É a minha vida
percorrida por um álcool penetrante.
(Es mi vida
recorrida por un alcohol penetrante.)
H. Helder, Elegia múltipla
1
En cada espejo adivino
vidriosas miradas huidizas.
No sé si alguien espía
turbándose en el otro lado,
o seré yo mismo, acaso,
eludiendo mi desconcierto.
Tú no sabes nada de esto:
Pilla el puto dinero y piérdete.
Las acacias —hacia el este—
despiertan a un cielo amarillo.
2
Mustio paisaje anodino
de urbe en silencio inestable:
lejos, farolas y calles
fundidas en fuga infinita,
y al fondo la duda íntima
de un sueño real y rotundo.
Mientras vacilo en el surco
de un taxi que pasa sin verme,
las acacias —contra el este—
se inflaman de ardor amarillo.
3
Bajón de resaca, frío;
recuerdos que vuelven de un pozo.
La lluvia, una playa, vómitos;
el día y la noche bebiendo.
Pelea en un bar; desierto
de gente gritando en la música.
Lo que no quieras ver nunca
es lo que tendrás para siempre…
Y las acacias —al este—
expanden su impulso amarillo.
egm.2019
Revisión del poema publicado en Luz de invierno en octubre de 2010
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