6 de febrero de 2014

Pero da Ponte


Sete Cantigas de Amigo


I

—¿Visteis, madre, al escudero, que me iba a llevar consigo?
Le mentí y se fue enojado; madre: yo bien os lo digo.
Madre: enamorada me dejó,
madre, enamorada fui dejada;
madre: enamorada me dejó
.

Madre: vos que me mandasteis que le mintiera a mi amigo,
¿qué consejo me daréis, pues ahora no está conmigo?
Madre: enamorada me dejó,
madre, enamorada fui dejada;
madre: enamorada me dejó
.

—Hija: yo os doy por consejo que, en cuanto él os vea,
de todo cuanto le hagáis que él complacido sea.
Madre: enamorada me dejó,
madre, enamorada fui dejada;
madre: enamorada me dejó
.

—Pues ya no disimuláis, hija mía, vuestro agrado,
en adelante os castigo a que hagáis cuanto ha mandado.
Madre: enamorada me dejó,
madre, enamorada fui dejada;
madre: enamorada me dejó
.



II

¿Visteis, madre, al que decía
que por mí estaba apenado?
Pues recado no me envía,
creo yo de él, perjurado,
que mi enfado no le altera,
pues si no, noche ni día,
sin yo habérselo mandado,
nunca él de aquí partiera
.

¿Y visteis dónde él partía
de mí muy sin mi agrado,
y jurando que él tenía
por mí penas y cuidado?
Falsedad aquello era,
pues si no, noche ni día,
sin yo habérselo mandado,
nunca él de aquí partiera
.

Y ya, ¿qué mujer podría
creer a ningún hombre amado?
Pues aquel que así moría
por ser de mí confortado,
hoy por otra desespera,
pues si no, noche ni día,
sin yo habérselo mandado,
nunca él de aquí partiera
.

Mas Dios, ¿y quién pensaría
que él viva tan alejado
de donde mis ojos viera?



III

Madre: porque se fue de aquí
mi amigo y yo no lo vi,
desde entonces ya no dormí,
yo os lo juro, y Dios dé perdón,
madre, y es él también por mí,
desdichado en su corazón
.

Madre: yo cómo viviré
si no duermo ni dormiré,
pues mi amigo junto al Rey fue
tiempo hace y no da razón,
madre, y es él también por mí,
desdichado en su corazón
.

Si que le quiero él sabe ya,
aún más que a mí y cuanto habrá,
pues no viene y tarda allá,
me hace así una gran traición,
madre, y es él también por mí,
desdichado en su corazón
.

Y yo os diré lo qué será:
por él pierdo el juicio, y quizá
pierde él por mí el corazón.



IV

Se marchó mi amigo de aquí
con la hueste, al Rey servir,
y después no pude dormir
nunca, mas bien creo yo así:
que, pues tarda él y no viene,
es solo el Rey quien lo detiene
.

Y esta pena no perderé
ya hasta que lo pueda ver,
pues en mi corazón placer
no hay, mas un consuelo sé:
que, pues tarda él y no viene,
es solo el Rey quien lo detiene
.

Y debería recordar
aquello que entonces juró
cuando él hermosa me dejó,
mas, damas, bien podéis jurar
que, pues tarda él y no viene,
es solo el Rey quien lo detiene
.



V

Pues os marcháis de aquí, ay mi amigo,
yo os aconsejaré, si me creyerais,
que regreséis lo antes que pudierais,
y arreglaré que vos habléis conmigo,
y después amigo, de que me hablarais,
que así suceda cual vos me rogarais
.

No os retraséis como la vez pasada
hicisteis, pues yo así esperar no puedo,
sino intentad venir antes sin miedo,
que nuestra charla ya está preparada,
y después amigo, de que me hablarais,
que así suceda cual vos me rogarais
.

Y, si aún queréis vos ser bien amado,
guardad en la mente lo que yo os ruego:
ya que os vais, si pronto vinierais, luego
hablaré yo con vos, y muy de grado,
y después amigo, de que me hablarais,
que así suceda cual vos me rogarais
.



VI

Por Dios, amigo: ¿y qué será de mí,
pues ya os vais a con el Rey morar?
Pues tanto como vos soléis tardar,
no veo más remedio, amigo, aquí
sino morir, y después no tendré
esta gran pena que por vos pasé
.

Os vais ahora vos y tan gran afán
me dejáis dentro de mi corazón
que es la muerte aquí mi única opción,
pues ningún buen remedio me hallarán
sino morir, y después no tendré
esta gran pena que por vos pasé
.

Si no os viera, sabed qué pasará,
ay amigo, pues os habéis de ir:
mis ojos ya más no podrán dormir,
ni bien de este mundo ya me valdrá
sino morir, y después no tendré
esta gran pena que por vos pasé
.

Esta ida vuestra tan sin mi placer,
por Dios, amigo, será lo peor,
mas, pues os vais, mi amigo y señor,
yo no os podré otra guerra hacer
sino morir, y después no tendré
esta gran pena que por vos pasé
.



VII

—Ay madre: el que me enamoró
se fue el otro día de aquí
y, por Dios, ¿qué haremos si así
enamorada me dejó?
Hija: haced lo que es mejor:
ya que su amor os engañó,
que lo engañe a él vuestro amor
.

—Mas yo no sé aquí qué opinar,
madre, que Dios me dé perdón.
—Decid, hija: ¿y por qué razón?
Yo pronto os lo quiero mostrar:
hija, haced lo que es mejor:
ya que su amor os engañó,
que lo engañe a él vuestro amor
.

Hija, recibidlo muy bien,
cuando él ante vos viniera,
y todo cuanto él os dijera
otorgádselo y, también,
hija, haced lo que es mejor:
ya que su amor os engañó,
que lo engañe a él vuestro amor
.



Universo Cantigas. Pero da Ponte
B. D. Lírica Profana Galego-Portuguesa. Pero da Ponte
Xacopedia. Pero da Ponte
Real Academia de la Historia. Pero da Ponte
Cantigas Medievais Galego Portuguesas. Pero da Ponte
Rip Cohen, 500 Cantigas d’ Amigo: Edição Crítica / Critical Edition
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2014




I

—Vistes, madr’, o escudeiro que m’ ouvera levar sigo?
Mentilh’ e vaimi sanhudo; mha madre: ben vo-lo digo.
Madre: namorada me leixou,
madre, namorada mi á leixada;
madre: namorada me leixou.

Madre: vós que me mandastes que mentiss’ a meu amigo,
que conselho mi daredes ora, poi-lo non ei migo?
Madre: namorada me leixou,
madre, namorada mi á leixada;
madre: namorada me leixou.

—Filha: douvos por conselho que, tanto que vos el veja,
que toda ren lhi façades que vosso pagado seja.
—Madre: namorada me leixou,
madre, namorada mi á leixada;
madre: namorada me leixou.

—Pois escusar non podedes, mha filha, seu gasalhado,
des oimais eu vos castigo que lh’ andedes a mandado.
—Madre: namorada me leixou,
madre, namorada mi á leixada;
madre: namorada me leixou.


II

Vistes, madr’, o que dizía
que por mí era coitado?
Pois mandado non m’ envía,
entend’ eu do perjurado
que ja non teme mha ira,
ca se non, noite nen día,
a meos de meu mandado,
nunca s’ el d’ aquí partira.

E vistes u s’ el partía
de mí mui sen o meu grado,
e jurando que avía
por mí penas e cuidado?
Tod’ andava con mentira,
ca se non, noite nen día,
a meos de meu mandado,
nunca s’ el d’ aquí partira.

E ja, qual molher devía
creer per nulh’ ome nado?
Pois o que assí morría
polo meu bon gasalhado,
ja xi por outra sospira,
ca se non, noite nen día,
a meos de meu mandado,
nunca s’ el d’ aquí partira.

Mais Deus, quen o cuidaría
del viver tan alongado
d’ u el os meus olhos vira?


III

Mha madre: pois se foi d’ aquí
o meu amig’ e o non vi,
nunca fui leda nen dormí,
ben vo-lo juro, des entón,
madr’, e el por mí outrossí
tan coitad’ é seu coraçón.

Mha madre: como viverei
ca non dormho nen dormirei,
pois meu amigo en cas d’el-Rei
me tarda tan longa sazón,
madr’, e el por mí outrossí
tan coitad’ é seu coraçón.

Pois sab’ el ca lhi quer’ eu ben
melhor ca mí nen outra ren,
porque mi tarda e non vén
faz sobre mí gran traiçón,
madr’, e el por mí outrossí
tan coitad’ é seu coraçón.

E direivos que nos avén:
eu perço por ele o sén
e el por mí o coraçón.


IV

Fois’ o meu amigo d’ aquí
na oste, por el-Rei servir,
e nunca eu depois dormir
pudi, mais ben tenh’ eu assí:
que, pois m’ el tarda e non vén,
el-Rei o faz, que mho detén.

E gran coita non perderei
per ren, meos de o veer,
ca non á o meu cor lezer,
pero tanto de conort’ ei:
que, pois m’ el tarda e non vén,
el-Rei o faz, que mho deten.

E ben se devía nembrar
das juras que m’ entón jurou
u m’ el mui fremosa leixou,
mais, donas, podedes jurar
que, pois m’ el tarda e non vén,
el-Rei o faz, que mho detén.


V

Pois vos ides d’ aquí, ai meu amigo,
conselhar vos ei ben, se mi creverdes:
tornádevos máis cedo que poderdes,
e guisarei como faledes migo,
e pois, amigo, comigo falardes,
atal mi venha qual mi vós orardes.

Non mi tardedes com’ outra vegada
mi tardastes, ca muit’ ei en gran medo,
mais punhade de vos viirdes cedo,
ca nossa fala muit’ é ben parada,
e pois, amigo, comigo falardes,
atal mi venha qual mi vós orardes.

E, se vós queredes meu gasalhado,
vénhavos en mente o que vos rogo:
pois vos ides, de vos viirdes logo
e falarei convosco mui de grado,
e pois, amigo, comigo falardes,
atal mi venha qual mi vós orardes.


VI

Por Deus, amig’: e que será de mí,
pois me vos ides con el-Rei morar?
A como me vós soedes tardar,
outro conselh’, amigo, non sei i
senón morrer, e pois non averei
a gran coita que ora por vós ei.

Ídesvos vós ora e tan grand’ afán
leixádesmi eno meu coraçón
que mi non jaz i al, se morte non,
ca bon conselho non sei i de pran,
senón morrer, e pois non averei
a gran coita que ora por vós ei.

Pois me vos ides, vedes que será,
meu amigo, des que vos eu non vir:
os meus olhos non poderán dormir,
nen ben deste mundo non mi valrrá
senón morrer, e pois non averei
a gran coita que ora por vós ei.

Aquesta ida tan sen meu prazer,
por Deus, amigo, será quando for,
mais, pois vos ides, amig’ e senhor,
non vos poss’ eu outra guerra fazer
senón morrer, e pois non averei
a gran coita que ora por vós ei.


VII

—Ai madr’: o que me namorou
foise noutro día d’ aquí
e, por Deus, que faremos i,
ca namorada me leixou?
—Filha: fazed’ end’ o melhor:
pois vos seu amor enganou,
que o engane voss’ amor.

—Ca me non sei i conselhar,
mha madre, se Deus mi perdón.
—Dized’, ai filha: por que non?
Quérome vo-lo eu mostrar:
filha, fazed’ end’ o melhor:
pois vos seu amor enganou,
que o engane voss’ amor.

Que o recebades mui ben,
filha, quand’ ante vós venher,
e todo quanto vos disser
outorgádelho e, por én,
filha, fazed’ end’ o melhor:
pois vos seu amor enganou,
que o engane voss’ amor.




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