9 de enero de 2014

Joán Pérez de Avoín


Once (+ unha) Cantigas de Amigo


I

Cuando el otro día de aquí se fue
mi amigo, llorando de estos mis dos
ojos, yo le rogué mucho por Dios
que no tardara, y él me dijo, a fe,
que Dios no le dé ningún bien de mí
si no viene pronto; y no viene aquí
.

Cuando el otro día se fue, pues no
lo pudo evitar, que si allí tardase
mucho, le dije que ya nunca hablase
más conmigo, y entonces afirmó
que Dios no le dé ningún bien de mí
si no viene pronto; y no viene aquí
.

No sé qué es esto o qué cosa fuera,
por qué no viene, si se lo rogué,
pues él me dijo como yo os conté,
y nada mentó de que no pudiera:
que Dios no le dé ningún bien de mí
si no viene pronto; y no viene aquí
.

No sé qué diga, tan grande es mi mal,
de mi amigo, y de cómo me falló,
pues él me dijo, cuando se ausentó,
y no habló de muerte ni nada igual:
que Dios no le dé ningún bien de mí
si no viene pronto; y no viene aquí
.



II

Vos creéis, amigo, a mi parecer,
que no me he de enojar sin razón yo
contra vos igual que vos; ¿por qué no?
Lo que creéis de mí no ha de ser,
que podré siempre enojarme yo así,
igual contra vos que vos contra mí
.

Y, amigo, si acaso con vos si creéis
que no he de llegarme a enojar,
como vos conmigo, vais a pensar
mal, pues en seguida entenderéis
que podré siempre enojarme yo así,
igual contra vos que vos contra mí
.

Y, si creéis que yo nunca podré
enojarme con vos cuando yo quiera,
como conmigo vos, cuando os pluguiera,
de todas formas yo me enojaré;
que podré siempre enojarme yo así,
igual contra vos que vos contra mí
.

Mas, pues Dios a vos me dio por amigo
y a mí a vos por amiga, tiempo ha,
deberéis dejar vos de creer ya
lo que creéis, porque que yo bien os digo
que podré siempre enojarme yo así,
igual contra vos que vos contra mí
.



III

Visteis, madre, cuando allí mi amigo
prometió venir a hablar conmigo;
¿creéis que en el día de hoy venga?

Visteis que juró que no obtuviera
ningún bien de mí si no viniera;
¿creéis que en el día de hoy venga?

Visteis sus juras, pues allí juró
venir, o muerto o en prisión si no;
¿creéis que en el día de hoy venga?

Visteis sus juras, pues juró allí
que vendría, y las juró por mí;
¿creéis que en el día de hoy venga?



IV

Qué buenas nuevas hoy mi amigo oirá
cuando le diga que le quiero bien,
aún más que él a mí me quiere también,
y entonces él, del gozo que tendrá,
no sabrá cómo me ha de agradecer
ni qué decirme, con tan gran placer
.

Pues le diré que mejor que él a mí
le quiero yo, más que a mi corazón,
más que a mis ojos, Dios me dé perdón,
y, pues le explicaré todo esto allí,
no sabrá cómo me ha de agradecer
ni qué decirme, con tan gran placer
.

Y otro placer os diré aún mayor
que el que os hablé: que hoy le pediré
que viva conmigo, o yo moriré;
y, pues le hablaré de tan gran amor,
no sabrá cómo me ha de agradecer
ni qué decirme, con tan gran placer
.

Lo que él desea, y ya nada más,
tan pronto lo vea yo le diré
y que, si no, yo vivir no podré,
tanto lo quiero, y él además
no sabrá cómo me ha de agradecer
ni qué decirme, con tan gran placer
.



V

Por Dios, amigo, yo nunca creí
que os perdiera, como os perdí, por quien
no es más hermosa que yo, y ni aun bien
vale más, y tal queja tengo así
que, amigo, en verdad yo a todos diré
cómo es de hermosa, su nombre y quién fue
.

Si por tal dama yo os fuera a perder
que en hermosura no fuera inferior
a mí, yo lo aceptaría mejor,
mas tan sin gusto lo fuisteis a hacer
que, amigo, en verdad yo a todos diré
cómo es de hermosa, su nombre y quién fue
.

En todo lo que os lo pueda buscar,
mientras yo viva, os buscaré mal,
pues me dejasteis por señora tal
que bien os digo, con muy gran pesar
que, amigo, en verdad yo a todos diré
cómo es de hermosa, su nombre y quién fue
.

Y, en verdad, porque a todos lo diré,
os pesará, pues sabrán bien quién fue.



VI

Decid, amigo, en qué esto merecí,
pues vos no queréis conmigo vivir,
y sabréis que, si vos llegáis a partir,
no viviré si os vais de junto a mí,
y, ya que sin vos vivir no podré,
vivid conmigo, amigo, y viviré
.

Vivid conmigo y bueno os será
pues yo por siempre os lo he de agradecer,
y, si os fuerais y yo no os puedo ver,
no viviré, amigo, y más no habrá,
y, ya que sin vos vivir no podré,
vivid conmigo, amigo, y viviré
.

Si vos queréis que os complazca también,
ay, mi amigo, en cualquier ocasión,
vivid conmigo, y que Dios dé perdón,
pues de otro modo no he de vivir bien,
y, ya que sin vos vivir no podré,
vivid conmigo, amigo, y viviré
.

Pues vos la entendéis, amigo, mirad
mi situación, y, por Nuestro Señor,
vivid conmigo, pues nada es peor
que estar viviendo sin vos, en verdad,
y, ya que sin vos vivir no podré,
vivid conmigo, amigo, y viviré
.



VII

Me han dicho hace poco algo de vos,
amigo, que me causa gran pesar,
mas yo creo que lo he de mejorar
si yo pudiera, y podré bien, por Dios,
que el poder que siempre tuve, tendré,
pues yo os hice y yo os desharé
.

Dicen que tomasteis señora tal
por la que pensasteis de mí partir;
bien esté si bien os ha de salir,
mas de este bien yo os haré un mal,
que el poder que siempre tuve, tendré,
pues yo os hice y yo os desharé
.

Señora tomasteis, oí ayer,
a mi pesar, y perderéis ahí
si yo pudiera, y podré bien, así
como siempre hice y he de poder,
que el poder que siempre tuve, tendré,
pues yo os hice y yo os desharé
.

Y he de volveros a como os hallé;
ha de pesarme, mas me vengaré.



VIII

Aunque que vos os marcháis, amigo,
sin mi gusto, a lejos vivir,
me agrada que no os queráis ir
para no hablar más conmigo,
que esto lo puedo soportar,
sino por causarme pesar
.

Y, aunque os marcháis de aquí, sé yo
que no es, de eso tengo placer,
por no hacer lo que una mujer
hace por quien siempre ella amó,
que esto lo puedo soportar,
sino por causarme pesar
.

Iros podéis, mas sé también
que nunca diréis con razón
que no hago yo de corazón
por vos lo que he de hacer bien,
que esto lo puedo soportar,
sino por causarme pesar
.

Y, aunque iros vos podréis,
no habréis de decir nunca, a fe,
con derecho, que por mí fue
pues hago yo cuanto queréis,
que esto lo puedo soportar,
sino por causarme pesar
.



IX

Amigo: pues me dejáis
y vais a lejos morar,
ruego yo a Dios, si tornáis
aquí por conmigo hablar,
que ya no podáis, amigo,
nunca vos hablar conmigo
.

Y, pues vos iros queréis
y no me queréis creer,
ruego a Dios, si así lo hacéis
y me venís luego a ver,
que ya no podáis, amigo,
nunca vos hablar conmigo
.

Pues no miráis con cordura
a cuanto yo os hice bien,
ruego a Dios, si por ventura
volvéis a hablarme, también,
que ya no podáis, amigo,
nunca vos hablar conmigo
.

Puesto que os vais sin mi agrado
y no dais nada por mí,
ruego yo a Dios, si apenado
fuerais a volver aquí,
que ya no podáis, amigo,
nunca vos hablar conmigo
.



X

Amigo yo tuve hace tiempo, a quien
quise mucho, mas conmigo no sé
a quién yo quiera ni si lo tendré
mientras viva, ya nunca por mi bien,
pues me mintió el que me solía
decir verdad y no mentía
.

Y hace muy poco que le oí jurar
que no quería a ninguna mujer
más que a mí, y sé que tiene otro querer,
y por esto en nadie podré confiar,
pues me mintió el que me solía
decir verdad y no mentía
.

Más confiaba yo en él que en mí
o en nada que en el mundo hubiera igual,
y ahora me mintió de forma tal
que ya en nadie más confiaré así,
pues me mintió el que me solía
decir verdad y no mentía
.

Y, si otro tuviera, me mentiría,
pues me mintió el que no mentía.



XI

Lo que a mi madre, amigo, le rogué,
poder veros, no me lo deja hacer;
mas mucho le pesará al saber
que yo os digo esto que os diré:
cuando conmigo vos queráis hablar,
conmigo hablad, pese a quien dé pesar
.

Pese a quien sea, y se muera también,
porque está decidido lo que ha de ser:
he de veros, cuando yo os quiera ver,
y yo lo haré, pues, mi luz y mi bien,
cuando conmigo vos queráis hablar,
conmigo hablad, pese a quien dé pesar
.

Pues sé que busca mi muerte y mi mal,
pues nada quiere que me plazca a mí
y es el motivo de que lo haga así,
esto haced, que lo otro se hará igual:
cuando conmigo vos queráis hablar,
conmigo hablad, pese a quien dé pesar
.

Siempre intenté a mi madre servir,
por esto, amigo, y sin mala acción,
por veros, y no por otra razón;
mas, pues no me lo quiere consentir,
cuando conmigo vos queráis hablar,
conmigo hablad, pese a quien dé pesar
.



XII (Pastorela)

Cabalgaba el otro día
por el camino francés
y una pastora había,
cantando con otras tres
pastoras, y sabed pues
que yo os diré, a fe mía,
lo que a las otras decía
en consejo y sin testigo:
«Ninguna mujer crea a su amigo,
pues se fue el mío y no habló conmigo».

«Pastora, eso no es nada,»
dijo una de ellas al son,
«si se marchó, de tornada
lo veréis otra ocasión
y os dirá por qué razón
no os habló, ay, agraciada,
y es la cosa adecuada
que digáis como yo digo:
¡Dios, si ahora viniera mi amigo
tendría muy gran placer conmigo!»



Nota
Cantigas I y III y Pastorela, venhesse: Ver nota → Pero García Burgalés.

Universo Cantigas. Joan Perez d'Avoin
B. D. Lírica Profana Galego-Portuguesa. Johan Perez d' Aboim
Real Academia de la Historia. Johan Pérez d' Aboim
Cantigas Medievais Galego Portuguesas. João Peres de Aboim
Rip Cohen, 500 Cantigas d’ Amigo: Edição Crítica / Critical Edition
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2014




I

Quando se foi noutro día d’ aquí
o meu amigo, rogueilh’ eu por Deus,
chorando muito destes olhos meus,
que non tardass’, e díssem’ el assí:
que nunca Deus lhi desse de mí ben
se non venhesse mui ced’, e non vén.

Quando se foi noutro día, que non
pud’ al fazer, díxilh’ eu, se tardar
quisesse muito, que nunca falar
podía mig’, e díssem’ el entón
que nunca Deus lhi desse de mí ben
se non venhesse mui ced’, e non vén.

Non sei que x’ ést’ ou que pode seer
por que non vén, pois que lho eu roguei,
ca el mi disse como vos direi
e sol non meteu i de non poder;
que nunca Deus lhi desse de mí ben
se non venhesse mui ced’, e non vén.

Non sei que diga, tanto m’ é gran mal
do meu amigo, de como m’ errou,
ca mi diss’ el, u se de mí quitou,
e non sacou ende morte nen al;
que nunca Deus lhi desse de mí ben
se non venhesse mui ced’, e non vén.


II

Cuidades vós, meu amigo, unha ren:
que me non poss’ assanhar sen razón
eu contra vós come vós; por que non?
Escontra mí cuidades i mal sén,
ca poder ei de m’ assanhar assí,
eu contra vós come vós contra mí.

E, se cuidades ca non ei poder,
meu amigo, de mi vos assanhar
ben come vós a min, ides cuidar
mal sén, ca logo vos farei veer
ca poder ei de m’ assanhar assí,
eu contra vós come vós contra mí.

E, se cuidades que poder non ei
de me vos assanhar, se m’ eu quiser,
ben come vós a min, se vos prouguer,
ben outrossí me vos assanharei,
ca poder ei de m’ assanhar assí,
eu contra vós come vós contra mí.

Mais, pois me vós Deus por amigo deu,
e mí a vós por amiga, muit’ á,
quitádevos vós de cuidardes ja
o que cuidades, ca ben vos dig’ eu
ca poder ei de m’ assanhar assí,
eu contra vós come vós contra mí.


III

Vistes, madre, quando meu amigo
pos que verría falar comigo;
oje día cuidades que venha?

Vistes u jurou que non ouvesse
nunca de min ben, se non venhesse;
oje día cuidades que venha?

Víste-las juras que mi jurou entón:
que verría, sen mort’ ou sen prisón;
oje día cuidades que venha?

Viste-las juras que jurou alí,
que verría, e jurouas per mí;
oje día cuidades que venha?


IV

Que boas novas que oj’ oirá
o meu amigo, quando lh’ eu disser
ca lhi quer’ eu maior ben ca m’ el quer,
e el entón, con ben que lhi será,
non saberá como mi agradecer
nen que mi diga, con tan gran prazer.

Ca lhi direi ca mui melhor ca mí
lhi quer’ eu ja, nen ca meu coraçón,
nen ca meus olhos, se Deus mi perdón,
e, pois que lh’ eu tod’ esto meter i,
non saberá como mi agradecer
nen que mi diga, con tan gran prazer.

E outro prazer vos direi maior
que vos eu dixi: que lh’ oj’ eu direi
que viva mig’, assí non morrerei;
e, pois que lh’ eu disser tan grand’ amor,
non saberá como mi agradecer
nen que mi diga, con tan gran prazer.

O que el deseja máis doutra ren
lhi direi oje, tanto que o vir,
ca lhi direi ca non posso guarir,
tal ben lhi quero, e el entón con ben
non saberá como mi agradecer
nen que mi diga, con tan gran prazer.


V

Par Deus, amigo, nunca eu cuidei
que vos perdesse, como vos perdí,
por quen non parece melhor de mí
nen ar val máis, e tal queixum’ end’ ei
que direi, amigo, per boa fe,
como pareç’ e seu nom’ e quen é.

Se vos foss’ eu por tal dona perder
que me vencess’ oj’ en parecer ben
ou en al que quer, prazer m’ ía én,
mais tan sen guisa o fostes fazer
que direi, amigo, per boa fe,
como pareç’ e seu nom’ e quen é.

En toda ren que vos possa buscar
mal, buscárvo-lo ei, mentr’ eu viva for,
ca me leixastes por atal senhor
que, ben vos digo, con este pesar
que direi, amigo, per boa fe,
como pareç’ e seu nom’ e quen é.

E, poi-lo eu disser, per boa fe,
pesar vos á, pois souberen quen é.


VI

Dized’, amigo, en que vos merecí
por non quererdes comigo viver,
e saberedes que non ei poder
de viver, pois vós partides de mí,
e, pois sen vós viver non poderei,
vivede mig’, amig’, e viverei.

Vivede mig’ e ben vos estará
e averei sempre que vos gracir,
ca, se vos fordes e vos eu non vir,
non viverei, amig’, u al non á,
e, pois sen vós viver non poderei,
vivede mig’, amig’, e viverei.

Se queredes que vos eu faça ben,
ai meu amigo, en algunha sazón,
vivede migo, se Deus vos perdón,
ca non poss’ eu viver per outra ren
e, pois sen vós viver non poderei,
vivede mig’, amig’, e viverei.

Pois entendedes, amigo, com’ é
a mha fazenda, por Nostro Senhor,
vivede migo, ca, pois sen vós for,
non poderei viver, per boa fe,
e, pois sen vós viver non poderei,
vivede mig’, amig’, e viverei.


VII

Disséronmi ora de vós unha ren,
meu amigo, de que ei gran pesar,
mais eu mho cuido mui ben melhorar
se eu poder, e poderei mui ben,
ca o poder que eu sempre houben, m’ ei,
e eu vos fiz e eu vos desfarei.

Dízenmi que filhastes senhor tal
per que vos cuidastes de min partir,
e ben vos é, se vos a ben saír,
mais deste ben fareivos end’ eu mal,
ca o poder que eu sempre houben, m’ ei
e eu vos fiz e eu vos desfarei.

Senhor filhastes, com’ oí dizer,
a meu pesar, e perderedes i,
se eu poder, e poderei assí
como fiz sempr’ e posso me poder,
ca o poder que eu sempre houben, m’ ei,
e eu vos fiz e eu vos desfarei.

E, pois vos eu tornar qual vos achei,
pesar mi á én, mais pero vingar m’ ei.


VIII

Pero vos ides, amigo,
sen o meu grad’ alhur viver,
non vos ides, ond’ ei prazer,
por non falardes comigo,
ca d’ aquí o poss’ eu guisar,
mais por mi fazerdes pesar.

E, pero vos ides d’ aquén,
non vos ides, do que mi praz,
por non fazer eu quanto faz
molher por om’ a que quer ben,
ca d’ aquí o poss’ eu guisar,
mais por mi fazerdes pesar.

Irvos podedes, mais ben sei
ca non diredes con razón
que non faç’ eu de coraçón
por vós quanto de fazer ei,
ca d’ aquí o poss’ eu guisar,
mais por mi fazerdes pesar.

E, pero vos ir queredes,
non diredes, per boa fe,
con dereito, que per min é,
ca faç’ eu quanto dizedes,
ca d’ aquí o poss’ eu guisar,
mais por mi fazerdes pesar.


IX

Amigo: pois me leixades
e vos ides alhur morar,
rog’ eu a Deus, se tornades
aquí por comigo falar,
que non ajades, amigo,
poder de falar comigo.

E, pois vos vós ir queredes
e me non queredes creer,
rog’ a Deus, se o fazedes
e tornardes por me veer,
que non ajades, amigo,
poder de falar comigo.

Pois non catades mesura
nen quanto vos eu fiz de ben,
rog’ a Deus, se per ventura
tornardes por mi dizer ren,
que non ajades, amigo,
poder de falar comigo.

Pois vos ides sen meu grado
e non dades nada por mí,
rog’ eu a Deus, se coitado
fordes e tornardes aquí,
que non ajades, amigo,
poder de falar comigo.


X

Amig’ ouv’ eu a que quería ben,
tal sazón foi, mais ja ’migo non ei
a que ben queira nen o averei
en quanto viva ja, per unha ren,
ca mi mentiu o que mi soía
dizer verdad’ e nunca mentía.

E mui pouc’ á que lh’ eu oí jurar
que non quería ben outra molher
senón min, e ben sei eu que lho quer,
e por esto non poss’ en ren fiar,
ca mi mentiu o que mi soía
dizer verdad’ e nunca mentía.

Máis me fiava per el ca per mí
nen ca per ren que no mundo viss’ al,
e mentium’ ora tan sen guisa mal
que non fiarei en ren des aquí,
ca mi mentiu o que mi soía
dizer verdad’ e nunca mentía.

E, se outr’ ouvesse, mentirm’ ía,
pois mi mentiu o que non mentía.


XI

O por que sempre mha madre roguei,
que vos visse, meu amigo, non quer;
mais pesarlh’ á muito, quando souber
que vos eu dig’ esto que vos direi:
cada que migo quiserdes falar,
falade mig’, e pes a quen pesar.

Pes a quenquer e mátese por én,
ca post’ é ja o que á de seer:
veer vos ei, se vos poder veer,
e poderei, ca, meu lum’ e meu ben,
cada que migo quiserdes falar,
falade mig’, e pes a quen pesar.

Pois entendo que mha mort’ e meu mal
quer, pois non quer ren de quant’ a mí praz,
e, poi-lo ela por aquesto faz,
fazed’ aquest’, e depois faras’ al:
cada que migo quiserdes falar,
falade mig’, e pes a quen pesar.

Sempr’ eu punhei de mha madre servir,
máis por esto ca por outra razón:
por vos veer, amig’, e por al non;
mais, pois mho ela non quer consentir,
cada que migo quiserdes falar,
falade mig’, e pes a quen pesar.


XII

Cavalgava noutro día
per un caminho francés
e unha pastor siía,
cantando con outras tres
pastores, e non vos pes’,
e direivos todavía
o que a pastor dizía
aas outras en castigo:
«Nunca molher crea per amigo,
pois s’ o meu foi e non falou migo».

«Pastor, non dizedes nada,»
diz unha delas entón,
«se se foi esta vegada,
ar verras’ outra sazón
e diravos por que non
falou vosc’, ai ben talhada,
e é cousa mais guisada
de dizerdes com’ eu digo:
Deus, ora venhesse o meu amigo
e avería gran prazer migo».




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