21 de abril de 2022

Warsan Shire

La casa

i

Madre dice que en el interior
de todas las mujeres hay habitaciones cerradas:
la cocina de la lujuria,
el dormitorio de la pena, el baño de la apatía.
A veces los hombres… vienen con llaves,
y a veces los hombres… vienen con martillos.


ii

Nin soo joog laga waayo, soo jiifso aa laga helaa,
Le dije Alto, le dije No, pero no me escuchó.


iii

Tal vez ella tenga un plan, tal vez se lo devuelva solo para que
él se despierte horas más tarde en una bañera llena de hielo,
con la boca seca, mirando su nueva y pulcra intervención.


iv

Señalo mi cuerpo y digo Oh, ¿este trasto viejo?
Pero si acabo de ponérmelo
.


v

¿Vas a comerte eso? le digo a mi madre, señalando a mi padre que está tumbado en la mesa del comedor, con una manzana roja metida en la boca.


vi

Cuanto más grande es mi cuerpo, más habitaciones cerradas hay y más hombres vienen con llaves. Anwar no la introdujo hasta el fondo, aún pienso en lo que podría haber abierto dentro de mí. Basil vino y dudó en la puerta durante tres años. Johnny, el de ojos azules, vino con una bolsa de herramientas que ya había utilizado en otras mujeres: una horquilla, una botella de lejía, una navaja y un bote de vaselina. Yusuf gritó el nombre de Dios a través del ojo de la cerradura y nadie respondió. Algunos suplicaron, otros treparon por el costado de mi cuerpo buscando una ventana, otros dijeron que estaban de camino y no llegaron nunca.


vii

Muéstranos en la muñeca donde te tocó, me dijeron.
Yo les dije No soy como una muñeca, soy como una casa.
Me dijeron Muéstranoslo en la casa.

Pues así: dos dedos en el tarro de mermelada
Pues así: un codo en el agua de la bañera
Pues así: una mano en el cajón.


viii

Debería hablaros de mi primer amor, el que hace nueve años encontró una trampilla bajo mi pecho izquierdo, se cayó dentro y no ha vuelto a ser visto. De vez en cuando siento que algo se arrastra por mi muslo. Si se diera a conocer, probablemente lo dejaría salir. Espero que no se haya tropezado con los otros, los chicos desaparecidos de pueblos pequeños, con madres agradables, que hicieron cosas malas y se perdieron en el laberinto de mi pelo. Los trato bastante bien: una rebanada de pan, una pieza de fruta si tienen suerte. Excepto a Johnny, el de ojos azules, que apartó mis mechones y se arrastró dentro. Chico tonto, encadenado al sótano de mis miedos; pongo música para ahogarlo.


ix

Toc toc.
¿Quién es?
Nadie.


x

En las reuniones señalo mi cuerpo y digo Aquí viene a morir el amor. Bienvenido, adelante, como si estuvieras en tu casa. Todos se ríen; piensan que estoy de broma.



Nota. Nin soo joog laga waayo, soo jiifso aa laga helaa es, al parecer, un proberbio somalí: ‘Quien no escucha la palabra detente, escuchará la palabra cae’, es decir, quien no se detiene cuando se lo piden, caerá, será castigado. En la versión accesible en Google Books, con el título Bless This House, la propia autora lo traduce al inglés como A man who won't listen to words, will listen to action, ‘quien no escucha las palabras, escuchará la acción’. Por otra parte, la palabra incision, que aparece en la tercera estrofa de esta versión, ha sido substituida en la publicada en Poetry Foundation, con el título The House, por procedure. ☛ Warsan Shire. The House (poetryfoundation.org)
W. Shire. Bless This House (books.google.es)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2022


                    ∼

The House

i

Mother says there are locked rooms inside all women; kitchen of lust,
bedroom of grief, bathroom of apathy.
Sometimes, the men―they come with keys,
and sometimes, the men―they come with hammers.

ii

Nin soo joog laga waayo, soo jiifso aa laga helaa,
I said Stop, I said No and he did not listen.

iii

Perhaps she has a plan, perhaps she takes him back to hers
only for him to wake up hours later in a bathtub full of ice,
with a dry mouth, looking down at his new, neat procedure.

iv

I point to my body and say Oh this old thing? No, I just slipped it on.

v

Are you going to eat that? I say to my mother, pointing to my father who is lying on the dining room table, his mouth stuffed with a red apple.

vi

The bigger my body is, the more locked rooms there are, the more men come with keys. Anwar didn’t push it all the way in, I still think about what he could have opened up inside of me. Basil came and hesitated at the door for three years. Johnny with the blue eyes came with a bag of tools he had used on other women: one hairpin, a bottle of bleach, a switchblade and a jar of Vaseline. Yusuf called out God’s name through the keyhole and no one answered. Some begged, some climbed the side of my body looking for a window, some said they were on their way and did not come.

vii

Show us on the doll where you were touched, they said.
I said I don’t look like a doll, I look like a house.
They said Show us on the house.

Like this: two fingers in the jam jar
Like this: an elbow in the bathwater
Like this: a hand in the drawer.

viii

I should tell you about my first love who found a trapdoor under my left breast nine years ago, fell in and hasn’t been seen since. Every
now and then I feel something crawling up my thigh. He should make himself known, I’d probably let him out. I hope he hasn’t bumped in to the others, the missing boys from small towns, with pleasant mothers, who did bad things and got lost in the maze of my hair. I treat them well enough, a slice of bread, if they’re lucky a piece of fruit. Except for Johnny with the blue eyes, who picked my locks and crawled in. Silly boy, chained to the basement of my fears, I play music to drown him out.

ix

Knock knock.
Who’s there?
No one.

x

At parties I point to my body and say This is where love comes to die. Welcome, come in, make yourself at home. Everyone laughs, they think I’m joking.



☛ PyoZ ☚