Ritidoma
Encerrado en tu certeza,
que no sea lo que te impida ver
el árbol su corteza.
Vaciedad
El optimista vacía el vaso
medio lleno; el pesimista
rellena el vaso medio vacío.
Neto
No te prometo
que solo lo que saque
sea todo cuanto meto.
Qué va
Quién sabe qué, quién sabe na
—¡quia!—
de lo que fue, ni por qué va.
Rodeo
El estilo
confundes con la técnica y las témporas
con el peristilo.
Sisa
Pese a la prisa:
sonríe tú
que a mí me da la risa.
Verdadura
—No se aprende nada de la mentira.
—Ni de la verdad.
—Pues eso tampoco es poca verdad.
Rodeɀno
Pero no pares
hasta que aversos versos
vengan a pares.
Llantina
Pobrecico de mí:
no queda ya casi nada
de lo que nunca fui.
Coroso 260824
Último aviso
de los días del último verano
en el último paraíso.
egm. 2024
[Apropiación indebida]
No somos otra cosa que habitantes de una única bola
contenida en una improbable burbuja que surca el espacio.
F, Wulff
Un sinfín de historias, de sueños y aspiraciones
expresadas con diferentes símbolos y metáforas.
J. Arnau
Trajano emperador
en el golfo Pérsico sueña con pisar la India
y lamenta que la edad se lo impida
Gan Ying
embajador chino enviado a Roma
por la dinastía Han
Sajádeva
el menor de los Pándava
protagonistas del Mahabhárata
diversos
y divertidos episodios
un buda
es desenterrado en Egipto
una diosa hindú
en las ruinas de Pompeya
feas intriga
en la corte de la hermosa Cleopatra
fiero Heracles
espanta las moscas a Siddhartha Gautama
Estrabón
bebe el mundo en un vaso de sidra
Filón de Alejandría
cree que todo hombre bueno es libre
y gentes sabias
si bien pocas las hay en todas partes
Augusto
rinde visita a la tumba de Alejandro
mas no a los Ptolomeos
Eurípides
ve absurda la exaltación de los deportistas
no su propia vejez desdichada
Dion Crisóstomo
crítico de cínicos mendicantes
recetas
de un flan a la pimienta
de salsa para ostras
o cómo evitar los gaseos de la lechuga
Luciano de Samósata
satírico genio monologa itinerante
los chinos
por influencia budista creen
que la sabiduría está en el occidente
de China que es la India
se aparece Wu emperador
el Tao Te Ching
desconfíado ante el estado
Ban Chao
victorioso general y explorador
las fuentes
del río Amarillo en el estanque de jade
donde giran el sol y la luna
Ban Zhao
consejera confuciana de la emperatriz Deng Sui
Zhuang Zi
como los cínicos griegos
utiliza parábolas animales
para explicar los humanos zigzagueos
Aśoka emperador
de matanzas y arrepentimientos
las monedas de Menandro rey
indogriego al que instruye el budista Nagasena
ascetismo y pobreza
de quienes viven de granos que no cultivan
los dioses al servicio del dharma
una prostituta
logra detener el curso del Ganges
Roma
sometida por un emperador hindú
Sita
rescatada por un ejército de monos
Apolonio de Tiana
sostiene que los brahmanes
enseñaron a los egipcios cuanto estos sabían
Krishna
imaginería cosmológica en el Bhagavad-gītā
Kautilia
da inmorales consejos a príncipes en apuros
hilo y ovillo de las reencarnaciones
con instrucciones para hacerse invisible
e inventar la poesía
A partir de ☛ Juan Arnau, ‘A orillas del tiempo’, de Fernando Wulff: tres miradas que se cruzan en el mar
egm. 2024
Contenido figurativo
Hipótesis solemne es si
si con la lengua de los evangelios semíticos el viento lame
los goznes las jambas y en los filamentos
los huevos del polvo desentierra y una seca
luz y las simientes oscuras en las grietas aquí allá allá
y en todas partes
es si
si el viento hunde en la proteína el mordisco
y en las raíces de las zanjas y perforando el disco
de las langostas tiembla y dispara
la trayectoria del éter homogéneo (si mínimos
si mínimos por mínimos da mínimos
y retráctiles abismos)
y es si usas con las manos específicamente usuales
el aire como un lápiz de cristal
como una aguja
desatando la medida el pulso numerado la superficie
y no si el viento puja
o el aire de la naturaleza sino del aire-aire
el intimísimo prisma delirante y de la ráfaga
la curva misma, sino lo puro
homogéneo: la idea
la idea y el coro,
el instante y la intención,
el luto; el no sensible
coro de la percepción, la parábola que
que procede inmutable de la curva; luego el fruto
que desciende de la idea que; y espacio del espacio,
como el escarpado tránsito se extiende de un latido solo
el gorrión emblanquecido por los aéreos ciclos,
como el escarpado huevo
que sobre donde y sobre
y en las partes
y en las partes de las partes
in partibus infidelium,
y sobre donde
por la materna anatomía, entre los cartílagos serpentea y por los frágiles miembros
del quiasmo la desnuda
incertidumbre, los coletazos
el trauma y sobre las escorias heladas el fulgor sentido,
aquel negro
aquel del movimiento, aquel
del instante y la locura.
El cielo es
es pensado pesado medido desmedido, ¡bah! quién sabe,
y la calma es el secreto del espasmo, la raleza
del cielo, la prescrita naturaleza,
y el cielo es tan confuso como el consenso de los hombres,
como el corazón de las mujeres, simplicísima huella
el camino del agua equibullente sobre la piedra
y siempre antes mucho antes casi de que tú puedas
enunciar la forma o decir
una figura, el agua
ha ya dicho por sí sola, ore et ab aeterno, el todo
y la huella original.
Y aunque si
si tú usas el aire como un lápiz de cristal,
una aguja, el perno diptongo que chirría en el centro
de la razón, contracción de la brizna
de hierba que quiere adentrarse en la peña,
matriz que alborota y trabaja e inventa, lenta
arterial hipérbole, enigma mayúsculo, imaginaria
dimensión y diversos análisis, sacudiendo
cuanto sacuden
los jirones de las ventiscas en las crestas alleghanias
por la razón de que
el cerebelo de la ardilla piedra se vuelve
y que a la hora en que solidifica
que nace el cuerno
que nace la siringe
y nace el saúco
y el fémur sobre los muslos
y viola de amor
y violonchelo y mandolina
en el aura fina
del Barnegat, las rocas,
una hebra de música de nada
sobresalta es la viola
que corta el ágata
y la exigua corriente
y si aunque
si desaparece la sombra sedada del espasmo, circunscrita,
exánime, del germen y el reclamo sano
del mineral (calcio cuarzo cobre) entonces
la hoz, ahí está
la rueda, ahí está
y es también así
y también no así
y el dolmen
el menhir
el crómlech
el sese con manzanas
y estelas y xoàna
columna y acrotera de nogal
y el cemento de rampas y escaleras
y en cruz las maderas
y el putiferio vaginal…
Corrado Cagli, pintor
para hacer una cruz
hacen falta dos maderos: o
dos signos y el aire: tres
para poner el arquitrabe: y nervaduras
de aire para sembrar la voz donde dios quiere.
Pero tú tal vez mueves tu consideración y giras la sombra
y la giras y giras,
la sombra de los signos proyectados nuevos, en el orden ambigualente
del dominio
otro:
otro del follaje y de las tibias
otro de la ola y del polvo subsónico
otro del viento y de las pátinas románticas
otro
de la pulpa blanda y redonda y del contacto
paralelo
otro del hilo del evento y de la riña humana
otro de las conchas y del velo
otro del blanco limo lechoso sobre los postigos
en una baja mañana de color oval
otro, ya, otro aún, del arañazo duro
de la uña en el herma de diorita
otro del otro otro el último otro
lo puro homogéneo de los teoremas orales, y lo puro que regresa; el agua
lisa y desunida de toda semblanza que regenera, y sobre las cuernas
de fuego blanco y negro sobre las cuernas
sangra la singular silueta de la tragedia oriental.
Aquí firmo. Firmo con mi nombre. Jugamos
solo con las consecuencias y con la inane
lógica inane de las manifestaciones impulsivas.
Nota. disco: algo que las langostas, de tierra mar o aire, no tienen, aunque sí segmentos; en el original torso, que rima con morso, mordisco. sese: un tipo de túmulos funerarios megalíticos construidos en el segundo milenio antes de Cristo en la isla de Pantelleria, Sicilia, por la cultura sesiota (Wikipedia). xòana es el plural griego de xoanon (ver abajo). ore et ab aeterno, latín: ahora y desde siempre.
Notas de la traducción al inglés de D. E. Siracusa:
1. In partibus infidelium es una locución latina que significa ‘en tierras de no creyentes’.
2. En el original se lee equibollente, una combinación del prefijo equi, que significa igual, y el adjetivo bollente, hirviente. Fonéticamente, es muy parecido al italiano equipollente (equivalente) por lo que he elegido ‘equibolent’.
3. Villa utiliza el adjetivo Alleghani para referirse a la cordillera de los Allegheny, situada en el este de los Estados Unidos y que se extiende desde el norte de Pensilvania hasta el sur de Virginia.
4. Por extraño que parezca, la única explicación para Barnegat es un municipio situado en el condado de Ocean, Nueva Jersey.
5. En latín sese es la forma acusativa del pronombre reflexivo que significa él mismo, ella misma, sí mismo o ellos mismos.
6. Xoana eran efigies de madera utilizadas en diversos cultos de la antigua Grecia. En la actualidad no existen originales, solo copias en piedra o mármol.
7. Una acrotera es un ornamento arquitectónico situado en el vértice del frontón de un edificio.
8. Corrado Cagli (1910-1976) fue un destacado pintor italiano. A lo largo de los años, Villa escribió varias «críticas poéticas» dedicadas a su obra. Es difícil saber si Villa tenía en mente aquí una obra concreta de Cagli, aunque es posible que se trate de I destini intercalari (Los destinos intercalados), publicado por Edizioni d’Argo en 1949, la misma editorial que publicó E ma dopo de Villa un año después.
9. En el original se lee ambigualente, combinación de ambiguo y ambivalente.
☛ Emilio Villa. Contenuto figurativo (escholarship.org, pdf, p. 207)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2024
∼
Contenuto figurativo
Ipotesi solenne è se
se con la lingua dei vangeli semitici il vento lecca
i cardini gli stipiti e nelle filiture
le uova della polvere disseppellisce e una secca
luce e le semenze scure nelle crepe qua là là
e dappertutto
è se
se il vento affonda nella proteina il morso
e nelle radici degli sterri e trivellando il dorso
delle locuste trema e scatta
la traiettoria dell’etere omogeneo (se minimi
se minimi per minimi dà minimi
e retrattili abissi)
ed è se usi con le mani specificamente usuali
l’aria come fosse una matita di cristallo,
come un ago
sfrenando la misura il palpito numerato la superficie
e non se il vento vago
o l’aria di natura ma dell’aria-aria
l’intimissimo prisma delirante e della raffica
la curva medesima, ma il puro
omogeneo: l’idea
l’idea e il coro,
l’attimo e l’intenzione,
il lutto; il non sensibile
coro della percezione, la parabola che
che procede immutata dalla curva; poi il frutto
che scende dall’idea che; e spazio da spazio,
come l’erto transito distende d’un battito solo
il passero sbiancato dagli aerei cicli,
come l’erto uovo
che su dove e su
e nelle parti
e nelle parti delle parti
in partibus infidelium,
e su dove
per la materna anatomia, tra le cartilagini serpeggia e per i fragili arti
del chiasmo la nuda
incertezza, i guizzi,
il trauma e sulle scorie gelide il lume sentito,
quello nero
quello del moto, quello
dell’attimo e la follia.
Il cielo è
è pensato pesato misurato smisurato, mah! chi sa,
e la calma è il segreto dello spasmo, la radura
del cielo, la prescritta natura,
e il cielo è alquanto confuso come il consenso degli uomini,
come il cuore delle donne, semplicissima orma
il sentiero dell’acqua equibollente sulla pietra
e sempre prima molto prima quasi che tu possa
enunciare la forma o dire
una figura, l’acqua
ha già detto da sola, ore et ab aeterno, il tutto
e l’orma originale.
E però se
se tu usi l’aria come una matita di cristallo,
un ago, il perno dittongo che stride al centro
della ragione, premito del filo
d’erba che vuole inoltrarsi dentro il masso,
matrice che strepita e lavora e inventa, lenta
arteriosa iperbole, enigma madornale, immaginaria
dimensione e varia analisi, sbattendo
quanto sbattono
gli stracci delle bufere sulle creste Alleghani
per la ragione che
il cervelletto dello scoiattolo pietra diventa
e che nell’ora che solidifica
che nasce il corno
che nasce la siringa
e nasce il sambuco
e il femore sulle cosce
e viola d’amore
e cello e mandolino
nel soffio fino
del Barnegat, le rocce,
un refe di musica da niente
trasale è la viola
che taglia l’agata
e la sparuta corrente,
e se però
se sparisce l’ombra sedata dello spasmo, circoscritta,
esanime, del germe ed il richiamo sano
del minerale (calce quarzo rame) allora
la falce, ecco
la ruota, ecco
e è anche così
e anche non così
e il dolmen
il menhir
il cromlech
il sese con le mele
xòana e stele
colonna ed acrotèrio in noce
e il cemento delle rampe e scale
e i legni in croce
e il putiferio vaginale…
Corrado Cagli, pittore
per operare una croce
ci vogliono due legni: o
due segni e l’aria: tre
per porre l’architrave: e costole
d’aria per seminar la voce ove dio vuole.
Ma tu forse muovi la tua considerazione e giri l’ombra e la rigiri,
l’ombra dei segni progettati nuovi, nell’ordine ambigualente
del dominio
altro:
altro dal fogliame e dagli stinchi
altro dall’onda e dalla polvere subsònica
altro dal vento e dalle pàtine romantiche
altro
dalla polpa mite e tonda e dal contatto
parallelo
altro dal filo dell’evento e della lite umana
altro dai gusci e dal velo
altro dal bianco limo latte sugli usci
in una bassa mattina di colore ovale
altro, già, altro ancora, dal graffio duro
dell’unghia sull’erma di diorite
altro dall’altro oltre l’ultimo altro
il puro omogeneo dei teoremi orali, e il puro che ritorna; l’acqua
liscia e disunita di ogni sembianza che rigenera, e sulle corna
del fuoco bianco e nero sulle corna
sanguina la sagoma adorna della tragedia orientale.
Qui mi firmo. Mi firmo col mio nome. Noi giochiamo
solo con le conseguenze e con la inane
logica inane delle manifestazioni impulsive.
Dinámica tenaz
En la mente formulemos una dinámica
tenaz: el carro con las cinco ruedas
oblicuas en el sentido periódico
de los puntos cardinales en los dedos de la mano usual.
Y si tú ves despacio subir por la cuesta torcida
a esta gran rueda muerta, bueno, síguela
paso a paso, y una vez arriba en las repisas panorámicas
y tú roba de las locas arenas del silencio celoso
a la hora en que la puerta letárgica, los ilimitados
itinerarios y espacios vulnerables recuperando, bate
en la jamba y en el gozne de sal
chirría tenazmente, aquello que a la tierra vuelve
medida compensación y cuota inferna
ideal: roba
cuernas gentiles de sangre congoleña, y la luna
furibunda sobre las cataratas.
☛ Emilio Villa. Dinamica accanita (escholarship.org, pdf, p. 206)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2024
∼
Dinamica accanita
A mente formuliamo una dinamica
accanita: il carro con le cinque ruote
oblique nel senso periodico
dei punti cardinali sulle dita della mano usuale.
E se tu vedi adagio salire per la china storta
questa grande ruota morte, bene, séguila
pari pari, e giunto in alto sui ripiani panoramici
e tu ruba dalle matte arene del silenzio geloso
nell’ora che la porta litargica, gl’illimiti
itinerari e spazi vulnerabili recuperando, sbatte
sullo stipite e nel cardine di sale
cigola accanitamente, quel che alla terra torna
misurato compenso e quota infera
ideale: ruba
corna gentile di sangue congolese, e la luna
inviperita sulle cateratte.
Las palabras
Una estación de buitres tumescentes,
huyen las esposas por falta de alimento de los escándalos del orgasmo
y otras historias, habrá que olvidar con indiferencia, y con sentida
expresión, los campos exprimidos por los amigos íntimos, los terrenos
vallados, los verdes trapecios con relámpagos vespertinos, los tibios
contrastes de la primavera nacional tras los terraplenes, y las fuentes
ocultas del saber grano a grano las similitudes de las flores
de los vientos de los jadeos en los lugares no marcados, y las semanas
que en los quiasmos resurge la carne unánime-inánime en los quiasmos
y sacrificar al esbelto gallo en los brezales lombardos
el gesto que en la noche hurta la sangre fresca los árboles y las altas
cotas de los astros vanidosos, y la polar que atraviesa los senderos
de las abscisas, y presionar justo así
contra los drásticos horizontes triturados por tambores y níveos
fantasmas y hojear las direcciones ortogonales y en las vacías
esferas olfatear la chatarra entre las rosas pánicas y el aroma
del rocío de las haciendas adversas y el raciocinio crudo
de las milésimas angulaciones removidas en el coletazo de las truchas
las cúspides sonoras de los shrapnel y el cielo desnudo
lento de las azaleas,
¿verdad que has visto en el licor del atlántico con los ojos
de la vida entera, y concebido las térmicas metáforas
y a las grandes hipótesis obedecer a las mismas
causas influyentes de las mareas, y de las vueltas
climáticas que se producen en el esperma de los tiburones blancos?
entonces en un ímpetu unánime bebimos a coro
todos juntos, y uno a uno el aliento amado de la sola inquietud
que saqueaba la sombra y diezmaba las fatuas
semillas de las costumbres verbales, las refulgentes
ramitas del uranio y el verdadero olivo
de oro en la más quieta tiniebla del cuarzo, y el río
vivo de las arterias que remonta por la lumbre-labor de los esqueletos.
☛ Emilio Villa. Le parole (escholarship.org, pdf, p. 204)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2024
∼
Le parole
Una stagionaccia di tumescenti avvoltoi,
svignate le mogli per mancanza di cibarie di scandali di orgasmi
e d’altre storie, toccherà dimenticare con indifferenza, e con sentita
espressione, i campi spremuti dagli amici intimi, i terreni
recinti, i verdi trapezi con i lampi pomeridiani, i tiepidi
screzi della primavera nazionale dietro i terrapieni, e le fontane
occulte del sapere grano a grano le similitudini dei fiori
dei venti dei trafeli nei luoghi non segnati, e le settimane
che nei chiasmi risorge la carne unanime-inanime nei chiasmi
e massacrare il gallo forbito tra i brughi lombardi
il gesto che trafughi alla notte il sangue fresco gli alberi e le alte
quote degli astri vanitosi, e la polare cha valica i sentieri
delle ascisse, e risospingere proprio così
contro i drastici orizzonti frantumati dai tamburi i candidi fantasmi
e sfogliare le direzioni ortogonali e nelle vuote
sfere annusare le ferraglie tra le rose paniche e il sentore
di rugiada dai poderi avversi e il crudo
raziocinio delle millesime angolature divelte nel guizzo delle trote,
le cuspidi sonore degli shrapnell e il cielo nudo
lento delle azalee,
vero che tu vedevi nel liquore dell’atlantico con gli occhi
della vita intera, e concepivi le termiche metafore
e le ipotesi grandi ottemperare alle medesime
cause influenti delle maree, e delle volte
climatiche che accadono nello sperma degli squali bianchi?
quindi in un impeto unanime bevemmo in coro
gli insiemi, e uno per uno il soffio amato della sola inquietudine
che rapinava l’ombra e decimava i fatui
semi delle consuetudini verbali, i risplendenti
rameggi dell’uranio e il vero ulivo
d’oro nella più cheta tenebra del quarzo, e il fiume
vivo delle arterie che risale il lume-lavoro degli scheletri.
Dones
Astucia de lobo,
resistencia de lince,
fiereza de zorro.
Ni también
Si me ves un poco loco,
no te diré que sí
ni tampoco que tampoco.
Neciesidad
Neciamente necesitadas
necesitáis necesidades
necesariamente innecesitadas.
Brama
Disputan los cuervos
por lo mismo que guerrean los hombres
y pelean los ciervos.
Latinajus
Fugit carpe,
diem memento,
mori tempus.
Brotes
Qué más da ni que más dio
el botón que no abrirá
ni la flor que se mustió.
Ɀurra
Soy bien consciente
de que lo que escribo —y que nadie lee—
no es muy solvente.
Proyecta
Construye un castillo en la arena
y deja que las olas lo derruyan
maldiciendo la mar serena.
Bostaɀo
No obsta
tu altivez para que seas un monte
de bosta.
Turbera
Åguas negras;
turba oscura:
nítidas ínfulas ácidas.
egm. 2024
El poeta
Cuando aquella revista literaria
le envió una breve nota que decía:
«Muy estimado señor, sus poemas
no están en absoluto nada mal;
muy pronto publicaremos alguno»,
su pecho hinchó como un acorazado.
Toda su vida dio un enorme vuelco.
Comenzó a actuar como si conociera
a gente importante personalmente.
Si le decías «tal», decía «cual».
Si le decías «voy», decía «hoy».
Si le decías «dios», decía «adiós».
¡Y de eso pretendía vivir!
☛ Gerrit Komrij. De dichter (collecties.kb.nl)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2024
∼
De dichter
Toen het letterkundig tijdschrift
Hem een briefje toe deed komen,
Waarin stond : ‘Mijnheer, uw verzen
Waren lang niet slecht, we zullen
Er eerdaags een paar van plaatsen,’
Zwol zijn borst tot slagschiphoogte.
Heel zijn leven werd nu anders.
Hij ging doen alsof hij grote
Mensen hoogstpersoonlijk kende.
Hij zei stad wanneer jij blad zei.
Hij zei held wanneer jij speld zei.
Hij zei ach wanneer jij dag zei.
En daarvan wilde hij leven!
Un poema
La primera línea es para empezar.
La segunda es la undécima al revés.
La tercera te ayuda a progresar.
La cuarta rima a la segunda, ¿ves?
La quinta, de repente, es muy oscura.
La sexta hace mitad de la docena.
La séptima resulta una basura.
La octava, de tan seria, se envenena.
La novena repite igual compás.
La décima es quizá desilusión.
La undécima es la undécima sin más.
La duodécima es nada en conclusión.
☛ Gerrit Komrij. Een gedicht (4umi.com)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2024
∼
Een gedicht
De eerste regel is om te beginnen.
De tweede is de elfde van beneden.
De derde is om wat terrein te winnen.
De vierde moet weer rijmen op de tweede.
De vijfde draait u plotseling een loer.
De zesde heeft het twaalftal gehalveerd.
De zevende schijnt zwaar geouwehoer.
De achtste bloedserieus. Of omgekeerd.
De negende vertelt nog eens hetzelfde.
De tiende is misschien een desillusie.
De elfde is niets anders dan de elfde.
De twaalfde is van niets de eindconclusie.
Autoconmiseración
Nunca he visto a algo salvaje
sentir lástima de sí mismo.
Un pajarillo caerá muerto de frío de una rama
sin jamás haber sentido lástima de sí mismo.
☛ D. H. Lawrence. Self-pity (hellopoetry.com)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2024
∼
Self-pity
I never saw a wild thing
sorry for itself.
A small bird will drop frozen dead from a bough
without ever having felt sorry for itself.
Kardia
Oh, poeta:
anacardos y campari
son tu dieta.
Wasabi
Observa la substancia y la apariencia
con distancia
y la misma ajustada indiferencia.
Irrisión
Aquel flaco, seco seco, se reía,
y la flaca, tan seca no,
con el flaco, seco seco, seco rio.
Variable
Pero no va tan mal:
unas veces peor
y otras veces fatal.
Carita
Linda chiquilla:
tienes cara de sueño, pero eres
una pesadilla.
Tardior stultior debilior
Fortuna puta,
cada olimpiada puede ser la última:
llora y disfruta.
Media mitad
Si a ti te importa poco,
a mí me importa menos
de la mitad de medio moco.
Cósmicos Gutiérreɀ (de F. Navarro)
Destapan un amor,
con su pátina de modernidad,
por el viaje interior.
Hijo
Yo soy la exterminación y la muerte:
quien cree en mí, aunque crea estar vivo,
morirá eternamente.
Estrechura
Es un hecho:
el poema, si más ancho,
más estrecho.
egm. 2024
Homenaje a Aquilino
Ahora que regresa la primavera
por encima de Seivane en las tierras de Abadín
y va dejando sámago en los mimbres
ahora que retornan las floraciones antiguas
y una brisa delicada fragmento de escritura
va liberando el alma
ahora me percato de la presencia del amigo
cuando las aves conciertan el equinoccio celeste
y los bueyes en Lamanide
llevan en la cornamenta una rueda solar.
Queda ya lejos la aldea
la página purísima escrita en nieve
el principio de la patria
la pobreza inocente que respiran los niños
y da templanza al alma.
¿Te acuerdas, amigo?
La luz dejaba formas de nostalgia
y la frescura de las piedras
podía modular los ámbitos del río
lámina impresionista en la huidiza mañana.
Era el tiempo
en que las muchachas jóvenes recogían helechos.
Te acordarás a veces de la muda de las hojas
de los espacios marcados por una lluvia límpida
de la textura de la flor rosada de las zarzas
de la imprecisa distancia que va de la vida a la muerte
allá por Vilarente.
El atardecer descendía como un palio
sobre las torres de Mondoñedo
en el tiempo de los hexámetros latinos.
Era la consagración de la primavera
en la materia de los árboles en el regocijo del vértigo
en la memoria de las églogas:
Silvestrem tenui musam meditaris avena.
Venía la palabra nueva
en la fábula del amor en el principio de la música
en el esplendor imprevisto de los manzanos.
Llegaría una carta de Virgilio:
Sunt nobis mitia poma.
Huían las oscuras peonías
lejos del corazón adolescente:
No habías entrado aún en los palafitos de la muerte.
☛ Nota. Silvestrem tenui musam meditaris avena: Segundo verso de la Bucólica primera de Virgilio: (Tú, Titiro, recostado bajo una frondosa haya) ensayas la musa pastoril con suave flauta. Sunt nobis mitia poma: Segunda mitad del verso 80, al final de la Bucólica primera de Virgilio: (Aunque podrías descansar esta noche aquí, en lecho de hojas verdes.) Tengo manzanas maduras.
Luz Pozo Garza. Homenaxe a Aquilino (asymptotejournal.com)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2024
∼
Homenaxe a Aquilino
Agora que regresa a primavera
por riba de Seivane nas terras de Abadín
e vai deixando sámago nos vimbios.
Agora que retornan as floracións antigas
e unha brisa delicada fragmento de escritura
vai liberando a alma.
Agora me decato da presencia do amigo
cando as aves concertan o equinoccio celeste
e os bois en Lamanide
levan na cornamenta unha roda solar.
Atrás quedou a aldea
a páxina purísima escrita en neve
o principio da patria
a pobreza inocente que respiran os nenos
e dá tempero á alma.
¿Lémbraste, meu amigo?
A luz deixaba formas de saudade
e a frescura das pedras
podía modular os ámbitos do río
lámina impresionista na mañá fuxidía.
Era o tempo
en que as rapazas novas apañaban nos fieitos.
Lembraraste ás vegadas da mudanza das follas
dos espacios marcados por unha chuvia límpida
da textura da flor rosada das silveiras
da imprecisa distancia que vai da vida á morte
aló por Vilarente.
O serán descendía coma un palio
sobre das torres de Mondoñedo
no tempo dos hexámetros latinos.
Era a consagración da primavera
na materia das árbores na ledicia do vértigo
na memoria das églogas:
Silvestrem tenui Musam meditaris avena.
Viña a palabra nova
na fábula do amor no principio da música
no esplendor imprevisto das maceiras.
Chegaría unha carta de Virxilio:
Sunt nobis mitia poma.
Fuxían as escuras peonías
lonxe do corazón adolescente:
Aínda non entraras nos palafitos da morte.
Luis Amado Carballo
Él era un alegre enamorado
con un nombre de árbol
y una voz verde de aurora de mañana verdegueada,
y altas flores finas llenas de llovizna.
Un día —lo sabéis ya— se le abrió en el pecho
una rosa morena.
Anclaron sus ojos en anchos ríos calmos
y sus manos
fueron hierbecilla fina o algo así.
Desde entonces ya no fue
más que un alegre poeta de su tierra.
Una voz de pradales y agua nueva.
Un senderillo de alisos y cucos de abril.
Una vidriera verde-rosa de amaneceres…
Alondra de altas tierras verdegueadas,
primavera de ríos,
mañanita de fuentes
y un dulce misterio de flauta y soto amigo.
☛ Aquilino Iglesia Alvariño, Luis Amado Carballo (publicacions.academia.gal, pdf, p. 55)
☛ Biografía de Aquilino Iglesia Alvariño (dbe.rah.es)
☛ L. Rodríguez Gómez. Lectura temática da poesía de Aquilino Iglesia Alvariño (poesiagalega.org)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2024
∼
Luis Amado Carballo
(Ed. X. Alonso Montero, 1986)
Él era un ledo namorado
con un nome de álbore
e unha voz verde aurora de mañá verdegada,
e altas froles finas cheas de orballo.
Un día —xa o sabedes— abríuselle no peito
unha rosa mourana.
Ancraron os seus ollos en anchos ríos quedos,
e as suas maus
foron herbiña fina ou algo así.
Desde entón xa non foi
máis que un ledo poeta da súa terra.
Unha voz de pradelas e auga nova.
Un carreiriño de ameneiros e cucos de abril.
Unha vidreira verde-rosa de menceres…
Laberca de altas terras verdegadas,
primaveira de ríos,
mañanciña de fontes
e un doce aquél de frauta e souto amigo.
Luis Amado Carballo
(Normas 1982)
El era un ledo namorado
cun nome de árbore
e unha voz verde aurora de mañá verdegada,
e altas flores finas cheas de orballo.
Un día —xa o sabedes— abríuselle no peito
unha rosa mourana.
Ancoraron os seus ollos en anchos ríos quedos,
e as súas mans
foron herbiña fina ou algo así.
Dende entón xa non foi
máis que un ledo poeta da súa terra.
Unha voz de pradelas e auga nova.
Un carreiriño de ameneiros e cucos de abril.
Unha vidreira verde-rosa de amenceres…
Laverca de altas terras verdegadas,
primavera de ríos,
mañanciña de fontes
e un doce aquel de frauta e souto amigo.
Manuel Antonio
Por un mar verde de algas
llevaba su barco a la deriva.
¡Ay, nuestro amigo!
En un mar de algas verdegueado
flotaba a la deriva el barco.
¡Ay, nuestro amigo,
capitán de alto navío!
Clara estrella, su brújula,
nuevecita, se abrió en la sombra.
¡Ay, nuestro amigo!
Y aquella flor de los naufragios
se desojó sobre los mástiles.
¡Ay, nuestro amigo,
capitán de alto navío!
Nuevecita, se abrió en las sombras
sin viento, estela ni ola.
¡Ay, nuestro amigo!
Se desojó sobre los mástiles
de noche, De cuatro a cuatro.
¡Ay, nuestro amigo,
capitán de alto navío!
Nota. De catro a catro (De cuatro a cuatro) es el título del único poemario publicado en vida, en 1928, por Manuel Antonio.
☛ Aquilino Iglesia Alvariño, Manuel Antonio (publicacions.academia.gal, pdf, p. 54)
☛ Biografía de Aquilino Iglesia Alvariño (dbe.rah.es)
☛ L. Rodríguez Gómez. Lectura temática da poesía de Aquilino Iglesia Alvariño (poesiagalega.org)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2024
∼
Manuel Antonio
(Ed. X. Alonso Montero, 1986)
Por un mar verde de oucas
levara o seu barco a toas.
Ai, noso amigo!
Nun mar de oucas verdegado
boiara a toas o barco.
Ai, noso amigo,
capitán de alto navío!
Crara estrela, a súa buxola,
noviña, abriuse na sombra.
Ai, noso amigo!
E aquela frol dos naufraxios
desfollouse sobre os mastros.
Ai, noso amigo,
capitán de alto navío!
Noviña abriuse nas sombras
sin vento, ronsel nin onda.
Ai, noso amigo!
Desfollouse sobre os mastros
de noite, de catro a catro.
Ai, noso amigo,
capitán de alto navío!
Manuel Antonio
(Normas 1982)
Por un mar verde de oucas
levara o seu barco ás toas.
Ai, o noso amigo!
Nun mar de oucas verdegado
boiara ás toas o barco.
Ai, o noso amigo,
capitán de alto navío!
Clara estrela, o seu compás,
noviño, abriuse na sombra.
Ai, o noso amigo!
E aquela flor dos naufraxios
desfollouse sobre os mastros.
Ai, o noso amigo,
capitán de alto navío!
Noviño abriuse nas sombras
sen vento, ronsel nin onda.
Ai, o noso amigo!
Desfollouse sobre os mastros
de noite, de catro a catro.
Ai, o noso amigo,
capitán de alto navío!