Al mismo río entramos y no entramos
pues que los mismos somos y no somos.
Heráclito, Fragmentos
Este río es otro río
aunque el mismo nos parezca,
cuando sereno al mar huye,
es la misma y otra agua
en su permanente cambio
en la forma y el color;
el glaciar es diferente
cada vez que lo contemplas,
en su aparente estupor,
y es el mismo, sin embargo,
mientras cambia de matices
y sus murallas derruye.
Nube, lluvia, niebla o nieve,
agua y hielo, rauda o lento,
que perenne e intenso fluye
hacia el mar, que es el nacer
a otra vida renovada
de inabarcable fervor;
fuente, arroyo, rambla, lago,
catarata retumbante
o torrente arrollador;
ría, fiordo, charca o rápido;
playa, delta, ancón, bahía;
iceberg que se diluye
y ya es ola de otro océano;
en Cheliuskin, y Ouessent,
siempre el mar es otro río,
en Agulhas, isla Attu,
Hornos, Mizen, Butt of Lewis,
cabo York, y Bjargtangar;
siempre igual, y flujo y ola;
ola y flujo, igual y otro;
otro siempre y hondo y mío.
Y aunque es pronto todavía,
en las olas de este cosmos,
para seguir ni esperar,
en Tarifa y Cap de Creus,
refluyendo entre las algas
en el río me deslío,
y en Fisterra y Corrubedo
siempre soy el mismo río
que se asume en otro mar.
—Sí, un poema en tercetos… vale.
—Aunque también podríamos disponerlo así:
Este río es otro río aunque el mismo nos parezca, cuando sereno al mar huye:
es la misma y otra agua en su permanente cambio en la forma y el color;
el glaciar es diferente cada vez que lo contemplas, en su aparente estupor,
y es el mismo, sin embargo, mientras cambia de matices y sus murallas derruye.
Nube, lluvia, niebla o nieve, agua y hielo, rauda o lento, que perenne e intenso fluye
hacia el mar, que es el nacer a otra vida renovada de inabarcable fervor;
fuente, arroyo, rambla, lago, catarata retumbante o torrente arrollador;
ría, fiordo, charca o rápido; playa, delta, ancón, bahía; iceberg que se diluye
y ya es ola de otro océano; en Cheliuskin, y Ouessent, siempre el mar es otro río,
en Agulhas, isla Attu, Hornos, Mizen, Butt of Lewis, cabo York, y Bjargtangar;
siempre igual, y flujo y ola; ola y flujo, igual y otro; otro siempre y hondo y mío.
Y aunque es pronto todavía, en las olas de este cosmos, para seguir ni esperar,
en Tarifa y Cap de Creus, refluyendo entre las algas en el río me deslío,
y en Fisterra y Corrubedo siempre soy el mismo río que se asume en otro mar.
—Anda, si es un soneto. Pues no parecía…
—Porque lo has leído aprisa.
—Vale. Pero un poco largo si que te ha quedado.
—Versos de veinticuatro sílabas; en realidad, de tres octosílabos cada uno.
—Pues debe ser un récord.
—Bah, no creo. Hay demasiada gente haciendo sonetos raros por ahí.
—Ah. Oye, ¿y qué es un ancón?
—Míralo en el diccionario, o en el gúguel.
—¿No será que no te acuerdas?
—Vete a tomar el aire a Bjargtangar.
—¡Vete tú, que tienes menos salú!
egm.2019
Revisión del poema publicado en Luz de invierno en octubre de 2010
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