27 de diciembre de 2016

Mia Couto

Identidad

Necesito ser otro
para ser yo mismo

Soy grano de roca
Soy viento que la desgasta

Soy polen sin insecto

Soy arena sustentando
el sexo de los árboles

Existo donde me desconozco
esperando a mi pasado
ansiando la esperanza del futuro

En el mundo al que combato muero
en el mundo por el que lucho nazco



Mia Couto. Identidade (filologia.org.br)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2016


                    ∼

Identidade

Preciso ser um outro
para ser eu mesmo

Sou grão de rocha
Sou o vento que a desgasta

Sou pólen sem insecto

Sou areia sustentando
o sexo das árvores

Existo onde me desconheço
aguardando pelo meu passado
ansiando a esperança do futuro

No mundo que combato morro
no mundo por que luto nasço




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26 de diciembre de 2016

Álvaro Cunqueiro

Ese que canta muy bajo en la mañana

Ese que canta muy bajo en la mañana
no soy yo. Las horas se van, se van
como nubes blancas tras los montes oscuros.
Sin música, ni palabras
de mí mismo vacías, y sin luz.

El que a mi lado sueñe, ese que no espere
de mí ni una mirada.
Quizá porque prefiero todo
lo que amé otrora, cuando sonreír sabía.
Pasé el tiempo acariciando la piel de mi memoria,
espejos que se encienden,
lámparas y rostros que a tientas reconozco,
tela sombría, y tibia y suave,
lluvia que viene a mis labios desde los días
de amor, abril antiguo, y rosas en el rosal.

El que a mi lado sueñe, ese que no espere
de mí ni una mirada,
pues solamente atiendo a mis recuerdos,
por si por la niebla de ellos pasan sus ojos verdes
a los que iban las mariposas del verano
como si fueran prados para sus juegos.



Álvaro Cunqueiro. Ese que canta baixiño na mañán (books.google.es)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2016


                    ∼

Ese que canta baixiño na mañán

Ese que canta baixiño na mañán
eu non son. As horas vanse, vanse
como nubes brancas tralos montes escuros.
Sen música, nin palabras
de min mesmo baleiras, e sen luz.

O que ao meu carón soñe, ese que non agarde
nin unha ollada de min.
Quizabes porque prefiro todo
o que amei noutrora, cando sorrir sabía.
Pasei o tempo aloumiñando a pel da memoria miña,
espellos que se acenden,
lámpadas e rostros que a tentas recoñezo,
tea sombriza, e morna e suave,
choiva que me vén aos beizos dende os días
de amor, abril antigo, e rosas na roseira.

O que ao meu carón soñe, ese que non agarde
nin unha ollada de min,
que soamente atendo aos meus recordos,
por se pola néboa deles pasan os seus ollos verdes
aos que ían as bolboretas do verán
coma se fosen prados pra os seus xogos.




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23 de diciembre de 2016

Donald Justice

Hay una luz de oro en ciertas pinturas antiguas

1

Hay una luz de oro en ciertas pinturas antiguas
que representa una dispersión del resol.
Es como la felicidad, cuando somos felices.
Proviene de todas partes y ninguna al mismo tiempo, este sol,
            y los pobres soldados tendidos al pie de la cruz
            comparten por igual su caridad a cara y cruz.


2

Orfeo vaciló junto al oscuro río.
Después de tanto mirar hacia adelante, miró hacia atrás.
Creemos que entonces cantó, pero la canción se ha perdido.
Al menos pudo ver otra vez a su amada detrás.
            Yo digo que la canción pudo ser así: Ay, prolongar
            ahora el dolor sería todo lo que hay que prolongar
.


3

El mundo está lleno de polvo, padre. Vamos a trabajar.
Un día la enfermedad se irá de la Tierra por siempre.
El huerto florecerá; alguien tocará la guitarra.
Nuestro trabajo quedará muy firme y limpio y para siempre.
            Y todo lo que sufríamos por haber existido
            será olvidado como si no hubiera existido.



Donald Justice. There Is a Gold Light in Certain Old Paintings (poetryfoundation.org)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2016


                    ∼

There Is a Gold Light in Certain Old Paintings

1
There is a gold light in certain old paintings
That represents a diffusion of sunlight.
It is like happiness, when we are happy.
It comes from everywhere and from nowhere at once, this light,
And the poor soldiers sprawled at the foot of the cross
Share in its charity equally with the cross.

2
Orpheus hesitated beside the black river.
With so much to look forward to he looked back.
We think he sang then, but the song is lost.
At least he had seen once more the beloved back.
I say the song went this way: O prolong
Now the sorrow if that is all there is to prolong.

3
The world is very dusty, uncle. Let us work.
One day the sickness shall pass from the earth for good.
The orchard will bloom; someone will play the guitar.
Our work will be seen as strong and clean and good.
And all that we suffered through having existed
Shall be forgotten as though it had never existed.




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21 de diciembre de 2016

Kristy Bowen

Casa hecha de fantasmas y pequeños animales

Por cada canción de amor hay un destrozado esqueleto
de paloma pudriéndose en el alero. Una partida que requiere
nada más que abrir y cerrar la puerta una sola vez.
Una pesadumbre de maletas y lámparas de pie y
álbumes de discos torpemente apilados en el maletero.
Ya ves, mis motivos son barro oscuro, hecho de violetas
y nostalgia. Pronto me hallarás reemplazando cada plato
y cepillo del pelo en la casa de otra persona, reemplazando
p con q, y arruinando la salida repentina. Me hallarás
hambrienta y sangrando bajo la escuálida maleza.
Por cada promesa incumplida te doy un anillo de rosas.
Una prolífica multitud de ratoncitos habitando los zócalos.
Animal, vegetal, mineral.

El terrible corazón duende de mi adiós.



Kristy Bowen. House Made of Ghosts and Small Animals (versedaily.org)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2016


                    ∼

House Made of Ghosts and Small Animals

For every love song, there is a broken dove skeleton
rotting in the eaves. A leaving, that requires
nothing but the door opening and closing just once.
A heaviness of suitcases and floor lamps and
record albums piled awkwardly in the trunk.
You see, my motives are mud dark, made oflarkspur
and longing. Soon you will find me replacing each dish
and hairbrush in someone else's house, replacing
p with q and mucking up the quick exit. Will find me
ravenous and bleeding beneath the weedy undergrowth.
For every broken promise, I give you a ring of roses.
A prolific number of tiny mice inhabiting the baseboards.
Animal, vegetable, mineral.

The terrible goblin heart of my goodbye.




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17 de diciembre de 2016

Paulo Henriques Britto

Nueve variaciones sobre un tema de Jim Morrison

You know the day destroys the night
Night divides the day

1
.

La tarde devora el día
que ya se revuelve entre nubes.
De noche.

La mañana engulle esa noche
aún granulada de estrellas.
De día.


2.

El día levanta la cabeza
en un gargarismo fatal:
la tarde le hiende la carótida.
Noche.

La noche segrega proyectos
de mundos flacos, sin color.
Y llega el día con su cortejo:
mañana.


3.

Nada cual la tarde, con trapos mugrientos
secando los restos de una luz ya sucia,
quitando las manchas de sol desmayado
con la complacencia de un apagavelas.

Nada cual la mañana, con sus dedos de fieltro,
franelas metafóricas de pura indiferencia,
extendiendo en lo oscuro la realidad plena
de un día aún hace poco del todo inconcebible.


4.

¿Por qué es que esa tarde despinta y desmaya y
sofoca lo que el día erigió por muy poco?

¿Por qué es que la mañana con todo ese estrépito
disipa lo que la noche a tal precio reunió?


5.

Disparate de la tarde:
porque al final el día invirtió tanto
en ocuparse, en instalar en el techo
el armatoste caro y trabajoso
del sol, en esparcir añil en el cielo
como un tintorero alucinado.

Artimaña de la mañana:
reventar toda la sábana de la noche
y detonar tantos colgantitos
de luz laboriosamente pinchados
y encendidos uno por uno, con desvelo
obsesivo de monomaníaco.


6.

Mañana, que nunca piensas dos veces
antes de remendar con tu plástico
banal el tapiz de la noche,
¡cómo eres de enorme!

Oh tarde, que tienes la desfachatez
suprema de apalear sin pudor
el pescuezo fino y albo del día:
¡cómo te envidio!


7.

La cara de esta tarde
es muda y austera, la cara de quien
asiste, no muy de cerca, a la muerte
prolongada y silenciosa de alguien
que no conoce, y no
desea conocer.

El rostro de la mañana
es el rostro frío e indescifrable
de quien contempla apático la muerte
de alguien desconocido, rostro
de quien, fuera la licencia poética,
no tiene rostro.


8.

Si acaso esta noche se extinguiera
en el féretro aéreo de la alborada,
tal como el día aún hace poco se desvaneció
en la cruda hemorragia de un crepúsculo,

será la comprobación aplastante
del triunfo de lo real insensible
sobre los sueños sublimes e inefables
de nuestros más insignes metafísicos.


9.

Todo todo es menor que la menor parte,
muchos mundos caben en una avellana.
No hay día que no muera en una tarde,
ni noche que no termine en mañana.



Paulo Henriques Britto. Nove variações sobre um tema de Jim Morrison (prosaempoema.com)
The Doors. Break On Through (To The Other Side) (youtube)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2016


                    ∼

Nove variações sobre um tema de Jim Morrison

You know the day destroys the night
Night divides the day.


1.
A tarde devora o dia
que já estrebucha entre nuvens.
É noite.

Manhã engole essa noite
encaroçada de estrelas.
É dia.

2.
O dia levanta a cabeça
num gargarejo fatal:
a tarde lhe rasga a carótida.
Noite.

A noite segrega projetos
de mundos magros, sem cor.
E vem o dia com seu préstito:
manhã.

3.
Nada como a tarde, trapos encardidos
enxugando os restos de uma luz já suja,
recolhendo as manchas de sol desmaiado
com a complacência de um apagador.

Nada como a manhã, com seus dedos de feltro,
flanelas metafóricas de pura indiferença,
a estender sobre o escuro a realidade plena
de um dia ainda há pouco de todo inconcebível.

4.
Por que é que essa tarde desmancha e desmaia e
sufoca o que o dia erigiu por um triz?

Por que é que a manhã como esse estrépito todo
dissipa o que a noite a tal custo ajuntou?

5.
Boçalidade da tarde:
porque afinal o dia custou tanto
a se investir, a instalar no teto
a gambiarra cara e trabalhosa
do sol, a despejar anil no céu
como um tintureiro alucinado.

Artimanhas da manhã:
despipocar todo o lençol da noite
e detonar tantos penduricalhos
de luz laboriosamente espetados
e acendidos um por um, com desvelos
obsessivos de monomaníaco.

6.
Manhã, que nunca pensas duas vezes
antes de atamancar com tua fórmica
banal a tapeçaria da noite,
como és enorme!

Ó tarde, que tens a desfaçatez
suprema de garrotear sem pejo
o pescoço fino e alvo do dia:
como te invejo!

7.
A cara desta tarde
é muda e austera, cara de quem
assiste, não de muito perto, à morte
prolongada e silenciosa de alguém
que não conhece, e nem
deseja conhecer.

O rosto da manhã
é o rosto frio e indecifrável
de quem contempla apático a morte
de alguém desconhecido, rosto
de quem, fora a licença poética,
rosto não tem.

8.
Se por acaso esta noite se extinguir
no féretro aéreo da alvorada,
tal como o dia ainda há pouco se esvaiu
na crua hemorragia de um crepúsculo,

será a comprovação esmagadora
do triunfo do real insensível
sobre os sonhos sublimes e inefáveis
dos nossos mais insignes metafísicos.

9.
Todo todo é menor que a menor parte,
muitos mundos cabem numa avelã.
Não há dia que não morra numa tarde,
nem noite que não se acabe em manhã.




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14 de diciembre de 2016

Huellas perdidas



1

Lo que se puede ver en el anverso
es una leve figura imprecisa
sobre un fondo difuso:

Un personaje de alguna leyenda
olvidada hace treinta milenios;
en semiperfil, muestra

glúteos protuberantes, los brazos
alzados. La huella de un animal
se diluye en el suelo.


2

El reverso es la canción de los siglos.
La evolución de una idea sencilla
que deviene epopeya.

El héroe transluce el miedo del hombre.
Corazón rígido, lengua agrietada,
ojos anebulados,

manos ensombrecidas, pene ingrávido;
cada enigma transitando una órbita
entre el sueño y la vida.


3

La Humanidad se consume en el mito.
Los dioses se descomponen en lodos
de orgullo y desmemoria.

El tiempo se desintegra y extingue.
Viejos planetas colapsan y caen
hacia el último Cosmos.

En un cráter de un satélite inerte
la huella de un primitivo humanoide
se confunde en el polvo.

egm. 2016

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9 de diciembre de 2016

Carmen R. Gillespie

Equinoccio

En algunos casos, una sucesión de arcos de color, de
un púrpura rojizo (…) aparecen dentro del arcoíris
primario. A estos se les llama arcoíris supernumerarios.
Humphrey Lloyd

Nunca puedo recordar cuál es cuál;
qué cambio de estación es equinoccio o solsticio.

Sé que en este día veintiuno, la continua
rotación del planeta se desplaza en torno a su eje,

y tú, ¡penumbra!, haces moretones en su órbita con arcos
purpúreos. La curva de cada año gira tensamente la llave

que da cuerda al impetuoso metrónomo ritual. Nosotros
quisimos oscilar en cada vuelta, los pies volando desde el suelo

contra el abismo con velas cogidas por los dientes.
Goteando cera para marcar la revolución; salpicando

esta extensión, estas estaciones de noria inclinada, por
alguna lloviznosa y ridícula razón irracional.



Carmen R. Gillespie. Equinox (versedaily.org)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2016


                    ∼

Equinox

"In some cases, a succession of colored arches,
of a reddish purple ... are seen within the primary
rainbow. These are called supernumerary rainbows."
—Humphrey Lloyd

I can never remember which is which,
what switch of seasons is equinox or solstice.

I do know that on this 21st day, the continual
round of this planet's roam shifts about its axis,

and you, penumbra!, bruise its orbit in purple
arcs. The curve of each year twists tight the key

that winds the brash metronome of ritual. We
wanted to swing each turn, feet winging out flat

against the chasm with candles held in our teeth.
Dripping wax to mark the revolution—trickling

this sweep, these tilted-Ferris wheel seasons, with
some drizzling, ridiculous, unreasonable reason.




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6 de diciembre de 2016

Rubem Fonseca

Sopa de piedra

Uno escribía el nombre de la mujer amada con letras de pasta
mientras la sopa se le enfriaba en el plato.
Otro era mitad soledad y mitad multitud.
No les quito ojo.
Uno andaba con la espada sangrienta en la mano.
Otro fingía que sentía lo que de verdad sentía.
Este decía que no cabe en el poema el precio de las judías.
No les quito ojo.
Aquel ve la vida como origen de su inspiración;
la vida, que es comer, defecar y morir.
Todo poeta está chiflado.
No les quito ojo.
Y también tiene que estar chiflado el pintor,
y el músico y el prosista.
La locura es muy útil
para todo creador.
Incluso para los cocineros
o cualquier inventor.
No les quito ojo.
Es mejor ser tullido que ciego.
La poesía es una sopa de piedra.
Todo cabe dentro de ella.



Nota
La sopa da pedra (sopa de la piedra) es un plato tradicional portugués a base de fríjoles, carnes de ternera y de cerdo, además de oreja y cabeza, junto con tocino, chorizo, morcilla y también variedad de verduras. Su nombre proviene al parecer de la siguiente fábula:
Llegó un famélico fraile mendicante a la puerta de unos ancianos y les pidió que le dejaran tan solo una olla y bastante agua para hacer una sopa con una piedra que sacó de un bolsillo.
Los ancianos le dejaron la olla con agua y cuando el fraile la puso al fuego y metió en ella la piedra le preguntaron si no quería nada más. El fraile reconoció que quizá necesitaría algo de aceite para dar sabor. Los ancianos le dieron el aceite y también sal.
Pero cuando ya la sopa llevaba un tiempo al fuego el fraile dijo a los ancianos que lo que de verdad le iría bien sería un poco de tocino y alguna legumbre que hubieran sobrado de otras comidas…
Los ancianos se lo dieron y añadieron además otras carnes y verduras que también fueron a parar a la olla. Al final resultó una sopa muy completa con la que se saciaron tanto el fraile como los ancianos.
Sin embargo, al terminar de comer y ver la piedra en el fondo de la olla, el anciano preguntó al fraile: «¿Y qué pasó con la piedra?»
A lo que el fraile respondió: «¿La piedra? Ahora la lavaré y servirá para la próxima comida».


Rubem Fonseca. Sopa de pedra (books.google.es)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2016


                    ∼

Sopa de pedra

Um escrevia o nome da mulher amada com letras de macarrão
Enquanto a sopa esfriava no prato.
Outro era metade solidão e metade multidão.
Estou de olho neles.
Um andava com a espada sangrenta na mão.
Outro fingia que sentia o que de verdade sentia.
Este dizia que não cabe no poema o preço do feijão.
Estou de olho neles.
Este vê a vida como origem da sua inspiração,
A vida que é comer, defecar e morrer.
Todo poeta é maluco.
Estou de olho neles.
E também tem que ser maluco o pintor
E o músico e o prosador.
A loucura é muito boa.
Para todo o criador.
Mesmo para os cozinheiros
Ou qualquer inventor.
Estou de olho neles.
É melhor ser capenga do que cego.
A poesia é uma sopa de pedra.
Cabe tudo dentro dela.




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3 de diciembre de 2016

Michael Meyerhofer

Mi madre me envió

un mensaje de texto
desde su ataúd.
Decía: Contenta
no estés aquí.
Ella siempre hace
cosas así. Dice
que es para ayudarme
a saborear el resto de
mis días. Pero yo sé
que es porque soy
el único que le queda
que no ha cambiado
de número.



Michael Meyerhofer. My Mother Sent Me (poemhunter.com)
troublewithhammers.com
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2016


                    ∼

My Mother Sent Me

a text message
from her coffin.
It said Glad
you're not here.
She's always doing
stuff like that. She says
it's to help me
savor my remaining
days. But I know
it's because I'm
the only one left
who hasn't changed
his number.




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30 de noviembre de 2016

Compromiso



Es un modo de convivencia ambiguo,
en el que, en cuanto avanza la liturgia,
cada adepto responde

a cada tacto de forma variable;
la combinación de varios individuos
en un vórtex —hallar el flujo puede

ser esencial— exige
un complejo grado de compromiso.
El dragón de sangre, a veces apático,

guarda y suele defender sus valiosos
tesoros; nunca pierde,
aunque no siempre obtenga beneficios.

Cada adicto cree entender qué hace
y quién es, si bien para discernir
su propia identidad

no deja de atravesar los espejos;
el flujo se diluye en la marea,
que vuelve a sus turbias profundidades.

El dragón es paciente
pues sabe que mañana hay otro eclipse.

egm. 2016

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28 de noviembre de 2016

Lo olvidado



La información se daña en las revueltas
de las sinapsis, siempre en movimiento.
Los sucesos se pierden

en ciertas regiones de la memoria
y desaparecen para el cerebro,
se disipan, se esfuman

como algo entrevisto en la carretera
fugazmente desde el coche y que luego
la memoria diluye,

aunque exista allí como el mismo objeto,
quizá similar a lo recordado
o tal vez diferente.

Los hechos se transforman en el tiempo.
De lo real le queda a la memoria
tan solo lo olvidado.

egm. 2016

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26 de noviembre de 2016

Siempre ingenuo,



supuse que sería
el principio de algo, pero fue
el puto fin de nada.

egm. 2016

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23 de noviembre de 2016

Tu dipi



es una cinta de Moebius,
con su misma forma, y el mismo efecto
sobre el espacio y el tiempo.


egm. 2016

En caso de que alguna palabra no sea fácilmente comprensible y no figure en los diccionarios de español, se recomienda substituir cada consonante por la consonante anterior, en el orden alfabético, y cada vocal por la posterior (nota del transfuctor).


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18 de noviembre de 2016

Asli Erdogan

El edificio de piedra

Nos reiremos más tarde, por ahora voy a llevarte al edificio de piedra. Cuando llegues a la esquina te creerás en un callejón sin salida, pero justo enfrente, al pie de la escalera, la calle gira a la izquierda. Detente ahí para decir adiós al mundo de los hombres.

El camino que nos ha traído aquí no tiene retorno. En el interior la luz está encendida día y noche; todo está expuesto a una claridad violenta e implacable y cada uno reducido a su sombra.

A cada pregunta hay que dar una respuesta breve; un destino se sostiene en unas pocas frases. Debe admitirse. El tiempo no tiene otro significado. El hombre es el más antiguo de los misterios, es materia que habla.

Antes yo amaba a alguien. Se fue y me dejó sus ojos. No tenía nadie a quien dejarme. Amar… Esa palabra, me la encontré hurgando en mi corazón, sondeando incansablemente estas densas tinieblas. ¡Pero nadie me dijo que «todo el mundo mata a quien ama»!

Estábamos juntos en el edificio de piedra. Durante mucho tiempo he prestado atención a los ruidos. Cuando llegó mi turno, el día no se había alzado aún.

Por supuesto, no me creéis. ¿Pensáis que este edificio es fruto de mis sueños? Pero, ¿no son nuestros sueños la levadura de la masa con la que estamos hechos? Por fin, el alba nace, regueros de rojo sangre aparecen en el horizonte… En el cielo tenso, apagado, muy plano, las estrellas se solidifican y desaparecen una tras otra. La última dejará una cuerda colgando hacia abajo, hacia nosotros. Tu noche silenciosa, tus palabras partidas por la mitad y ensangrentadas, tus sombras errantes, privadas de su dueño, tus sueños de color de corazón que nadie quiere, tus palabras aladas, podrán subir por ella… Todos tus sueños, que vinieron a vivir entre nosotros y regresaron sin avisar, podrán elevarse hacia las profundidades… En el trasfondo en que se pierden todo hombre y toda cosa…

¿Pero no me entendéis? Yo quizá hubiera podido contar mi relato en pasado. He empezado mi canción por el sitio equivocado, por la nota equivocada.



Asli Erdogan. Le bâtiment de pierre (fragmento) (bleudencreeditions-revue.over-blog.com)
Versión de E. Gutiérrez Miranda sobre la traducción al francés de Jean Descat

                    ∼

Le bâtiment de pierre

Nous rirons plus tard, pour l'instant je vais vous emmener dans le bâtiment de pierre. Arrivé à l'angle de l'édifice, vous aurez l'impression d'être dans une impasse, mais droit devant, au pied de l'escalier, la rue tourne à gauche. Vous vous arrêterez là pour dire adieu au monde des hommes.

Le chemin qui nous a menés ici est sans retour. Dedans, nuit et jour, la lumière est allumée, tout est exposé à une clarté violente et impitoyable et chacun est réduit à son ombre.

A chaque question, il faut faire une réponse brève, une destinée tient en quelques phrases. Il faut avouer. Le temps n'a plus d'autre sens. L'homme est le plus vieux des mystères, c'est de la matière qui parle.

Autrefois j'ai aimé quelqu'un. Il est parti en me laissant ses yeux. Il n'avait personne à me laisser. Aimer… Ce mot-là, je l'ai trouvé en fouillant dans mon cœur, en sondant inlassablement ces épaisses ténèbres. Mais personne ne m'a dit que "chacun tue celui qu'il aime" !

Nous étions ensemble dans l'édifice de pierre. J'ai longtemps prêté l'oreille aux bruits. Quand mon tour est venu, le jour n'était pas encore levé.

Bien sûr, vous ne me croyez pas. Vous pensez que ce bâtiment est issu de mon rêve ? Mais nos rêves ne sont-ils pas le levain de la pâte dont nous sommes pétris ? Finalement, l'aube va naître, des traînées rouge sang vont apparaître à l'horizon… Dans le ciel tendu, terne, tout plat, les étoiles vont se solidifier et disparaître l'une après l'autre. La dernière laissera pendre une corde vers le bas, vers nous. Ta nuit muette, tes mots coupés en deux et ensanglantés, tes ombres errantes, privées de leur maître, tes rêves couleur de cœur dont personne ne veut, tes mots ailés vont pouvoir y grimper… Tous tes rêves, venus vivre parmi nous et repartis sans crier gare, vont pouvoir se hisser vers les profondeurs… Dans les tréfonds où se perdent tout homme et toute chose…

Mais vous ne m'entendez pas ? J'aurais peut-être dû faire mon récit au passé. J'ai attaqué ma chanson dans le mauvais sens, par la mauvaise note.





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16 de noviembre de 2016

Hilda Hilst

Filó, la Hadita lésbica

Ella era gorda y menuda,
tenía pechitos redondos
y su almeja era peluda
como la mano de un mono.
Muy alegre y vital
cual golondrina,
por las tardes se vestía
como un chaval
para engañar mocitas.
La llamaban «Filó, la lésbica hadita».
En todo cuanto tocaba
dejaba su marca registrada:
una estrellita color de maravilla,
fucsia, rojo de flor,
nadie sabía el nombre de aquel color.
Metía el dedo en todos
los coñitos: negras, rubias con pecas,
incluso se decía…
que escarbaba en las muñecas.
Revolvía, pellizcaba,
como quien bien sabía
lo que un dedo hace
desde recién nacida.
Pero por la noche… cuando dormía…
se peía, rugía… y…
le nacía un palo grueso,
al principio igual que un hueso,
luego allí…
iba abultando, creciendo,
y se volvía un tronco
malva,
fucsia,
rojo de flor,
nadie sabía el color del tronco
de la Hadita Filó.
Hacían fila en la Villa,
conocida por «Villa del Tronco»,
y por toda la comarca
se extendió pronto la fama
y todo mundo cogía
de aquel árbol una rama.
Era un gozo gozoso,
tenebroso, sabroso,
¡un espasmo en el medio!
Muchachitas, mozarrones
y resecas viejecitas,
todo mundo gemía y lloraba
de pura alegría
en la Villa del Tronco.
Hasta que un buen día...
un tipo corpulentón,
con hocico de ardilla,
de boca roja, fucsia o maravilla,
(nadie sabía el nombre de aquel color)
raptó a la Hadita
y la llevó a vivir a su Isla.
Ni barco, ni puente,
el corpulentón nadando
como un bisonte impaciente
cargó con la Hadita.
De piernas abiertas
en la espalda del gigante,
por primera vez
en su corta vida
Filó se convulsionaba
revolviendo los ojillos
mientras, veloz veloz,
el corpulentón nadaba.
La Villa del Tronco
se quedó triste, vacía,
zurumbática, tétrica,
pues nunca más se vio
a Filó, la Hadita lésbica,
que por la noche se volvía fiera
y se peía y rugía,
y le nacía un tronco
fucsia,
malva,
maravilla,
rojo de flor,
hasta hoy nadie conoce
el nombre de aquel color.
Y nunca más se vio
a Alguien-Fantasía
que dejaba una estrella
en todo cuanto tocaba
y un agujero en el culo
de quien se apasionaba.

Moraleja del cuento, en relación a la Hadita:
Cuando menos se espera,
todo reverbera.

Moraleja del cuento, en relación a los vecinos
de la Villa del Tronco:
Nunca creas en haditas,
y mucho menos con tranca,
o se van cual golondrinas
o te dejan cara blanca.



Hilda Hilst. Filó, a Fadinha lésbica (angelfire.com)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2016


                    ∼

Filó, a Fadinha lésbica

Ela era gorda e miúda.
Tinha pezinhos redondos.
A cona era peluda
Igual à mão de um mono.
Alegrinha e vivaz
Feito andorinha
Às tardes vestia-se
Como um rapaz
Para enganar mocinhas.
Chamavam-lhe "Filó, a lésbica fadinha".
Em tudo que tocava
Deixava sua marca registrada:
Uma estrelinha cor de maravilha
Fúcsia, bordô
Ninguém sabia o nome daquela cô.
Metia o dedo
Em todas as xerecas: loiras, pretas
Dizia-se até...
Que escarafunchava bonecas.
Bulia, beliscava
Como quem sabia
O que um dedo faz
Desde que nascia.
Mas à noite... quando dormia...
Peidava, rugia... e...
Nascia-lhe um bastão grosso
De início igual a um caroço
Depois...
Ia estufando, crescendo
E virava um troço
Lilás
Fúcsia
Bordô
Ninguém sabia a cô do troço
Da Fadinha Filô.
Faziam fila na Vila.
Falada "Vila do Troço".
Famosa nas Oropa
Oiapoc ao Chuí
Todo mundo tomava
Um bastão no oiti.
Era um gozo gozoso
Trevoso, gostoso
Um arrepião nos meio!
Mocinhas, marmanjões
Ressecadas velhinhas
Todo mundo gemia e chorava
De pura alegria
Na Vila do Troço.
Até que um belo dia...
Um cara troncudão
Com focinho de tira
De beiço bordô, fúcsia ou maravilha
(ninguém sabia o nome daquela cô)
Seqüestrou Fadinha
E foi morar na Ilha.
Nem barco, nem ponte
O troncudão nadando feito rinoceronte
Carregava Fadinha.
De pernas abertas
Nas costas do gigante
Pela primeira vez
Na sua vidinha
Filó estrebuchava
Revirando os óinho
Enquanto veloz veloz
O troncudão nadava.
A Vila do Troço
Ficou triste, vazia
Sorumbática, tétrica
Pois nunca mais se viu
Filó, a Fadinha lésbica
Que à noite virava fera
E peidava e rugia
E nascia-lhe um troço
Fúcsia
Lilás
Maravilha
Bordô
Até hoje ninguém conhece
O nome daquela cô.
E nunca mais se viu
Alguém-Fantasia
Que deixava uma estrela
Em tudo que tocava
E um rombo na bunda
De quem se apaixonava.

Moral da estória, em relação à Fadinha:
Quando menos se espera, tudo reverbera.

Moral da estória, em relação ao morador
da Vila do Troço:
Não acredite em Fadinhas.
Muito menos com cacete.
Ou somem feito andorinhas
Ou te deixam cacoetes.




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10 de noviembre de 2016

Paulo Henriques Britto

Cuidado, poeta

Cuidado, poeta: el tiempo hincha el alma.
Después de un cierto número de páginas
ya no hay ángeles entre las líneas.
Y hasta la lucidez, esa moderna,
también se gasta, como las monedas.

Tener qué decir es juego arriesgado;
no se resuelve en un lance de dados.
No basta con la precisión del gesto.
El más felino gesto es casi nada
sin la existencia en lastre, esa cansada,

con su textura demasiado densa
para traspasar la tímida criba
de la pálida poesía, esa antigua.
El diccionario es grueso; el tiempo, corto.
Cuidado: Todo silencio es poco.



Paulo Henriques Britto. Cuidado, poeta (nsantand.wordpress.com)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2016


                    ∼

Cuidado, poeta

Cuidado, poeta: o tempo engorda a alma.
Depois de um certo número de páginas
anjos não pousam mais nas entrelinhas.
E até a lucidez, essa moderna,
também se gasta, como qualquer moeda.

O ter o que dizer é jogo arriscado,
não se resolve com um só lance de dados.
Não basta a precisão do gesto apenas.
O gesto mais felino é quase nada
sem o lastro da existência, essa cansada,

com sua textura por demais espessa
pra traspassar a tímida peneira
da pálida poesia, essa antiga.
O tempo é escasso. O dicionário é gordo.
Cuidado: Todo silêncio é pouco.




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3 de noviembre de 2016

Herberto Helder

De tal manera en el tiempo

de tal manera en el tiempo si es que se engañan de tal manera
siempre se engañan en cualquier cosa se engañan
en el poco tiempo que tienen para morir
de tal manera se engañan en las palabras que se engañan
en la cabeza que tienen
que tienen poca
y por eso cuando meten los dedos en la materia
se ve que la materia no estaba aún madura
¿qué prisa es esa? es la de que ya les huya enero y estén aún
en septiembre u octubre
¿de qué les valen las flores de la estación si cambian
rosas por margaritas silvestres?
de tal manera los aromas en las narinas de los búfalos
y las mariposas de plata se posan
apenas en nombres vagos no en corolas feroces
en las primaveras con grandes espacios entre palabras
¿pero qué buscan? ¿nombres?
¿apenas nombres entre tantos desastres?
yo no sé, yo tiemblo de dolor apenas
ante los nombres no vistos y tan aspirados que apetezca
morir por un nombre o dos o tres
juntos, exactos, repetidos,
como exactamente en pleno trance loco
entre las flores de los nombres como:
diccionario hoja tras hoja,
y aun así es como una especie de miedo,
con un temblor en el fondo de nuestra edad
que vamos a ver dónde están las personas que han huido
de nuestra vida, y cuándo fue que los tocamos,
o en la camisa o en el cabello o al azar en los dedos,
y qué nombres eran los nombres de ellos entre
todos los nombres de la tierra,
y cuándo fue: si fue en el descubrimiento
o en los fines de mes o
en medio de una tarea leve como peinarse,
o resucitar en plena luz por
primera vez
o por última vez, justo antes de salir de las tinieblas
hacia las grandes danzas entre el aire y el agua,
sal ahora: y corta el cordón,
y entre sangre, ojos cerrados, abre toda la boca,
y respira mucho hasta casi caer borracho o loco
por la voz: el nombre y sobre todo nombre a nombre
cada cosa alrededor hasta que lo alcance
la ciencia de todos los nombres,
cosa a cosa de la tierra al final tan pequeña
que incluso él la domina,
en el dominio de los nombres,
y entonces lo suspende todo con miedo a que acabe allí con un solo nombre
el múltiple mundo matricial,
el mundo de las madres locas



Herberto Helder. De tal maneira no tempo... (folhadepoesia.blogspot.com)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2016


                    ∼

De tal maneira no tempo

de tal maneira no tempo se é que se enganam de tal maneira
sempre se enganam em qualquer coisa enganam-se
no tempo que pouco têm para morrer —
de tal maneira se enganam nas palavras que se enganam
na cabeça que têm
que a têm pouca —
e por isso quando metem os dedos na matéria
vê-se que a matéria não estava madura ainda —
que pressa é essa? é a de já lhes fugir janeiro e estarem ainda
em setembro ou outubro —
de que lhes valem as flores da época se trocam
rosas por margaridas silvestres?
de tal maneira os aromas nas narinas dos búfalos
e as borboletas de prata pousam
apenas em nomes vagos não em corolas ferozes
nas primaveras com grandes espaços entre palavras —
mas que procuram eles? nomes?
apenas nomes entre tantos desastres?
eu não sei, eu tremo de dor apenas
perante os nomes não vistos e aspirados tanto que apeteça
morrer por um nome ou dois ou três
juntos, exactos, repetidos,
como exactamente em pleno transe louco
entre as flores dos nomes como:
dicionário folha atrás de folha,
e mesmo assim é como uma espécie de medo,
com um tremor no fundo da nossa idade
que vamos ver onde estão as pessoas que fugiram
da nossa vida, e quando foi que lhes tocámos,
ou na camisa ou no cabelo ou ao acaso nos dedos,
e que nomes eram os nomes deles entre
todos os nomes da terra,
e quando foi: se foi na descoberta
ou nos fins dos meses ou
a meio de uma tarefa leve como pentear-se,
ou ressuscitar em plena luz pela
primeira vez
ou pela última vez, logo antes de sair das trevas
para as grandes danças entre o ar e a água,
sai agora: e corta o cordão,
e entre sangue, olhos fechados, abre a boca toda,
e respira muito quase até cair bêbedo ou louco
pela voz: o nome e sobretudo nome a nome
cada coisa em torno até que o alcance
a ciência dos nomes todos,
coisa a coisa da terra afinal tão pequena
que mesmo ele a domina,
no domínio dos nomes,
e então suspende tudo com medo que ali acabe com um só nome
o múltiplo mundo matricial,
o mundo das mães loucas




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2 de noviembre de 2016

Herberto Helder

Bicicleta

Allá va la bicicleta del poeta en dirección
al símbolo, en un día de verano
ejemplar. De pulmones en la espalda y boca
al aire, el poeta patilargo le da a la pata
en los pedales. Un gran recuerdo, las señales
de días sobrenaturales y la historia
secreta de la bicicleta. El símbolo es sencillo.
Los émbolos del corazón al ritmo de los pedales,
allá va el poeta en dirección a sus
señales. Le da a la pata
como los otros animales.

El sol es blanco, las flores legítimas, el amor
confuso. La vida es para siempre tenebrosa.
Entre las rimas y el sudor, aparece y des
aparece una rosa. En el día de verano,
violenta, la fantasía olvida. Entre
el nacimiento y la muerte, el movimiento de la rosa florece
sabiamente. Y la bicicleta se espacia
del milagro. El poeta aprieta el manillar y derrapa
en el instante de la gracia.

De pulmones a la espalda, la vida es para siempre
tenebrosa. La pata del poeta
apenas osa ahora pedalear. En mitad del aire
se distrae la flor perdida. La vida es corta.
Puta vida subdesarrollada.
La boca del poeta recorre los puntos cardinales.
El sol es blanco, el campo plano, la muerte
cierta. No hay sombra de señales.
Y el poeta le da a la pata como los otros animales.

Si la noche cae ahora sobre la rosa pasada,
y el día de verano se recoge
a su nada, ¿y la única dirección es la propia noche
hallada? De pulmones a la espalda, la vida
es tenebrosa. Muerte es transfiguración,
por la imagen de una rosa. Y el poeta patilargo
de rosa interior le da a la pata en los pedales
de la confusión del amor.
Por la noche secreta de los caminos iguales,
el poeta le da a la pata como los otros animales.

Si el sur es hacia atrás y el norte es hacia un lado,
es para siempre la muerte.
Agarrado al manillar y de pulmones a la espalda
como un neumático pinchado,
el poeta pedalea el corazón transfigurado.
En el recuerdo más antiguo la dirección de la muerte
es la misma que la del amor. Y el poeta,
al final más mortal que los otros animales,
le da a la pata en los pedales hacia un verano interior.



Herberto Helder. Bicicleta (geocaching.com)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2016


                    ∼

Bicicleta

Lá vai a bicicleta do poeta em direcção
ao símbolo, por um dia de verão
exemplar. De pulmões às costas e bico
no ar, o poeta pernalta dá à pata
nos pedais. Uma grande memória, os sinais
dos dias sobrenaturais e a história
secreta da bicicleta. O símbolo é simples.
Os êmbolos do coração ao ritmo dos pedais –
lá vai o poeta em direcção aos seus
sinais. Dá à pata
como os outros animais.

O sol é branco, as flores legítimas, o amor
confuso. A vida é para sempre tenebrosa.
Entre as rimas e o suor, aparece e desaparece
uma rosa. No dia de verão,
violenta, a fantasia esquece. Entre
o nascimento e a morte, o movimento da rosa floresce
sabiamente. E a bicicleta ultrapassa
o milagre. O poeta aperta o volante e derrapa
no instante da graça.

De pulmões às costas, a vida é para sempre
tenebrosa. A pata do poeta
mal ousa pedalar. No meio do ar
distrai-se a flor perdida. A vida é curta.
Puta de vida subdesenvolvida.
O bico do poeta corre os pontos cardeais.
O sol é branco, o campo plano, a morte
certa. Não há sombra de sinais.
E o poeta dá à pata como os outros animais.

Se a noite cai agora sobre a rosa passada,
e o dia de verão se recolhe
ao seu nada, e a única direcção é a própria noite
achada? De pulmões às costas, a vida
é tenebrosa. Morte é transfiguração,
pela imagem de uma rosa. E o poeta pernalta
de rosa interior dá à pata nos pedais
da confusão do amor.
Pela noite secreta dos caminhos iguais,
O poeta dá à pata como os outros animais.

Se o sul é para trás e o norte é para o lado,
é para sempre a morte.
Agarrado ao volante e pulmões às costas
como um pneu furado,
o poeta pedala o coração transfigurado.
Na memória mais antiga a direcção da morte
é a mesma do amor. E o poeta,
afinal mais mortal do que os outros animais,
dá à pata nos pedais para um verão interior.




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28 de octubre de 2016

Decaigo,



me destropiezo y me yergo,
y, ergo,
vuelvo a excavar sin motivo,
cultivo

una utopía en tu pelo,
revelo
tu resplandor más oculto,
sepulto

mis perversiones contigo,
predigo
que he de volver a estar cuerdo,
recuerdo

que no habrá sol más profundo,
me hundo
en una nube de sarro,
desbarro

donde recaigo y tropiezo
y empiezo
otro poema sin hilo,
vacilo

ante el verdor de tu loto,
rebroto
y entre estas algas arraigo,
y caigo.

egm. 2016

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27 de octubre de 2016

Una gaviota



me llama, dice:
Ve junto a ella;
sabes bien donde,
junto a la arena.

Le digo: Sigue
vuelo, agorera;
vete a graznar
a las bateas,

que aquí la roca
es dura y seca
y las borrascas
no son tan recias.

egm. 2016

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26 de octubre de 2016

Hilda Hilst

Del deseo

¿Quién eres? Pregunté al deseo.
Respondió: Lava. Después polvo. Después nada.



I

Porque hay deseo en mí, es todo centelleo.
Antes, lo cotidiano era un pensar alturas
buscando a Aquel Otro decantado,
sordo a mi humano latido.
Viscosidad y sudor, pues nunca se hacían.
Hoy, de carne y hueso, laborioso, lascivo
tomas mi cuerpo. Y qué descanso me das
después de las luchas. Soñé peñascos
cuando tenía el jardín aquí al lado.
Pensé subidas donde no había rastros.
Extasiada, follo contigo
en vez de gemir ante la nada.


II

Verte. Tocarte. Qué fulgor de máscaras.
Qué dibujos y rictus en tu cara
como vehementes frisos en alfombras antiguas.
Que sombrío te vuelves si repito
el sinuoso camino que persigo: un deseo
sin dueño, un adorarte vívido pero libre.
Y qué oscura me hago cuando muerdes de mí
palabras y residuos. Me dan hambres,
agonías de grandes espesuras, empañadas lunas,
cuchillos, tempestad. Verte. Tocarte.
Cordura.
Crueldad.


III

Pegado a tu boca mi desorden.
Mi vasto querer.
Lo incomponible haciéndose orden.
Pegada a tu boca, pero descomedida,
ardua,
constructor de ilusiones te inspecciono ávida
como si fueras a morir pegado a mi boca.
Como si fuera a nacer
y tú fueras el día magnánimo,
yo te sorbo extremada a la luz del amanecer.


IV

Si yo dijese que he visto un pájaro
sobre tu sexo, ¿deberías creerlo?
Y si no fuese verdad, en nada cambiará el Universo.
Si yo dijese que el deseo es Eternidad
porque el instante arde interminable,
¿deberías creerlo? Y si no fuese verdad,
tantos lo han dicho que tal vez pueda ser.
En el deseo nos vienen pedanterías, adornos,
impudicia, rubor. Y ahora digo que hay un pájaro
volando sobre el Tajo. ¿Por qué no puedo
motear de inocencia y poesía,
huesos, sangre, carne, el ahora
y todo eso en nosotros que se hará disforme?


V

Existe la noche, y existe la brea.
Noche es el velado corazón de Dios,
ese que por pudor ya nunca busco.
Brea es cuando tú te alejas o dices
que viajas, y un sol de hielo
me petrifica la cara y me desobliga
de fidelidad y de conjura. El deseo
ese de la carne, a mí no me da miedo.
Así como me vino, tampoco me avasalla.
¿Sabes por qué? Luché con Aquel.
Y de Él tampoco fui lacaya.


VI

Aquel Otro no veía mi mucha amplitud.
Nada LE bastaba. Ni ígneas canciones.
Y ahora vana, te parezco soberbia, magnífica,
y follas como quien muere la última conquista
y ardes como deseé arder de santidad.
(Y hay luz en tu carne y tú palpitas).
Ay, ¿por qué me veo vasta e inflexible
deseando un deseo colindante
a un Hambre airada y obsesiva?


VII

Recuerda que hay un querer doloroso
y de hastío al que llaman amor.
Y otro de tulipas y de espejos,
licencioso, indigno, al que llaman deseo.
Tiene el caminar un descamino, un arrastrarse
en dirección a los vientos, a los azotes
y un único extraordinario torbellino.
¿Por qué me quieres siempre en los espejos,
en aquel descaminar, en el polvo de los imposibles
si solo me quiero viva en tus venas?


VIII

Si te ausentas hay paredes en mí.
Frialdad de calles duras
y un desvanecimiento trémulo de helechos.
Entonces ¿me amas? comienzas a preguntar.
Y yo repito que hay paredes, frialdad,
hay movimientos, y aun así no hay llama.
DESEO es un Todo lustroso de caricias,
una boca sin forma, en Caracol de Fuego.
DESEO es una palabra con la viveza de la sangre
y otra con la ferocidad de Un solo Amante.
DESEO es Otro. Vorágine que me habita.


IX

¿Y por qué habrías de querer mi alma
en tu cama?
Dije palabras líquidas, deleitosas, ásperas,
obscenas, porque era así como nos gustaba.
Pero no mentí gozo placer lascivia,
ni omití que el alma está más allá, buscando
a Aquel Otro. Y te repito: ¿por qué habrías
de querer mi alma en tu cama?
Retírate del recuerdo de coitos y aciertos.
O tiéntame de nuevo. Oblígame.


X

Lates como si fueran de carne las mariposas.
¿Y qué viene a ser eso? preguntas.
Digo que así tiene que empezar mi poema.
Entonces te quejas de que nunca estoy contigo,
que de improviso lanzo versos al aire
o hablo de los pinos escoceses, aquellos
que a Talleyrand le gustaba cuidar.
O incluso cuando grito o desfallezco
adivinas sonrisas, códigos, intrigas,
dices que debo tenerlos en mis reversos.
Pues puede ser.
Para pensar el Otro, yo deliro o verseo.
PensarLO es gozo. Entonces ¿no lo sabes? INCORPÓREO ES EL DESEO.



Hilda Hilst. Do desejo. Obra poética reunida (aulasdathaisunitau.files.wordpress.com, pdf)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2016


                    ∼

Do desejo

Quem és? Perguntei ao desejo.
Respondeu: lava. Depois pó. Depois nada.

I
Porque há desejo em mim, é tudo cintilância.
Antes, o cotidiano era um pensar alturas
Buscando Aquele Outro decantado
Surdo à minha humana ladradura.
Visgo e suor, pois nunca se faziam.
Hoje, de carne e osso, laborioso, lascivo
Tomas-me o corpo. E que descanso me dás
Depois das lidas. Sonhei penhascos
Quando havia o jardim aqui ao lado.
Pensei subidas onde não havia rastros.
Extasiada, fodo contigo
Ao invés de ganir diante do Nada.

II
Ver-te. Tocar-te. Que fulgor de máscaras.
Que desenhos e rictus na tua cara
Como os frisos veementes dos tapetes antigos.
Que sombrio te tornas se repito
O sinuoso caminho que persigo: um desejo
Sem dono, um adorar-te vívido mas livre.
E que escura me faço se abocanhas de mim
Palavras e resíduos. Me vêm fomes
Agonias de grandes espessuras, embaçadas luas
Facas, tempestade. Ver-te. Tocar-te.
Cordura.
Crueldade.

III
Colada à tua boca a minha desordem.
O meu vasto querer.
O incompossível se fazendo ordem.
Colada à tua boca, mas descomedida
Árdua
Construtor de ilusões examino-te sôfrega
Como se fosses morrer colado à minha boca.
Como se fosse nascer
E tu fosses o dia magnânimo
Eu te sorvo extremada à luz do amanhecer.

IV
Se eu disser que vi um pássaro
Sobre o teu sexo, deverias crer?
E se não for verdade, em nada mudará o Universo.
Se eu disser que o desejo é Eternidade
Porque o instante arde interminável
Deverias crer? E se não for verdade
Tantos o disseram que talvez possa ser.
No desejo nos vêm sofomanias, adornos
Impudência, pejo. E agora digo que há um pássaro
Voando sobre o Tejo. Por que não posso
Pontilhar de inocência e poesia
Ossos, sangue, carne, o agora
E tudo isso em nós que se fará disforme?

V
Existe a noite, e existe o breu.
Noite é o velado coração de Deus
Esse que por pudor não mais procuro.
Breu é quando tu te afastas ou dizes
Que viajas, e um sol de gelo
Petrifica-me a cara e desobriga-me
De fidelidade e de conjura. O desejo
Esse da carne, a mim não me faz medo.
Assim como me veio, também não me avassala.
Sabes por quê? Lutei com Aquele.
E dele também não fui lacaia.

VI
Aquele Outro não via minha muita amplidão.
Nada LHE bastava. Nem ígneas cantigas.
E agora vã, te pareço soberba, magnífica
E fodes como quem morre a última conquista
E ardes como desejei arder de santidade.
(E há luz na tua carne e tu palpitas.)
Ah, porque me vejo vasta e inflexível
Desejando um desejo vizinhante
De uma Fome irada e obsessiva?

VII
Lembra-te que há um querer doloroso
E de fastio a que chamam de amor.
E outro de tulipas e de espelhos
Licencioso, indigno, a que chamam desejo.
Há o caminhar um descaminho, um arrastar-se
Em direção aos ventos, aos açoites
E um único extraordinário turbilhão.
Porque me queres sempre nos espelhos
Naquele descaminhar, no pó dos impossíveis
Se só me quero viva nas tuas veias?

VIII
Se te ausentas há paredes em mim.
Friez de ruas duras
E um desvanecimento trêmulo de avencas.
Então me amas? te pões a perguntar.
E eu repito que há paredes, friez
Há ,olimentos, e nem por isso há chama.
DESEJO é um Todo lustroso de carícias
Uma boca sem forma, em Caracol de Fogo.
DESEJO é uma palavra com a vivez do sangue
E outra com a ferocidade de Um só Amante.
DESEJO é Outro. Voragem que me habita.

IX
E por que haverias de querer minha alma
Na tua cama?
Disse palavras líquidas, deleitosas, ásperas
Obscenas, porque era assim que gostávamos.
Mas não menti gozo prazer lascívia
Nem omiti que a alma está além, buscando
Aquele Outro. E te repito: por que haverias
De querer minha alma na tua cama?
Jubila-te da memória de coitos e acertos.
Ou tenta-me de novo. Obriga-me.

X
Pulsas como se fossem de carne as borboletas.
E o que vem a ser isso? perguntas.
Digo que assim há de começar o meu poema.
Então te queixas que nunca estou contigo
Que de improviso lanço versos ao ar
Ou falo de pinheiros escoceses, aqueles
Que apetecia a Talleyrand cuidar.
Ou ainda quando grito ou desfaleço
Advinhas sorrisos, códigos, conluios
Dizes que os devo ter nos meus avessos.
Pois pode ser.
Para pensar o Outro, eu deliro ou versejo.
Pensá-LO é gozo. Então não sabes? INCORPÓREO É O DESEJO.




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25 de octubre de 2016

Carol Ann Duffy

La hermana gemela de Elvis

Are you lonesome tonight? Do you miss me tonight?
Elvis está vivo y es mujer: Madonna



En el convento, oigan,
cuido el huerto,
veo crecer las cosas,
rezo por el alma inmortal
del rock 'n' roll.

Me llaman
Hermana Presley aquí.
La Madre Superiora
cuenta que muevo las caderas
igual que mi hermano.

El canto gregoriano
se desliza sobre la hierba,
Pascha nostrum immolatus est…
Llevo un hábito sencillo
de tonos oscuros,

una toca con el ribete
de novicia, un rosario,
una cadena con llaves
y un par de buenos y robustos
zapatos de gamuza azul.

Pienso en ello como
si esto fuera Graceland,
una tierra de gracia.
Trae mi vieja sonrisa lenta y ladeada
de vuelta a mi cara.

Señor.
Estoy con vida y bien.
Hace ya tiempo que caminé
por Lonely Street
hacia el Heartbreak Hotel.



Nota
Traduzco 'y’all', en el primer verso, por 'oigan'; se trata de un equivalente del pronombre vosotros propio del sur de Estados Unidos. En la última estrofa 'Señor' es la traducción para 'Lawdy', una forma de Lord, aunque aquí se hace referencia a Lawdy Miss Clawdy, canción de Lloyd Price que Elvis cantó en 1956. 'Lonely Street' es parte de la letra de Heartbreak Hotel: Down at the end of Lonely Street at Heartbreak Hotel. La 'sonrisa lenta y ladeada' ('my trademark slow lopsided smile' en el original) es “marca registrada” de Elvis. Y, por supuesto, 'zapatos de gamuza azul' es como se tradujo en su momento el título de la canción de Carl Perkins Blue Suede Shoes en la versión del grupo mexicano Teen Tops. Para más referencias en este poema, en inglés, seguir el enlace de abajo.

Carol Ann Duffy. Elvis's Twin Sister (worldswiferchk.weebly.com)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2016


                    ∼

Elvis's Twin Sister

Are you lonesome tonight? Do you miss me tonight?
Elvis is alive and she’s female: Madonna


In the convent, y’all
I tend the gardens,
watch things grow,
pray for the immortal soul
of rock ‘n’ roll

They call me
Sister Presley here.
The Reverend Mother
digs the way I move my hips
just like my brother

Gregorian chant
drifts out across the herbs,
Pascha nostrum immolatus est…
I wear a simple habit,
darkish hues,

a wimple with novice-sewn
lace band, a rosary,
a chain of keys,
a pair of good and sturdy
blue suede shoes.

I think of it
as Graceland here,
a land of grace.
It puts my trademark slow lopsided smile
back on my face

Lawdy.
I’m alive and well.
Long time since I walked
down Lonely Street
towards Heartbreak Hotel.




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24 de octubre de 2016

Elizabeth Bishop

El iceberg imaginario

Preferimos el iceberg al barco,
aunque signifique el final del viaje.
Aunque él sea inmóvil roca nublada
y todo el mar movible mármol.
Preferimos el iceberg al barco;
preferimos este llano de hielo
que respira, aunque las velas del barco
se hayan desplomado sobre el mar
como el hielo al que no diluye el agua.
Oh solemne, flotante campo,
¿sabes que el iceberg descansa en ti
y puede, al despertar, pacer sobre tus hielos?

Por esta escena un marino daría
sus ojos. Olvidando el barco. Emerge
el iceberg y se hunde de nuevo;
corrigen sus cristalinos pináculos
las elípticas en el cielo.
En esta escena recorrer las tablas
es ingenua retórica. El telón
es tan leve que sube en las finísimas
cuerdas que el etéreo hielo retuerce.
Las agudezas de estas blancas cimas
fintan al sol. Macizo, el iceberg ocupa
un cambiante escenario donde espera y observa.

Talla el iceberg sus facetas desde dentro.
Como las joyas de un sarcófago
se guardan eternamente y se adornan
solo a sí mismas, quizá así los hielos
que nos sorprenden yazgan sobre el mar.
¡Adiós, adiós! El barco aproa hacia
donde las olas ceden a otras olas
y las nubes corren cielos más cálidos.
Los icebergs estimulan al alma
a verlos (siendo ambos autoconstruidos
de elementos poco visibles)
así: corpóreos, puros, firmes e indivisibles.



Elizabeth Bishop. The Imaginary Iceberg (poemhunter.com)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2016


                    ∼

The Imaginary Iceberg

We'd rather have the iceberg than the ship,
although it meant the end of travel.
Although it stood stock-still like cloudy rock
and all the sea were moving marble.
We'd rather have the iceberg than the ship;
we'd rather own this breathing plain of snow
though the ship's sails were laid upon the sea
as the snow lies undissolved upon the water.
O solemn, floating field,
are you aware an iceberg takes repose
with you, and when it wakes may pasture on your snows?

This is a scene a sailor'd give his eyes for.
The ship's ignored. The iceberg rises
and sinks again; its glassy pinnacles
correct elliptics in the sky.
This is a scene where he who treads the boards
is artlessly rhetorical. The curtain
is light enough to rise on finest ropes
that airy twists of snow provide.
The wits of these white peaks
spar with the sun. Its weight the iceberg dares
upon a shifting stage and stands and stares.

The iceberg cuts its facets from within.
Like jewelry from a grave
it saves itself perpetually and adorns
only itself, perhaps the snows
which so surprise us lying on the sea.
Good-bye, we say, good-bye, the ship steers off
where waves give in to one another's waves
and clouds run in a warmer sky.
Icebergs behoove the soul
(both being self-made from elements least visible)
to see them so: fleshed, fair, erected indivisible.




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23 de octubre de 2016

El nunca



a

nunca ha habido
ni
lo habrá

no ha mirado
ni
verá

nunca ha oído
y
nunca oirá

nada ha hallado
ni
hallará


b

nunca ha hablado
ni
hablará

no ha venido
ni
vendrá

nunca ha estado
ni
estará

nada ha habido
y
nada habrá


c

nunca ha ido
y
nunca irá

no ha andado
ni
andará

nunca ha ardido
ni
arderá

nada ha hablado
ni
hablará


d

nunca ha amado
ni
amará

no ha querido
ni
querrá

nunca ha atado
ni
atará

nada ha ido
y
nada irá


e

nunca ha sido
ni
será

no se ha alzado
ni
alzará

nunca ha asido
ni
asirá

nada ha amado
ni
amará


f

nunca ha hallado
ni
hallará

no ha tenido
ni
tendrá

nunca ha dado
ni
dará

nada ha sido
ni
será

egm. 2016

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22 de octubre de 2016

El secreto de la esfinge



Finge. La esfinge finge
tener la respuesta al enigma; pero
ella también la ignora.

egm. 2016

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19 de octubre de 2016

Sumeria

El duelo de Gilgamesh por Enkidu

Ellos le dijeron a Gilgamesh:
«¿Por qué parecen tus mejillas hundidas y tu cara demacrada?
¿Por qué se ha roto tu corazón y arruinado tu semblante?
¿Por qué se revuelven tus tripas de desesperación?
¿Por qué tienes aspecto de estar tan hastiado del mundo?
¿Por qué pareces quemado por el sol y la cellisca,
merodeando por el desierto, vestido como una alimaña?»

Gilgamesh les dijo:
«¿Cómo no parecerán mis mejillas hundidas y mi cara demacrada?
¿Cómo no se habrá roto mi corazón y arruinado mi semblante?
¿Cómo no se revolverán mis tripas de desesperación?
¿Cómo no he de tener aspecto de estar hastiado del mundo?
¿Cómo no he de parecer quemado por el sol y la cellisca,
merodeando por el desierto, vestido como una alimaña?

»Mi amigo, tenaz como el mulo, ágil como el onagro, veloz como el leopardo;
Enkidu, tenaz como el mulo, ágil como el onagro, veloz como el leopardo;
nosotros éramos los que se unían para escalar montañas,
los que capturaron y dieron muerte al Toro Sagrado,
los que vencieron a Humbaba, el rey del Bosque de Cedros,
los que mataban leones en los desfiladeros.

»Mi amigo, al que quiero con gran fuerza,
el que siempre me acompañaba en las adversidades;
Enkidu, mi amigo, al que quiero con gran fuerza,
el que siempre me acompañaba en las adversidades:
el destino de todos los seres humanos lo ha vencido.

»Lo he estado llorando durante seis días y siete noches.
No podía entregarlo para que fuera enterrado;
tan solo después de que un gusano cayera de su nariz lo hice.
Enkidu, mi amigo, no podía entregarlo para que fuera enterrado;
tan solo después de que un gusano cayera de su nariz lo hice.

»Merodeo por el desierto porque me he vuelto temeroso de la muerte.
Lo que le sucedió a mi amigo fue demasiado duro de soportar,
y por eso merodeo por los caminos, hastiado del mundo.
Lo que le sucedió a Enkidu, mi amigo, fue demasiado duro de soportar,
y por eso merodeo por los caminos, hastiado del mundo.

»¿Cómo podría callar? ¿Cómo podría, entre toda la gente, guardar silencio?
Mi amigo, aquel que amo, se ha convertido en barro.
Enkidu, mi amigo, aquel que amo, se ha convertido en barro.
¿No soy yo como él? ¿No me tenderé también yo en reposo,
sin moverme otra vez, para siempre jamás?»



Gilgamesh’s Lament for Enkidu (mostlydeadlanguages.tumblr.com)
Versión de E. Gutiérrez Miranda sobre la traducción al inglés publicada en Slightly Alive Translations

                    ∼

Gilgamesh’s Lament for Enkidu (SB VIII.42-64, X.212-248)

This translation begins in the eighth tablet of the Standard Babylonian Gilgamesh Epic, when Gilgamesh is mourning the death of his lover Enkidu. The first 41 lines of this tablet list the people, places, and objects whom Gilgamesh exhorts to mourn Enkidu: “may ___ weep over you!” He lists them in order of increasing intimacy: first strangers, then friends, then parents, and finally Gilgamesh himself.

“Listen, young men. Listen to me.
Listen, elders of great Uruk. Listen to me.
I weep for my friend Enkidu;
like a grief-stricken woman, I howl in despair. [1]
The shaft at my side, the bedrock of my strength, [2]
the sword at my belt, the shield before me,
the clothing for my festivals, the sash on my pleasure: [3]
A fiendish force sprang up to snatch him from me.

“My friend, stubborn as a mule, nimble as a donkey, swift as a panther —
oh Enkidu, my friend, stubborn as a mule, nimble as a donkey, swift as a panther —
We were the ones who joined together to scale mountains,
who captured and killed the Sacred Bull,
who vanquished Humbaba, king of the Cedar Forest.

“So what kind of sleep steals you away now?
Darkness cloaks you; you cannot hear me.”

Yet still [Enkidu] did not lift his head.
He felt for his pulse: utterly still.

He veiled his friend’s face like a bride;
like an eagle, he circled over him.
Like a lioness robbed of her cubs,
he circled back and forth, back and forth.
He tore at his curly hair until it piled up around him;
he stripped off his finery and cast it away as anathema.

[Much of what follows is broken, but the remainder of Tablet 8 seems to consist of funeral rites, in which Gilgamesh gives gifts to various deities, so that they will welcome Enkidu in the afterlife. After completing his mourning rituals, Gilgamesh becomes distraught at his own mortality, and he begins to wander the world, looking for an answer to the problem of death. When he meets people, they ask him about his haggard appearance; this composite text was pieced together by Andrew George from fragmented repetitions of the interchange.]

They said to Gilgamesh,
“Why do your cheeks look sunken, your face gaunt?
Why is your heart broken, your appearance wrecked?
Why does your gut churn in despair?
Why does your face seem so world-weary?
Why do you look scorched by sleet and sun,
prowling the wilderness, dressed like a predator?”

Gilgamesh said to them,
“Why wouldn’t my cheeks look sunken, my face gaunt?
Why wouldn’t my heart be broken, my appearance wrecked?
Why wouldn’t my gut churn in despair?
Why wouldn’t my face seem world-weary?
Why wouldn’t I look scorched by sleet and sun,
prowling the wilderness, dressed like a predator?

“My friend, stubborn as a mule, nimble as a donkey, swift as a panther —
Enkidu, my friend, stubborn as a mule, nimble as a donkey, swift as a panther —
We were the ones who joined together to scale mountains,
who captured and killed the Sacred Bull,
who vanquished Humbaba, king of the Cedar Forest,
who killed lions in the mountain passes.

“My friend, whom I love fiercely,
who accompanied me through every trial —
Enkidu, my friend, whom I love fiercely,
who accompanied me through every trial –
The fate of all humans has vanquished him.

“For six days and seven nights, I wept over him.
I could not give him up to be buried.
Only after a maggot dropped out of his nose
did I […]

“I prowl the wilderness because I’ve become afraid of death. [4]
What happened to my friend was too heavy to endure,
and so I prowl the roads, world-weary.
What happened to Enkidu, my friend, was too heavy to endure,
and so I prowl the paths, world-weary.

“How could I keep quiet? How could I, of all people, fall silent?
My friend, the one I love, has turned to clay.
Enkidu, my friend, the one I love, has turned to clay.
Am I not like him? Will I not lie in rest,
never to stir again, forever and ever?”

[1] “A grief-stricken woman”: some translators render this as a professional mourner, but the word need not have that specific connotation. Moreover, the gender is quite notable, since this word for “mourner” usually appears in the masculine. It may imply that women are more vocal and expressive in their grief, or that Gilgamesh’s bond with Enkidu was as close as a wife’s would have been.
[2] The word I translate as “shaft” (haṣṣinnu, literally an axe) has three different connotations. First, it is a physical weapon that one might carry, parallel to the sword and shield in the following line. Second, back in Tablet 1, Enkidu’s arrival was prophesied when Gilgamesh dreamed about encountering an axe that he would caress like a wife, so this alludes back to their first meeting. Third, as I note in that section, the word sounds like assinnu, a male role with feminine or homosexual connotations. Thus, the single term alludes to Enkidu as warrior, partner, and lover.
[3] Both of these allude back to Tablet 1, where the courtesan Shamhat entices Enkidu to Uruk by promising him that “men belt their waits with sashes,” and “a festival is held every day.” Since the following lines in Tablet 1 describe the sexual allure of Uruk’s courtesans, these lines may also have an erotic connotation; either way, they clearly indicate that Enkidu was integral to Gilgamesh’s times of joy and celebration.
[4] This line is poignant on two levels. First, it explains Gilgamesh’s travels: he is traveling in an attempt to find immortality and avoid Enkidu’s fate. But second, Enkidu’s bravery had always dispelled fear; for instance, in Tablet V, Gilgamesh confesses to having fear in his heart, and Enkidu bolsters him with confidence. Now Gilgamesh is afraid, and no one can calm his fear.





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Venetta Octavia

Madame la Guillotine

Angela Carter sugiere que
la última esposa de Barba Azul no sabía
que estaba entrando en la boca del lobo.
Lamento disentir.
Yo fui su destrucción
y su condena.
Ahora voy a hablar.

¿Pero qué puedo decir aparte de que
cuando miraba mi reflejo en sus ojos
veía en qué me podría convertir,
que veía mi corrupción,
mi transigencia,
mi inacabable sed?
Así que fui.
Y después de aquella primera noche
caí en un profundo pozo de hambre.

Él estaba equivocado.
No se daba cuenta de que yo lo sabía.
Cuando me dio las llaves
fui inmediatamente a la habitación,
me desnudé sobre la mesa y esperé. Al regresar
gritó hasta quedarse ronco llamando a su amada esposa.
No esperaba encontrarme allí,
y sin embargo era donde yo estaba.

En fin, que lo hizo.
Yo era virginal, sacrificable,
y el cordero ya había entrado ciertamente
en la guarida del lobo.

¡La hoja cayó!
¡Y un collar de rojos rubíes en su cuello!
Me lamí los tajos.
Nada más sexi que una mujer
comiendo su propia carne.



Venetta Octavia. Madame la Guillotine (venettaoctavia.tumblr.com)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2016


                    ∼

Madame la Guillotine

Angela Carter suggests that
Bluebeard’s last wife did not know
she was stepping into the lion’s den.
I beg to differ.
I was his unmaking,
I was his damning,
I will speak.

What can I say other than that
when I saw myself reflected in his eyes
I saw what I could become?
Saw my corruption,
my compromise,
my never ending thirst?
So I went,
and after that first night,
I fell into a bottomless pit of hunger.

He was confused.
He had not realised I knew.
When he gave me his keys,
I went to the room straightaway,
laid myself bare on the table and waited for his return.
He yelled himself hoarse for his darling wife
he did not think to look for me there
and yet there I was.

Come, he did.
I was virginal
I was sacrificial
and now the lamb had really walked into the wolf’s lair.

Down went the blade!
And a string of red rubies around his neck!
I licked my chops.
Nothing sexier than a woman
who eats her meat.




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18 de octubre de 2016

Venetta Octavia

El arte de la ablución

Como la miel.
Bebo el fruto.
Me baño en leche.
El vino brota de la tierra en torno a mí.
Oh, milagro.
Oh, vaso de la verdad.
¿Te has perdido en la fe?

Come, bebe,
aquí está el cuerpo purificado;
se lava sus propios pies,
cena en la mesa.

Rocíame con el hisopo y
ofréceme vinagre.

Cedo, cedo.
Hágase tu voluntad.



Venetta Octavia. The Art of Ablution (venettaoctavia.tumblr.com)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2016


                    ∼

The Art of Ablution

I eat the honey.
I drink the fruit.
I bathe in milk.
Wine springs forth from the earth around me.
O, miracle.
O, vessel of truth.
Art thou lost in faith?

Eat, drink
here is the body purified
It washes its own feet
it sups at the table

Purge me with hyssop and
offer me vinegar

I yield, I yield
Thy will be done.




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17 de octubre de 2016

Safiya Sinclair

El centro del mundo

Los dóciles no heredarán nada.
Dios con su abrigo andrajoso
esta mañana, una lengua callada

en mi oído, pidiendo limosna,
frías manos que alcanzan mi falda.
Corderito, empobrecido rebaño,

bendice mi té negro con lágrimas.
He esquilado tu lana dorada,
grandes madejas usadas de encaje

blanco, precioso brocado, brillantes
hojas de higuera, polvo de joyas
en mi piel. Pelo de maíz en mi

dobladillo. He ordeñado a la fornida
bestia que llamáis América, y llevado
a vuestros hombres a través de mi pecho

como pieles. Zorro en alfiler y
chinchilla azul nieve: también ellos
venían a mordisquear a mi puerta,

tantos suaves ovillos rosa que atrapo.
Mis vigilantes en la sombra, mis
demonios de gruesos muslos. Con calma,

por favor. Decid a los perros que
me desnudan con sus ojos: no tengo nada
que ocultar. Me extenderé ampliamente.

Aquí, un destello de músculo. Aquí,
un poco de sangre de la caza. Ahora el centro
del mundo: mi incandescente coño.

Saludad todos a la oscura flor de azucena
y a la salvaje rosa de Damasco,
mi dulce Afrodita revelada

en el pliegue. Saludad al cálido jazmín
en la noche; denso almíbar
en tu boca, daga bifurcada

en mi lengua. Legiones en mi talón.
Aquí, en la roja meca del mundo,
arrodillaos. Aquí el Edén, aquí Belén,

aquí en la cuna de Tebas,
una altísima esfinge ronda el jardín,
devorando su alba húmeda.



Safiya Sinclair. Center of the World (poetryfoundation.org)
safiyasinclair.com
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2016


                    ∼

Center of the World

The meek inherit nothing.
God in his tattered coat
this morning, a quiet tongue

in my ear, begging for alms,
cold hands reaching up my skirt.
Little lamb, paupered flock,

bless my black tea with tears.
I have shorn your golden
fleece, worn vast spools

of white lace, glittering jacquard,
gilded fig leaves, jeweled dust
on my skin. Cornsilk hair

in my hems. I have milked
the stout beast of what you call America;
and wear your men across my chest

like furs. Stickpin fox and snow
blue chinchilla: they too came
to nibble at my door,

the soft pink tangles I trap
them in. Dear watchers in the shadows,
dear thick-thighed fiends. At ease,

please. Tell the hounds who undress
me with their eyes — I have nothing
to hide. I will spread myself

wide. Here, a flash of muscle. Here,
some blood in the hunt. Now the center
of the world: my incandescent cunt.

All hail the dark blooms of amaryllis
and the wild pink Damascus,
my sweet Aphrodite unfolding

in the kink. All hail hot jasmine
in the night; thick syrup
in your mouth, forked dagger

on my tongue. Legions at my heel.
Here at the world’s red mecca,
kneel. Here Eden, here Bethlehem,

here in the cradle of Thebes,
a towering sphinx roams the garden,
her wet dawn devouring.




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14 de octubre de 2016

Mia Couto

El bebedor de soles

En el desierto,
donde el cielo es redondo,
de mí soy mi propio espejismo.

En la arena
me hundo, difunto,
hasta que no haya sombra
sino bajo cansancios de párpados.

Cuando no hay más
que viento y dunas,
en mí invento el postrero oasis.

Una raíz
entonces me convoca,
pidiéndome cierto y definitivo.

No nací, empero,
para junto a fuentes morar.

De nuevo,
voy por donde no hay caminos.

Y solo en el fuego dejo huella.



Mia Couto. O bebedor de sóis (canaldepoesia.blogspot.com)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2016


                    ∼

O bebedor de sóis

No deserto,
onde o céu é redondo,
de mim mesmo sou miragem.

Na areia
me afundo, defunto,
até não haver sombra
senão sob cansaços de pálpebras.

Quando não há mais
que vento e dunas,
em mim invento o derradeiro oásis.

Uma raiz
então me convoca,
pedindo-me certo e definitivo.

Não nasci, porém,
para junto de fontes morar.

De novo,
vou por onde não há caminhos.

E só no fogo deixo pegada.




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