Sete Cantigas de Amigo
I
Conozco bien yo, mi amigo,
que siempre os hice pesar,
mas, si ahora ya amistar
quisierais vos conmigo,
yo pesar nunca os haría
ni tampoco os lo diría.
A quien otra cosa os diga,
no se lo queráis creer,
pues, si pudiera yo ser,
amigo, con vos amiga,
yo pesar nunca os haría
ni tampoco os lo diría.
Si por amigo os tuviera
a vos, a quien por mi mal
di yo pesar sin igual,
aunque de vos me viniera,
yo pesar nunca os haría
ni tampoco os lo diría.
II
Si a vos pesar no os diera,
madre, iré donde espera
mi amigo en el monte.
Iré, si Dios os guarda,
sin falta, pues me aguarda
mi amigo en el monte.
Y vos tened piedad,
que espera en soledad
mi amigo en el monte.
III
Se marchó mi amigo de aquí
y no me quiso antes ver,
y Dios me quite bella ser
y cuanto de bien hay en mí
si él viene y no me sé vengar
cuando conmigo él quiera hablar.
Y cree él que aún lo querré,
por esto que me hace, mejor;
mas, que sea él mi señor
y yo suya, y no lo seré,
si él viene y no me sé vengar
cuando conmigo él quiera hablar.
Para que viera su desdén
por mí, él no se despidió
cuando de esta tierra partió;
mas, así yo le quiera bien
si él viene y no me sé vengar
cuando conmigo él quiera hablar.
Y mi amigo, pues se marchó,
lo que él hizo ahora verá,
y lo que esta vez pasará:
pues en su poder esté yo
si él viene y no me sé vengar
cuando conmigo él quiera hablar.
Pues no querré nada escuchar
de lo que él me venga a rogar.
IV
—Ay, madre: cuánto yo erré
porque no vi a mi amigo
donde él hablara conmigo:
y aunque le hable, bien sé
que no tengo ya poder
de a él por amigo tener.
—No lo dejéis por mí,
hija, que no le habléis,
si en ello placer tenéis.
—Ay, no gano yo nada así,
que no tengo ya poder
de a él por amigo tener.
—Hija: si a él desenojar
queréis, hablad, con mi grado.
—Pues no hice lo acordado,
¿qué bien habrá en hablar?
Que no tengo ya poder
de a él por amigo tener.
V
Pues amor tengo conmigo
tal que me hace padecer
si, madre, no veo a mi amigo,
dejádmelo ir a ver,
si no, iré yo sin permiso
vuestro a verlo y sin aviso.
Me hace la pena osada
de deciros mi entender
y, pues yo vivo apenada,
dejádmelo ir a ver,
si no, iré yo sin permiso
vuestro a verlo y sin aviso.
Y, ya que por mí sabéis,
lo bien que le sé querer,
por cuanto bien me queréis
dejádmelo ir a ver,
si no, iré yo sin permiso
vuestro a verlo y sin aviso.
VI
Ya de belleza no me he de alabar,
ni de buen juicio ni conversar bien,
ni cosa buena que en mí haya también,
pues yo no os puedo aquí ya más rogar
que vos no queráis, amigo, partir
a Sevilla, do al Rey vais a servir.
A otra señora os conviene tener,
pues que sois mío ya nunca creeré,
pues vais a hacer más por el Rey, a fe,
que por mí, ni os puedo yo convencer
que vos no queráis, amigo, partir
a Sevilla, do al Rey vais a servir.
Nunca más aparezcáis ante mí
si vos en alguna ocasión de allá,
con mis deseos, vinierais acá,
pues ya más no puedo insistir así
que vos no queráis, amigo, partir
a Sevilla, do al Rey vais a servir.
VII
—Madre: quiero hoy ir a ver
a mi amigo, que va a partir
a Sevilla al Rey servir;
ay, madre, yo lo iré a ver.
—Id, hija, y yo con vos iré.
—Me haréis muy gran placer,
pues no sé cuándo lo veré.
—Bien lo sabe Nuestro Señor
que me pesa que irse quiera,
mas lo veré si así os pluguiera,
por Dios, mi madre, a mi señor.
—Id, hija, y yo con vos iré.
—Madre: me haréis así amor,
pues no sé cuándo lo veré.
A Sevilla se va de aquí
mi amigo para hacer bien,
madre, y yo iré a verlo también,
si a vos pluguiera ir allí.
—Id, hija, y yo con vos iré.
—Me haréis muy gran bien ahí,
pues no sé cuándo lo veré.
NotaCantiga VI: Esta cantiga aparece incompleta en los manuscritos. La web Cantigas Medievais Galego-Portuguesas lo comenta así en dos notas:[1] «La restitución propuesta para este verso del refrán (que aparece solo en B) es conjetural, pero tiene en cuenta la cantiga que sigue inmediatamente en los manuscritos, y en la cual la voz femenina refiere la partida del amigo hacia Sevilla. Por este hecho, es posible que la lectura correcta para este paso sea a Sevilla y no de Sevilla. Mantuvimos, sin embargo, la lección de B. Lo mismo hace Arias Freixedo, que sugiere además la reconstrucción de Sevi [lha, u el-Rei fostes servir] (‘de Sevilla, donde al Rey fuisteis a servir’), entendiendo que la queja de la amiga se refiriera tal vez al hecho de que su amigo no quisiera abandonar Sevilla para ir a estar con ella (en un momento posterior a la conquista de la ciudad)». Aunque pois ides (‘pues vais’), en la segunda estrofa, parecería contradecir esta interpretación.[2] «En B y V (aquí señalado con cuatro puntos verticales) hay un espacio que podría corresponder a una estrofa que falta. Será, sin embargo, difícil confirmar esto (también porque el sentido de la cantiga parece completo), pudiendo el espacio señalar tan solo la falta del resto del refrán».En su edición Rip Cohen, por su parte, entiende que De Sevi […], con mayúscula inicial en el manuscrito, es el comienzo de la segunda estrofa omitida y no del refrán.
☛ Universo Cantigas. Roi Fernandiz de Santiago
☛ B. D. Lírica Profana Galego-Portuguesa. Roi Fernandiz
☛ Cantigas Medievais Galego Portuguesas. Rui Fernandes de Santiago
☛ Rip Cohen, 500 Cantigas d’ Amigo: Edição Crítica / Critical Edition
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2014
∼
I
Conhóscome, meu amigo,
que sempre vos fiz pesar,
mais, se agor’ amigar
quiséssedes vós comigo,
a vós eu nunca faría
pesar nen vo-lo diría.
Quenquer que vos dend’ al diga,
non lho queirades creer,
ca, se podess’ eu seer,
amigo, convosc’ amiga,
a vós eu nunca faría
pesar nen vo-lo diría.
Se eu por amig’ ouvesse
vós, a que eu por meu mal
fiz pesar, u non jaz al,
pero me de vós venhesse,
a vós eu nunca faría
pesar nen vo-lo diría.
II
Se vos non pesar ende,
madr’, irei u m’ atende
meu amigo no monte.
Irei, se Deus vos valha,
por non meter en falha
meu amigo no monte.
E fílhexi vos doo
como m’ atende soo
meu amigo no monte.
III
Id’ é meu amigo d’ aquí
e non me quis ante veer,
e Deus mi tolha parecer
e quanto de ben á en mí
se el vén e m’ eu non vingar
quand’ el quiser migo falar.
E cuidas’ el que lhi querrei,
por esto que m’ el fez, melhor;
mais, log’ el seja o senhor
e eu súa, que non seerei,
se el vén e m’ eu non vingar
quand’ el quiser migo falar.
Que viss’ eu que non dava ren
el por mí, non se m’ espediu
quando se da terra partiu;
mais, logo me lh’ eu quera ben
se el vén e m’ eu non vingar
quand’ el quiser migo falar.
E veerá mui ben o meu
amigo quant’ el ora fez,
a que lhi salrrá esta vez:
ca en seu poder seja eu
se el vén e m’ eu non vingar
quand’ el quiser migo falar.
Ca lhi non querrei ascuitar
nulha ren do que m’ el rogar.
IV
—Ai madre: que muit’ eu errei
que non vi o meu amigo
u el falasse comigo;
e, pero lhi fale, ben sei
ca non ei nengún poder
de o por amig’ aver.
—Non vos leixedes én por mí,
filha, que lhi non faledes,
se vós én sabor avedes.
—Ai madre: non tenho prol i,
ca non ei nengún poder
de o por amig’ aver.
—Filha: polo desassanhar,
falaredes per meu grado.
—Pois lhi saí de mandado,
que prol á, madr’, en lhi falar?
Ca non ei nengún poder
de o por amig’ aver.
V
Madre: pois amor ei migo
tal que non posso sofrer
que non veja meu amigo,
mandádemho ir veer,
se non, irei sen mandado
veelo sen vosso grado.
Gran coita me faz ousada
de vo-lo assí dizer
e, pois eu vivo coitada,
mandádemho ir veer;
se non, irei sen mandado
veelo sen vosso grado.
E, ja que per mí sabedes
o ben que lh’ eu sei querer,
por quanto ben mi queredes
mandádemho ir veer;
se non, irei sen mandado
vee-lo sen vosso grado.
VI
Ora non dev’ eu preçar parecer
nen palavra que eu aja nen sén
nen cousa que en mí seja de ben,
pois vos eu tanto non posso dizer
que non queirades, amigo, partir
a Sevi [lla u el-Rei ides servir].
Outra senhor vos convén a buscar,
ca nunca vos eu ja por meu terrei,
pois ides máis ca por mí por el-Rei
fazer, nen vos posso tanto rogar
que non queirades, amigo, partir
a Sevi [lla u El-Rei ides servir].
Nunca vos máis paredes ante mí
se vos en algunha sazón d’ alá,
con meus desejos, venherdes acá,
pois m’ eu tanto non poss’ afficar i
que non queirades, amigo, partir
a Sevi [lla u el-Rei ides servir].
VII
—Madre: quer’ oj eu ir veer
meu amigo, que se quer ir
a Sevilha el-Rei servir;
ai, madre, irlo ei veer.
—Filha: id’ e eu vosc’ irei
—Farédesmi atán prazer,
ca non sei quando mho verei.
—Ben o sabe Nostro Senhor
que me pesa, pois que s’ ir quer,
e veerlo ei, se vos prouguer,
por Deus, mha madr’ e mha senhor.
—Filha: id’ e eu vosc’ irei
—Madre: farédesmi amor,
ca non sei quando mho verei.
—A Sevilha se vai d’ aquí
meu amigo por fazer ben
e ilo ei veer por én,
madre, se vos prouguer d’ ir i.
—Filha: id’ e eu vosc’ irei.
—Madre: farédesme ben i,
ca non sei quando mho verei.
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