, traducible, por ejemplo, por descerca. →
me gustaría ser un clérigo / mintiendo todo el día (me wish me was a clergyman / tellin lies all day). Carta de John Ruskin a Joan Severn, 6 nov. 1872: «Take great care of it, I want it —Me so misby — misby — misby — I really sometimes almost wish I was a clergyman tellin lies all day long — it makes people so happy». (‘Ten mucho cuidado, lo deseo. Yo, tan descerca, descerca, descerca, que a veces casi me gustaría ser un clérigo que dice mentiras todo el día; eso hace a la gente tan feliz.’) Rachel Dickinson, John Ruskin's Correspondence with Joan Severn: Sense and Nonsense Letters. Routledge/Google Books.
y Pedernal… y Repliegue… y Pero… (& Flint — & Tukup — & But —). «Rose whose mind he believed to be afflicted by religion, the girl for whom he had invented those hard, despairing nicknames, 'Tukup', 'But', 'Flint'». ('Rose, cuya mente creía afligida por la religión, la chica para la que había inventado esos apodos duros y desesperados, 'Tukup' [¿= tuck up = arropar?], 'But' [pero] , 'Flint' [pedernal]'). Timothy Hilton, The Cambridge Companion to John Ruskin. Cambridge University Press/Google Books.
cujus sancte memorie (‘para el santo recuerdo’) es un fragmento de la inscripción en la tumba de Galileo.
esos ricos herederos (those rich-left heirs). Shakespeare, Cimbelino, IV, II: «O bill, sore-shaming / Those rich-left heirs that let their fathers lie / Without a monument!». (‘¡Oh pico, hiriendo y humillando / a esos ricos herederos que dejan que sus padres / yazgan sin un monumento!’).
Ariadna, la más pura de ellas (Ariadnè, fairest of all). Ariadna, en griego Ἀριάδνη, de la forma greco-cretense arihagne, ‘la más pura’; otra etimología hace derivar el nombre de las palabras ugaríticas ar y adn, cuyo significado vendría a ser ‘luz del padre o señor’. (wikipedia)
Diodati, un año sin verano (Diodati, a year with no summer). 1816 fue el llamado “año sin verano”, durante el cual se reunieron en Villa Diodati (cerca de Ginebra) Lord Byron, John Polidori y Mary Shelley.
þe fyrre in þe fryth. Fragmento del verso 103 del poema Pearl, traducido por W. G. Stanton como «The further into the wood» (‘Al adentrarme en el bosque’).
y el mundo estaba vacío (and the world was void). Lord Byron, fragmento del verso 69 del poema Darkness: «The world was void» (‘El mundo estaba vacío`). →
ella era el universo (she was the Universe). Lord Byron, final del poema Darkness: «Darkness had no need / Of aid from them—She was the Universe» (‘La Oscuridad no necesitaba / de su ayuda: Ella era el universo.’).
Musgo y fresa salvaje (Moss & Wild Strawberry). Obra, una vez más, de John Ruskin. Representa una grieta en la roca en la que crece un fino musgo y sobre él plantas, trifoliadas, de fresa salvaje; llega a sugerir una vulva.

Paul Batchelor. Brantwood Senilia (poetryfoundation.org)
paulbatchelor.co.uk
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2018




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