Uno escribía el nombre de la mujer amada con letras de pasta
mientras la sopa se le enfriaba en el plato.
Otro era mitad soledad y mitad multitud.
No les quito ojo.
Uno andaba con la espada sangrienta en la mano.
Otro fingía que sentía lo que de verdad sentía.
Este decía que no cabe en el poema el precio de las judías.
No les quito ojo.
Aquel ve la vida como origen de su inspiración;
la vida, que es comer, defecar y morir.
Todo poeta está chiflado.
No les quito ojo.
Y también tiene que estar chiflado el pintor,
y el músico y el prosista.
La locura es muy útil
para todo creador.
Incluso para los cocineros
o cualquier inventor.
No les quito ojo.
Es mejor ser tullido que ciego.
La poesía es una sopa de piedra.
Todo cabe dentro de ella.
Nota
La sopa da pedra (sopa de la piedra) es un plato tradicional portugués a base de fríjoles, carnes de ternera y de cerdo, además de oreja y cabeza, junto con tocino, chorizo, morcilla y también variedad de verduras. Su nombre proviene al parecer de la siguiente fábula:
Llegó un famélico fraile mendicante a la puerta de unos ancianos y les pidió que le dejaran tan solo una olla y bastante agua para hacer una sopa con una piedra que sacó de un bolsillo.
Los ancianos le dejaron la olla con agua y cuando el fraile la puso al fuego y metió en ella la piedra le preguntaron si no quería nada más. El fraile reconoció que quizá necesitaría algo de aceite para dar sabor. Los ancianos le dieron el aceite y también sal.
Pero cuando ya la sopa llevaba un tiempo al fuego el fraile dijo a los ancianos que lo que de verdad le iría bien sería un poco de tocino y alguna legumbre que hubieran sobrado de otras comidas…
Los ancianos se lo dieron y añadieron además otras carnes y verduras que también fueron a parar a la olla. Al final resultó una sopa muy completa con la que se saciaron tanto el fraile como los ancianos.
Sin embargo, al terminar de comer y ver la piedra en el fondo de la olla, el anciano preguntó al fraile: «¿Y qué pasó con la piedra?»
A lo que el fraile respondió: «¿La piedra? Ahora la lavaré y servirá para la próxima comida».
☛ Rubem Fonseca. Sopa de pedra (books.google.es)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2016
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Sopa de pedra
Um escrevia o nome da mulher amada com letras de macarrão
Enquanto a sopa esfriava no prato.
Outro era metade solidão e metade multidão.
Estou de olho neles.
Um andava com a espada sangrenta na mão.
Outro fingia que sentia o que de verdade sentia.
Este dizia que não cabe no poema o preço do feijão.
Estou de olho neles.
Este vê a vida como origem da sua inspiração,
A vida que é comer, defecar e morrer.
Todo poeta é maluco.
Estou de olho neles.
E também tem que ser maluco o pintor
E o músico e o prosador.
A loucura é muito boa.
Para todo o criador.
Mesmo para os cozinheiros
Ou qualquer inventor.
Estou de olho neles.
É melhor ser capenga do que cego.
A poesia é uma sopa de pedra.
Cabe tudo dentro dela.
6 de diciembre de 2016
Rubem Fonseca
Sopa de piedra
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