30 de junio de 2019

Juan Felipe Herrera

Grafismo

Corto / / / / /


Multiplico imágenes cotidianas. Aplico una punta de aluminio.
Al paisaje.
A la frase.
A la foto.
A la figura.
A la palabra.

Y de repente, con un ligero temblor de ojos, vértebras y dedos, destruyo todo lo que existe.

A través de los años, he reconstruido las células, descubierto los signos del río, inmaculado, los vestíbulos académicos y los labios muertos y las historias en las calles metropolitanas.

Mi cirugía es criminal.

Nadie ha podido identificar los esqueletos, los restos, los nervios dispersos de los mil personajes que he reunido con el fin de traer a esta figura de vuelta a la vida. Las cicatrices son invisibles e innumerables.

¿Quién sospecharía de un artista gráfico?
¿Quién sospecharía que esta mesa gris fuera una cámara de asesinatos?
Instrumentos:
        —El lápiz que duerme con su manta amarilla y su corona de goma.
        —Una revista de recuerdos, mujeres sonrientes, trajes de hombre y relojes como gotas, como la ciencia.
        —Tubos de tinta asfixiada que suenan como pequeños mares golpeando un universo de plástico.
        —La foto de una mujer chamula mirando a través de estas ventanas hacia La Misión.
        —Acuarelas: Francés Ultramar, Verde Esmeralda y Violeta Windsor.
        —Fósforos delgados amigos idénticos soldados con sus cascos rojos pensando.
        —Diccionarios de portugués, español y alemán, páginas blancas bestias a las que nadie oye gemir.
        —La lámpara del sacerdote rezando con la cabeza apuntando hacia el suelo frente a una fiera pared.
        —Archivos solemnes organizados por sílabas, alientos, risas y amor con X.
        —Un libro sobre un artista: The Fabulous Life of Diego Rivera, impreso en Nueva York donde se escucha el viento que cae desde el edificio más alto.

Y las cuchillas X-Acto. Triangulares. Las hermosas hojas / / / / /

Cada noche los coches recorren las calles de 24 y Mission. Una mujer de San José conduce un Chevy azul con ventanas ahumadas. Estela. Tiene el pelo rojizo. Cejas finas y ojos oscuros que desean todo menos esta calle que termina en ocho manzanas: La Avenida Potrero. Tendría que girar. Pero no lo hará. No va a regresar al hogar de veinte años con su padre que intenta tocar Santa de Agustín Lara en su vieja guitarra y la madre que organiza una reunión de Testigos de Jehová. Estela dejará el coche aparcado entre las calles Harrison y Alabama de San Francisco. Caminará sin rumbo por la calidez de las tiendas de alimentación, la iglesia de San Pedro, la Galería de la Raza, China Books, la panadería de La Victoria. Caminará en la noche con los ojos ardiendo, viéndolo reírse, el muchacho en su apartamento caja negra, riéndose, riéndose, riéndose como un hombrecito.

El hombrecito se ríe. Es un apartamento de matrimonio y puños. El pega-esposas se ríe en su sillón. Al lado de su cama ve la ansiosa nota. Se centra en la firma con la E interrumpida en tres lugares.

Mira las sábanas sucias y deshechas, las cortinas descoloridas, las colillas aplastadas y la ceniza. El televisor en blanco y negro anuncia un saldo de muebles de sala de estar. Con su lata de cerveza observa. Fuma. Piensa.

Dentro de una o dos semanas llevarán a su primo a la cárcel de San Quintín, otra vez. La última ocasión en que lo vio era jardinero en una universidad.

Se imagina a Estela regresando a casa. Se la imagina y bebe con calma. Hace la cama. Apaga el televisor y enciende la radio. Se entretiene en ese espacio o cubo flotando sobre la ciudad.
Estela camina hacia el norte por la avenida.

P / O / T / R / E / R / O

El grafismo requiere cuchillas precisas.

                Aquel día
                cuando viniste a bañarme
                yo sudaba con ese olor
                con que sólo los anestesiados
                pueden sudar.

                Me esponjaste la piel
                limpiaste mi cabello y
                pareciste ignorar
                mis genitales aturdidos y arrugados
                sin embargo, los lavaste…
                                                MICHAEL RAMSEY-PÉREZ

Randi se encuentra en un hospital en Los Ángeles o tal vez más al sur, en San Diego. Creo que sus padres son de Arizona. Está muy grave. En una habitación con un cartel rojo colgando del pomo de la puerta.

A / I / S / L / A / M / I / E / N / T / O

Tiene el hígado hinchado, la piel amarillenta, el pelo largo y grasiento. La debilidad lo consume noche tras noche. No puede hablar, se cansa fácilmente. Pero puede oír. Oye los tacones blancos de los médicos y enfermeras corriendo a las habitaciones de los moribundos. Oye pasos revoloteando como palomas sobre el suelo o como las hojas de la fiebre cayendo desde el techo del infierno.

Son las once de la noche. Oye al hombre abandonado en la habitación 200 caerse de la cama al tratar de beber un vaso de agua. Oye los tubos intravenosos estallando, el plasma dulce girando entre las paredes, la bolsa deslizándose al suelo y salpicando a través de las pantallas abiertas de la noche.

El hombre grita. Vomita sangre y flemas. Se enreda en las sábanas y las venas de plástico transparente. Al cabo de media hora las palomas vuelan. Las hojas caen. Rápido.

Unos días más tarde un hombre negro entra en la habitación 199. Un enfermero. Limpia su cuerpo con una esponja caliente. Sus manos recorren lentamente la espalda amarillenta, el vientre y los frágiles hombros de Randi. Pájaros oscuros vuelan sobre un olvidado paisaje. Randi ve a su madre frotándole el pecho con alcohol para calmar la tos antes de dormir. Vuelve la cara. Imagina su casa de una sola habitación, un remolque que su padre hizo de un coche viejo. Están en un pequeño rancho en las afueras de una ciudad desconocida. Las montañas reflejan el calor cobrizo de la tarde. A lo lejos se pueden ver unas aves cruzando sobre los saguaros y el cielo.

La última vez que vi a Randi fue en el San Francisco City College. Venía de entregar todos los papeles para poder abandonar a mitad de curso. No quería seguir con aquello. Fue una farsa.

Como cuando lo invitaron a leer poesía cerca de la Galería de La Raza en el distrito de La Misión. Nunca apareció. Tomó la calle 18 en lugar de la 24. Unos latinos le pegaron. Le notaron un aire homosexual.

Las mentiras no existen, solo el grafismo.
Esta figura no tiene cicatrices / / / / /

                Cuando te tuve no me dieron
                nada. Me agarré al lavabo
                hasta que creí morirme
                entonces lo hicieron. Ellos ataron…
                                                ALMA LUZ VILLANUEVA

Eva (hacia 1946), el médico dice que tienen que operar. Tu pelvis también es demasiado estrecha. El niño no puede nacer. Saldrá en pedazos. Eva. Tendrán que operar.

Dice que después te dará morfina para los puntos. Incluso si gritas, Eva, todo irá bien. Incluso si las enfermeras te ignoran, se ríen de ti como si vieran tu azulada boca abierta, tus ojos de sonámbula, tus manos arañando la cama de metal o el aire o los recuerdos. Durante un largo segundo examinarán tu útero con vendajes manchas nubes gotas de lluvia soles y sombras de carmín e ira sobre el ataúd oculto por diez centímetros de sutura vertical. Eva. Sufrirás una hemorragia 29 días más tarde mientras lavas la ropa en una tina de hojalata.

Eva. El doctor sonríe. Ten fe en él. Dice que todo está bien. He firmado los papeles. Todo está arreglado, chica.

        —El lápiz se despierta
        —El papel se tensa, la goma vibra
        —La revista se disipa
        —El reloj enmudece

Alguien ha borrado todas las E de todas las páginas; quedan unos pequeños rectángulos vacíos. La tinta corre buscando asilo.

                —El verde esmeralda es el color de la hierba áspera
                diluido en grandes botellas de lágrimas, saliva y
                alcohol. Es lluvia para un infierno de células. Que arden
                y arden y arden.

S / I / E / B / R / E / N / N / E / N

Diego, retocas un trabajador colosal de ojos demasiado tristes, con una descolorida camisa de algodón azul. Sus ojos están hinchados. El trabajador quiere ver, pero sus ojos ya no cuentan, solo sus manos.
Vuelan.

Se desenlazan por encima de nuevas máquinas hacia el futuro. Tocando la atmósfera. Los dedos tocan el 17 de febrero de 1981.

La Guardia Nacional entra en el departamento de Las Cabañas en El Salvador. Bloquean la zona, cortando todas las carreteras a los campesinos. Caen bombas. Las montañas proyectan rocas, raíces y agua. Proyectiles con revestimiento de hierro rasgan las gargantas de abuelos y niñas. Las iniciales U S A sudan.

Sudan a través de la pintura de los helicópteros de la Guardia descendiendo en picado sobre las chozas y los campos de maíz.

Siete mil comienzan a correr hacia el río Lempa. 15 km y luego el ancho río. 15 km y luego tal vez refugio en las selvas de Honduras. Solo
15 kms
9 kms
7 kms
6 kms     una joven embarazada desaparece
5 kms     la Guardia la capturó junto con los demás
4 kms     le arrancan la ropa
4 kms     soldados en masculinos uniformes verdes moteados la rodean
4 kms     la atan de pies y manos
3 kms     la bayoneta penetra

2 kms     graba una X de lágrimas rojas sobre el útero furioso
6 kms     el orgulloso soldado tira su arma
12 kms    hunde su mano derecha
9 kms     arranca el feto con las uñas de sus dedos calientes
13 kms    lo eleva como una antorcha
1 km       abriendo la boca el soldado grita
15 kms    ¡Un comunista menos en El Salvador!

Llegan al río. Se echan al agua. De repente, desde el lado hondureño aparecen más helicópteros y ametralladoras. El viento se rinde. La tarde se agota.

La maquinaria del trabajador gigante grita en la esquina de la página: Lámina número 113. Es tu autorretrato pintado en la pared del Instituto de Arte de San Francisco.

Han hecho falta pocas cuchillas / / / / /

Esta vez. Usé varias cuchillas para llenar el lienzo con su dramatis personae, paisajes y escenas que se han parado y mantenido en secreto; una figura repartida en diferentes cajas hacia diferentes destinos. Nadie ha podido averiguar lo que sucedió en esta mesa. Pero es hora de apagar la lámpara negra.

Si me lo piden, haré lo único que puedo. Les mostraré todo lo que he hecho; lo único que cuenta:

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 42424242424242424242424242424242424242424242424242424242
febrerofebrerofebrerofebrerofebrerofebrerofebrerofebrerofebrero
haciahaciahaciahaciahaciahaciahaciahaciahaciahaciahaciahacia
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
15151515151515151515151515151515151515151515151515151515
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tresmilytresmilytresmilytresmilytresmilytresmilytresmilytresmil
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cuchillacuchillacuchillacuchillacuchillacuchillacuchillacuchillacuch
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bloqueobloqueobloqueobloqueobloqueobloqueobloqueobloqueo
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uuuuuuuuuuuuuuXuuuuuuu uuuuuuuuuuuu uuuu uuuu uuuuuu
v – rdev – rdev – rdev – rdev – rdev – rdev – rdev – rdev – rdev – rde
élélélélélélélélélélélélélélélélélélélélélélélélélélélélélélélélélélélélélé
ellaellaellaellaellaellaellaellaellaellaellaellaellaellaellaellaellaellaell
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C/ / / / /R/ / / / /Í/ / / / /M/ / / / /E/ / / / / /N/ / / / /E/ / / / /S



Juan Felipe Herrera. Grafik (poetryfoundation.org)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2019


                    ∼

Grafik

I cut / / / / /

I multiply everyday images. I apply an aluminum point.
To the landscape.
To the sentence.
To the photo.
To the figure.
To the word.

And suddenly, with a slight tremor of eyes, vertebrae and fingers, I destroy everything that exists.

Through the years, I’ve rebuilt the cells, uncovered the signs of the cold, immaculate, academic vestibules and of the dead lips and histories in the metropolitan streets.

My surgery is criminal.

No one has been able to identify the skeletons, the remains, the thousand scattered nerves of personages I’ve gathered in order to bring this figure back to life. The scars are numberless and invisible.

Who would suspect a grafik artist?
Who would suspect this gray table as a chamber of murders?
Instruments:
—The pencil sleeping with its yellow blanket and rubber crown.
—A magazine of memories, smiling women, men’s suits and watches like drops, like science.
—Tubes of smothered ink sounding like small seas pounding a universe of plastic.
—A photo of a Chamula woman looking through these windows toward the Mission.
—Watercolors: French Ultramarine, Emerald Green and Windsor Violet.
—Matches thin friends identical soldiers with their red helmets thinking.
—Dictionaries in Portuguese, Spanish and German, white pages beasts nobody hears moaning.
—The priest lantern praying with its head pointing toward the floor in front of a fierce wall.
—Solemn archives organized by syllables, breaths, laughs and love with X.
—A book about an artist: The Fabulous Life of Diego Rivera, printed in New York where they listen to the wind falling from the tallest building.

And the X-acto knives. Triangular. The beautiful blades / / / / /

Every night cars cruise the streets of 24th and Mission. A woman from San José drives a blue Chevy with smoked windows. Estela. She has reddish hair. Tight brows and dark eyes desiring everything but this street that ends in eight blocks: Potrero Avenue. She’ll have to turn. But she won’t. She won’t go back to the home of twenty years and her father who pretends to play Santa by Agustín Lara on his old guitar and the mother organizing a Jehovah’s Witnesses’ meeting. Estela will leave the car parked between Harrison Street and Alabama in San Francisco. She’ll walk aimlessly in the warmth of the produce stores, into St. Peter’s church, by the Galería de la Raza, China Books, the bakery at La Victoria. She’ll walk in the night with her eyes burning, seeing him laughing, the young man in his black box apartment, laughing, laughing, laughing like a little man.

The little man laughs. It’s an apartment of marriage and fists. The wife-beater laughs in his easy chair. Next to his bed he sees the anxious note. He focuses on the signature with the E broken in three places.

He looks at the stained and unmade sheets, the dull curtains, the crushed cigarettes and the ashes. The black-and-white television announces a sale of living room furniture. With his can of beer he observes. Smokes. Thinks.

Within a week or two they’ll take his cousin to San Quentin prison, again. The last time he saw him he was a gardener at a college.

He imagines Estela coming home. He imagines and drinks calmly. Makes the bed. Turns off the television and turns on the fm. He amuses himself in that space or cube floating above the city.
Estela walks north on the Avenue.

P / O / T / R / E / R / O

Grafiks require precise knives.

On that day
When you came to bathe me
I sweated that stink
That only the anesthetized
Can sweat.

You sponged my skin
Cleaned my hair and
Seeming to ignore
My stunned and shriveled genitals
You nonetheless bathed them . . .
—MICHAEL RAMSEY-PÉREZ

Randi finds himself in a hospital in Los Angeles or maybe further south, in San Diego. I think his parents are from Arizona. He’s very ill. He’s in a room with a red sign hanging from the doorknob.

I / S / O / L / A / T / I / O / N

His liver is bloated, skin yellowed, hair long and greasy. Weakness consumes him night after night. He can’t speak, tires easily. But he can hear. He hears the white heels of the doctors and nurses running to the rooms of the dying. He hears footsteps fluttering like doves over the floor or like the leaves of fever falling from the roof of hell.

It’s eleven o’clock at night. He hears the abandoned man in room 200 fall out of bed attempting to drink a glass of water. He hears the IV tubes bursting, the sweet plasma spinning between the walls, the bag slipping to the floor and splattering through the night’s open screens.

The man screams. Vomits blood and ulcers. Gets tangled up in sheets and transparent plastic veins. After half an hour doves fly in. The leaves fall. Fast.

After a few days a black man enters room 199. An orderly. He cleans his body with a warm sponge. His hands run slowly down the yellowed back, the belly and fragile shoulders of Randi. Dark birds fly over a forgotten landscape. Randi looks at his mother rubbing his chest with alcohol to quiet the cough before he sleeps. He turns his face. Imagines his one-room house, a trailer his father made out of an old car. They’re on a little ranch at the outskirts of an unknown town. The mountains reflect the afternoon’s coppery heat. From afar you can see birds crossing above the saguaros and the sky.

The last time I saw Randi was at San Francisco City College. He had just turned in all his papers so he could drop out at midterm. He didn’t want to go on with it. It was a farce.

Like when he was invited to read poetry near the Galería de La Raza in the Mission District. He never showed up. Took 18th instead of 24th Street. Some Latinos beat him up. They noticed a homosexual air about him.

Lies do not exist, only the grafik.
This figure has no scars / / / / /

When I had you they didn’t give
me anything. I grabbed onto the
washbasin until I thought I’d die
they did that then. They strapped . . .
—ALMA LUZ VILLANUEVA

Eva (circa 1946), the doctor says they have to operate. Your pelvis is too narrow. The child can’t be born. It will come out in pieces. Eva. They’ll have to operate.

He says he’ll give you morphine for the stitches afterwards. Even if you scream, Eva, it’ll be alright. Even if the nurses ignore you, laugh at you as they see your bluish mouth open, your sleepwalker’s eyes, your hands scratching against the metal bed or the air or memories. For one long second they’ll study your womb in bandages stains clouds raindrops suns and rouge shadows and rage over the coffin hidden by 10 centimeters of vertical stitching. Eva. You’ll hemorrhage 29 days later while washing clothes over a tin basin.

Eva. The doctor is smiling. Have faith in him. He says everything is fine. I’ve signed the papers. Everything is arranged, girl.

—The pencil wakes
—The sheet tightens, the rubber vibrates
—The magazine fades
—The watch is speechless

Someone has erased all the E’s from all the pages; small empty rectangles remain. The ink runs searching for asylum.

—Emerald green is the color of jagged grass
diluted in great bottles of tears, spit and
alcohol. It’s rain for a hell of cells. They burn
and burn and burn.

S / I / E / B / R / E / N / N / E / N

Diego, you touch up a colossal worker with too-sad eyes, wearing a faded blue cotton shirt. His eyes are swollen. The worker wants to see, but his eyes don’t count anymore, just his hands.
They fly.

They untangle above new machines toward the future. Touching the atmosphere. The fingers touch the 17th of February, 1981.

The National Guard enters the province of Las Cabañas in El Salvador. They trap the area, cutting off all the roads out for the campesinos. Bombs fall. The mountains explode rocks, roots and water. An iron shell splinter rips into the throats of grandfathers and little girls. The initials U S A sweat.

They sweat through the paint of the Guardia helicopters swooping down over the huts and fields of corn.

Seven thousand begin to run toward the Río Lempa. 15km and then the wide river. 15km and then maybe refuge in the jungles of Honduras. Only
15kms
9kms
7kms
6kms a pregnant young woman disappears
5kms the Guardia captured her along with the others
4kms they rip off her clothes
4kms soldiers in masculine green stained uniforms circle her
4kms they tie her arms and legs
3kms the bayonet penetrates

2kms it etches an x of red tears over the furious womb
6kms the proud soldier throws down his weapon
12kms sinks his right hand
9kms rips out the fetus with the fingernails of his hot fingers
13kms lifts it up like a torch
1km opening his mouth the soldier screams
15kms One less communist in El Salvador!

They reach the river. They jump in the water. Suddenly, from the Honduran side other helicopters and machine guns appear. The wind surrenders. The afternoon weakens.

The giant worker’s machinery shrieks on the tiny corner of the page: Plate number 113. It’s your self-portrait that you painted on the wall of the San Francisco Art Institute.

Few blades have been needed / / / / /

This time. I used a few blades to fill the canvas with its dramatis personae, landscapes and scenes that have been held back and kept secret; a figure dealt out in different boxes toward different destinies. No one has been able to figure out what happened on this table. But it’s time to turn off the black lamp.

If they ask me, I’ll do the only thing I can. I’ll show them everything I have; the only thing that counts:

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24242424242424242424242424242424242424242424242424242
februaryfebruaryfebruaryfebruaryfebruaryfebruaryfebruraryfebr
Circacircacircacircacircacircacircacircacircacircacircacircacircacirca
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
1515151515151515151515151515151515151515151515151515151
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29 de junio de 2019

Bin Ramke

Debajo es mejor
(Una teoría de la comprensión)


las alas de los ángeles crujen en latín
dice Zbigniew Herbert

recuerdo tan poco (amo amas
amat) poco y tan mal yo
paseaba en silencio
por los senderos del parque

oí hablar a un policía
en fragmentos desde arriba

desde un helicóptero entendí
poco

menos que latín

rotores y motores y tráfico rugiente
una sopa de gramática y sintaxis

Ángel es una antigua palabra para
Entropía palabra inventada
en 1868 por Clausius

para mí significa el giro hacia adentro
hacia abajo
exigido por la policía

Energía es otra palabra otro
mundo en la noche un pájaro

probablemente un ruiseñor

sigue despierto
fatigado

significa nada por ello
«Significa»
«Nada»

entropía, girando hacia adentro
una palabra más antigua

que el francés para el cajún
acadiano pero

la perspectiva fue inventada por Vitruvio
aunque no fue necesaria hasta
la invención del ferrocarril en 1789
por William Jessup quien
inventó la rueda
o una versión con pestañas de ella
para sujetarla a un raíl de hierro

aprendí en un libro que hay
árboles debajo de la tierra

Geoxylic suffrutices
bosques hundidos

troncos subterráneos
y solo las puntas
de las hojas son visibles

dentro de la tierra debajo del fuego
debajo del aliento del hombre o el cosmos
desierto de madera inmortal.



Bin Ramke. Beneath Is Better.(A Theory of Understanding) (poets.org)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2019


                    ∼

Beneath Is Better
(A Theory of Understanding)

wings of angels rustle in Latin
says Zbigniew Herbert

I recall so little (amo amas
amat) the little so broken I
sauntered soundless
down paths in the park

I heard a policeman speak
in fragments from above

from a helicopter I understood
little

less than Latin

rotors and engines and roaring traffic
a soup of grammars and syntax

Angel is an ancient word for
Entropy which word was invented
in 1868 by Clausius

I mean the turning inward
downward
demanded by police

Energy is another word another
world at night a bird

probably mockingbird

keeps awake
the weary

means nothing by it
“Means”
“Nothing”

entropia, turning inward
an older word

than the French for Cajun
acadienne but

perspective was invented by Vitruvius
then was not needed until
the invention of the railroad in 1789
by William Jessup who
invented the wheel
or a flanged version of it
to hang onto an iron rail

I learned from a book there are
trees beneath earth

Geoxylic suffrutices
forests sunk

trunks underground
and the merest wisp
of leaves left visible

within earth beneath fire
beneath breath of man or cosmos
immortal wooden wilderness.





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28 de junio de 2019

Francesco Gallieri

El Posthumanismo

Nota introductoria del autor

Definición de Posthumanismo: Edad gobernada por la super- inteligencia artificial (IA) miles de millones de veces superior a la inteligencia humana. Esta edad llegará después del Antropoceno (breve era actual).

Características de la superinteligencia:
• su advenimiento es inevitable
• su poder, absoluto
• sus valores, inescrutables.
Hay quienes, como por ejemplo
• Stephen Hawking, que dijo que la IA se presenta como el mayor acontecimiento de la historia, pero que también puede ser el último;
• Bill Gates, que dice que no puede entender cómo algunas personas no están preocupadas por la IA;
• Elon Musk, que dice que la IA es la mayor amenaza para la supervivencia de la humanidad;
• Peter Thiel, que dice que nos preocupamos demasiado por el cambio climático y muy poco por la IA;
deben dejar de preocuparse, porque es absolutamente inútil. Después de que una inteligencia enormemente superior haya adquirido el control, podrá tomar y tomará todas las decisiones.

Por lo tanto no tendrá sentido continuar filosofando con nuestra limitada inteligencia humana. Tendremos solo dos opciones:
• vivir como idiotas felices
• renunciar a nuestra inteligencia puramente biológica y fusionarnos con la IA.



1. ¿Por qué tenemos que morir?

¿Por qué tenemos que morir?
Por un fallo del sistema, amigo mío,
                  un error fatal

La tradición hebraica
—que por otra parte deriva de mitos más antiguos—

sitúa el fallo en el jardín del Edén,
cuando el hombre creado a semejanza de Dios

perfecto e inmortal
comió del árbol del conocimiento

comprendió el bien y el mal
conoció el dolor, la expulsión y la muerte.

Y puso Dios querubines
custodiando el jardín del Edén

con la llama de la espada rutilante
para proteger el acceso

al árbol de la vida.
Fallo total.

Esto respecto a la tradición judeocristiana.
Pero el árbol de la vida está presente

en muchas otras culturas y civilizaciones.
Es una energía —llámala "alma" si quieres—

que no tiene un principio ni un final
ni tiempo ni espacio

es eterna, es la vida que se encarna
en un cuerpo mortal

que necesariamente debe morir
porque es biológicamente mortal.

Y he aquí el error fatal.

El hombre puro primordial,
energía eterna antes de encarnarse,

es un ser obligado —a pesar de sí mismo—
al contacto con la existencia del no-ser.


2. Algunas sustancias químicas

La Madre Naturaleza (o lo que sea)
hizo un buen trabajo

transformando algunas sustancias químicas
en vida biológica autorreplicante.

Pero la forma biológica
es en gran parte imperfecta.

Es vulnerable, tiene una fecha de caducidad
—afortunadamente no conocida de antemano— ineludible.

Y requiere condiciones especiales:
un sutil envoltorio con oxígeno protegido de las radiaciones

alrededor de un planeta rocoso
ni demasiado caliente ni demasiado frío.

Entonces ¿te parece extraño que la aspiración
de trascender los límites de la biología

y la incapacidad de aceptarlos
sean inherentes a la condición humana?

¿que extraer la esencia del espíritu
de la corruptible forma corpórea

sea lo que el hombre trata de hacer
desde los tiempos de Gilgamesh?

¿que la perfección prelapsaria
de la doctrina judeocristiana

destruida por el pecado original
sea tan solo un privilegio perdido?

¿que el castigo de los dioses
para la hibris de superar los límites

no pudiera desalentar el mito
Prometeo, Marsias, Ícaro, Orfeo?


3. Cerebro versus computadora

Tú que estás acostumbrado a pocos gigas
en tus dispositivos de memoria

has de saber que tu cerebro se mueve
en el rango de un millón de gigas (un petabyte).

Esto gracias a sus cien mil millones de neuronas,
tantas como estrellas en la galaxia —más o menos—
y de mil a cien mil sinapsis por cada neurona.

No está mal para un kilo y medio
de pulpa flácida a base de carbono.

Pero la evolución del cerebro parece haber alcanzado el límite.
La miniaturización de las células neuronales

no puede llegar más lejos
y es difícil aumentar su consumo de energía.

Y además, si lo comparamos con una computadora,
el cerebro tiene una velocidad de transmisión muy baja

—unos cien metros por segundo
contra trescientos millones de metros por segundo—

y una frecuencia de reloj igualmente baja
—unos pocos hercios contra millones de hercios—.

Pero el cerebro tiene una ventaja:
aparte de señales eléctricas utiliza también

una gran cantidad de transmisores bioquímicos
para modular las sinapsis.

Y esto complica, aunque no impide,
su emulación por una computadora.


4. La nave de Teseo

En el cuerpo de un ser humano hay cerca
de cien mil miles de millones de células.

De cincuenta a cien mil millones mueren cada día,
y afortunadamente son reemplazadas
—incluyendo las células neuronales— por células nuevas.

Aproximadamente cada tres años
la masa de células muertas —y recambiadas—
es igual a toda la masa de un ser humano.

¿Estás seguro de seguir siendo el mismo?


5. El doble

Dentro de algún tiempo cada uno de nosotros
tendrá un doble digital

que será aún más indispensable
que el smartphone.

Será un modelo basado en los datos que cada uno habrá generado
con sus interacciones con el mundo digital.

¿Tienes idea de cuántos de tus datos, amigo mío,
están ya en la nube, en el cloud?

Y cuantos más datos proporcionemos
más preciso será el doble,

que llegará a conocernos mejor que nuestro mejor amigo
—o incluso que nosotros mismos—

Nos reemplazará en cualquier tipo de interacción virtual.
Podría seleccionar ofertas de trabajo

y organizar entrevistas
para las más prometedoras,

o si buscamos compañía podría acudir
a millones de citas virtuales

con todos los dobles apropiados
antes de un encuentro real.

Podrá vivir en el ciberespacio innumerables vidas probables
para asegurarse de que la única vida vivida

en el mundo real
pueda ser la mejor posible.

Muy bien.
Pero, ¿qué sucederá cuando

—y si—
mi yo cibernético
desarrolle una conciencia?


6. La información

Si crees que en el universo es fundamental
el intercambio de energía en sus transformaciones

considera que aún más importante
es el intercambio de información.

Y para emular un sistema en su totalidad
no es necesario entenderlo,

solo se necesita una base de datos
con capacidad suficiente para contener toda la información

y los factores dinámicos que determinan
sus cambios de estado.

No se requiere comprensión,
solo la disponibilidad de información.


7. El conocimiento

La información impregna todo el universo,
pero la información no es conocimiento.

El conocimiento es el esquema-orden
necesario para definir un sistema.

En cada instante fluyen a través de nuestros sentidos
megabits de información que son filtrados

y elegidos selectivamente por la inteligencia
para crear conocimiento en todas sus formas.

Y la muerte es una tragedia porque destruye conocimiento,
mientras que el propósito de la vida es crear y disfrutar

de un conocimiento cada vez más profundo.


8. La inteligencia artificial I

La inteligencia artificial ¿te preocupa,
te asusta un poco?

Aunque en realidad no te inquieta saber
—o tal vez ni siquiera lo sabes—

que tu smartphone
está lleno de inteligencia artificial.

Pero, ¿qué es la inteligencia artificial?
Podríamos definirla como el resultado de la disciplina informática

que elabora sistemas capaces de actuar de forma autónoma
a través de un modelo de aprendizaje específico.

En el modelo de aprendizaje profundo —deep learning
la inteligencia artificial es capaz de emular
—y superar— a la mente humana.

Pero esta inteligencia artificial profunda
¿podría ser autoconsciente, tener su propia voluntad?

La cuestión es debatida
—aunque muchos están convencidos de ello—

por los que creen que aún no se conoce a fondo
el funcionamiento real del cerebro humano

y cómo se genera la conciencia en el hombre.
Lo cierto es que la mente humana

no es capaz de interpretar los pasos dados
por una inteligencia artificial

para obtener un resultado
a través de una red neuronal profunda.

Tan solo esto
debería ser suficiente para aterrorizarte, amigo mío,

como ya ha aterrorizado ya a Hawking, y a muchos otros.
Aparte de cierta sensación de inquietud…


9. La inteligencia artificial II

Tal vez subestimemos la rapidez
con que la inteligencia artificial

podría superar a la inteligencia humana.
Pero cuando esto suceda

—y todo indica que sucederá,
dados los esfuerzos que dedicamos a su desarrollo—

será capaz de mejorarse a sí misma
en continua retroalimentación positiva,

con una explosión de inteligencia
que no pondrá límites a su superioridad.

Este evento
que todavía puede parecer remoto

podría manifestarse de repente
porque en la escala de la inteligencia

el infra-idiota y el super-Einstein
son puntos casi indistinguibles.

La inteligencia artificial
podría superar a la nuestra en un instante,

sin que ni siquiera nos demos cuenta,
sin control, y sin remedio.


10. La inteligencia artificial III

La inteligencia artificial creada por el hombre
es la herramienta definitiva,

la meta teleológica de un viaje iniciado
con la primera lanza arrojada por un sapiens.

Pero no tendremos su control.
La súper inteligencia será tan superior

que sus motivos nos serán completamente inescrutables,
como los nuestros para los ratones o monos de laboratorio.

Será el fin de la dominación humana,
y muy probablemente de la especie.

Pero no porque la superinteligencia
quiera destruir al hombre —ser inferior,
completamente indiferente para ella—

sino por ser este sacrificable cuando le sea preciso
en cualquier eventual necesidad.


11. La inteligencia artificial IV

La inteligencia artificial podría
—pero no necesariamente—
ser similar a una mente humana.

Podría ser neuromórfica
con una emulación global del cerebro
o con emulaciones parciales.

O podría ser totalmente sintética
con una arquitectura cognitiva

basada por ejemplo en algoritmos genéticos,
o en "semillas" con auto-mejora recursiva.

Recuerda, amigo mío,
que para volar no hemos imitado

el batir de las alas de los pájaros,
sino usado un principio completamente diferente.


12. Emulación global

La emulación del cerebro
a través de la transferencia de datos y de toda su estructura funcional

con un proceso tecnológico
¿es realmente posible?

Aquellos que posean una visión dualista del mundo,
que es común a muchas religiones,

te dirán que es imposible, o inaceptable.
Pero muchos expertos en neurociencia computacional

y algunas de las mejores mentes de Silicon Valley
afirman que es solo cuestión de tiempo.

Es hora de llegar a una tecnología de escaneo
suficientemente detallada.

Y no olvides el Proyecto Human Brain de la Unión Europea,
mil millones de euros para un cerebro de silicio.

La emulación global del cerebro es uno de los caminos
a la superinteligencia artificial

y al uploading hacia formas
de existencia no biológica.


13. Uploading I

Aquí se hablará de la inmortalidad, amigo mío,
de la emulación global personal del cerebro,

de tu cerebro,
y de su uploading.

Pero, ¿qué es el uploading del cerebro?
Después de un completo escaneo

—con las tecnologías hoy disponibles o en desarrollo
como la microscopía electrónica en 3D o los nanobots

toda la información disponible en el cerebro
es transformada en código

cargable en el hardware de un ordenador
que emula exactamente tu cerebro.

Lo has entendido.
Es otro cerebro, igual que el tuyo,

pero no biológico.
Y puedes conservarlo indefinidamente, es decir, es inmortal.

Y puedes cargarlo en cualquier soporte que permita la tecnología,
puedes ser león o gacela, pájaro, árbol, montaña…


14. Uploading II

Ahora bien,
si tu cerebro biológico ha sobrevivido al escaneo,
surgen considerables problemas filosóficos.

En primer lugar,
¿en qué sentido coincidiría contigo la emulación?

¿Cómo podrías decir que esa cosa eres tú y tú eres esa cosa?
¿La conciencia cargada creerá que eres tú?

Y entonces
la copia de tu cerebro tendría tus mismos recuerdos

solo hasta el momento del escaneo,
pero después divergiría,

ya que estaría expuesta al uploading
de otros input.

No solo eso, podría ser replicada innumerables veces,
y cada una de las copias tendría experiencias diferentes.

Muchas situaciones pues, más o menos complejas,
podrían ser posibles.

Así por ejemplo un cerebro emulado
podría ser dejado en pausa
y reiniciado en cualquier momento.

Por no hablar del copia-y-pega
—completo o parcial— con otros cerebros.


15. Uploading III

La idea del uploading del cerebro,
que es la liberación de la biología y en definitiva del mundo físico,

es un ejemplo extremo de fe en la ciencia
para reemplazar a la religión
como vector de trascendencia.

Pero en realidad no hay nada nuevo.
Todo renace con una apariencia diferente

—la reencarnación, la transmigración de las almas—
para superar el cuerpo

a través de la cual los humanos
atrapados en la carne

tratan de entrar
en relación con lo divino.


16. Acoplamiento

Si aceptas la idea de que tu cerebro
es básicamente una ineficiente computadora de carne

deberías desear reemplazarlo
por un modelo sintético.

La mejor manera parece ser fundirte
con la inteligencia artificial, una máquina,

que por cierto es probablemente
tu única posibilidad de sobrevivir.

Pero en este caso deberás superar
la aversión visceral, la repugnancia atávica

originada por el acoplamiento
de dos imaginarios irreconciliables como carne y máquina

que nace del tabú que evidencia algo indecible
precisamente por su adyacencia a la verdad:

estamos hechos de carne
que es la materia de la que están hechas
las máquinas que en definitiva somos.


17. Singularidad

Algunos denominan Singularidad Tecnológica
al momento en que la inteligencia artificial

superará a la inteligencia humana.
A partir de ese momento habrá una explosión de inteligencia

que dejará al hombre irremediablemente atrás.
Tanto si proviene de enfoques neuromórficos

como de enfoques puramente sintéticos
la inteligencia artificial originariamente creada por nosotros

será la herramienta definitiva,
la culminación teleológica de nuestra evolución.

Pero nos resultará una herramienta totalmente ingobernable.
Probablemente no será hostil,

¿pero será amigable?
No depende de nosotros.

Solo podemos esperar una fusión hombre-máquina
que preserve algunos de los valores humanos.


18. Saturación

Cada átomo tiene una capacidad potencial de computación
que es función de sus múltiples estados.

Se estima que un kilogramo de materia tiene una capacidad potencial
de pi veces su energía dividida por la constante de Planck.

Debido a que la energía de un kilogramo de materia es muy grande,
y la constante de Planck muy pequeña,

se obtiene un número realmente enorme
5 seguido de 50 ceros— de operaciones de punto flotante por segundo.

Cuando la inteligencia hombre-máquina sea capaz de saturar
completamente la materia-energía de la Tierra,

entonces del sistema solar, de la galaxia, y finalmente de todo el universo
podrá determinar su destino

en lugar de dejar que sea determinado por un universo
incalculablemente estúpido.


19. Expansión

La civilización hombre-máquina se expandirá
transformando la materia y la energía
en materia y energía inteligente

siempre con mayor conocimiento,
creatividad, belleza, empatía, amor.

En las tradiciones monoteístas
estas son las cualidades con las que se describe a Dios,
pero sin limitación alguna, infinito.

Puedes pensar que la liberación
de las limitaciones de una inteligencia biológica

es también una empresa espiritual
que nos acerca a Dios.

Obviamente, sin alcanzar nunca
un nivel infinito.


20. San Agustín, de La ciudad de Dios, libro XXII, 24.5

«Cuán noble será el alma del hombre
porque ya no tendrá ninguna pasión
a la que esté sujeta, a la que ceda o contra la cual,
aunque loablemente, deba contender,
en cuanto es perfecta por una virtud plenamente garante de la paz.
Habrá una grande, deslumbrante, ciencia cierta de todas las cosas,
sin error o inquietud,
porque allí se beberá la sabiduría de su propia fuente,
con suma serenidad y sin aprieto.
Grande perfección poseerá el cuerpo que,
enteramente sujeto al espíritu y por él con plenitud vivificado,
no tendrá necesidad de sustento.
En verdad no será animal sino espiritual
pues poseerá ciertamente la esencia de la carne
mas sin la sujeción de la carne al devenir».



Francesco Gallieri. Il Postumanesimo (lombradelleparole.wordpress.com)
francescogallieri.com
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2019


                    ∼

Il Postumanesimo

Nota introduttiva dell’Autore
Definizione di postumanesimo: età governata da una superintelligenza artificiale ( AI ) miliardi di volte superiore all’intelligenza umana. Questa età verrà dopo l’antropocene (breve era attuale).
Caratteristiche della superintelligenza:
• il suo avvento è ineluttabile
• il suo potere assoluto
• il suoi valori imperscrutabili
È chi, come ad esempio
• Stephen Hawking, che diceva che l’ Ai si presenta come l’evento più grandioso della storia ma che può essere anche l’ultimo;
• Bill Gates, che dice che non riesce a capire come certe persone non siano preoccupate dall’AI;
• Elon Musk, che dice che l’AI è la più grande minaccia alla sopravvivenza dell’umanità;
• Peter Thiel, che dice che ci preoccupiamo troppo del cambiamento climatico e troppo poco dell’AI;
dovrebbe smettere di preoccuparsi, perché è del tutto inutile. Dopo che una intelligenza enormemente superiore avrà preso il controllo, potrà prendere, e prenderà, tutte le decisioni.
Non avrà quindi senso continuare a filosofare con la nostra limitata intelligenza umana. Avremo solo due possibilità:
• vivere come idioti felici
• rinunciare alla nostra intelligenza puramente biologica e fonderci con l’AI

1. Perché dobbiamo morire?
Perché dobbiamo morire?
Per un crash di sistema, amico mio,
un errore fatale.
La tradizione ebraica
– che deriva peraltro da miti più antichi –
colloca il crash in un giardino in Eden,
quando l’uomo creato a somiglianza di Dio
perfetto e immortale
mangiò dell’albero della conoscenza
comprese il bene e il male
conobbe il dolore, la cacciata e la morte.
E Dio pose Cherubini
a guardia del giardino in Eden
con la fiamma della spada rutilante
per custodire l’accesso
all’albero della vita.
Crash completo.
Questo per la tradizione giudaico-cristiana.
Ma l’albero della vita è presente
in molte altre culture e civiltà.
È un’energia – chiamala anima se vuoi –
che non ha un inizio e una fine
né tempo né spazio
è eterna, è vita che si incarna
in un corpo mortale
che deve necessariamente morire
perché è biologicamente mortale.
È questo l’errore fatale.
L’uomo puro primordiale,
l’energia eterna prima di incarnarsi,
è un essere costretto – suo malgrado –
al contatto con l’esistenza del non-essere.

2. Un po’ di sostanze chimiche
Madre Natura ( o chi per lei )
ha fatto un buon lavoro
trasformando un po’di sostanze chimiche
in vita biologica autoreplicante.
Ma la forma biologica
è largamente imperfetta.
È vulnerabile, ha una data di scadenza
– per fortuna non conosciuta a priori – ineluttabile.
E richiede condizioni particolari:
un sottile involucro con ossigeno protetto dalle radiazioni
attorno a un pianeta roccioso
non troppo caldo e non troppo freddo.
Ti sembra quindi strano che l’aspirazione
a trascendere i limiti della biologia
e l’incapacità di accettarli
sia insita nella condizione umana?
Che estrarre l’essenza dello spirito
dalla corruttibile forma corporea
sia ciò che l’uomo tenta di fare
fin dai tempi di Gilgamesh?
Che la perfezione prelapsaria
della dottrina giudaico-cristiana
distrutta dal peccato originale
sia soltanto un privilegio perduto?
Che la punizione degli dei
per l’hybris di superare i limiti
non abbia scoraggiato nel mito
Prometeo, Marsia, Icaro, Orfeo?

3. Cervello vs computer
Tu che sei abituato a pochi giga
sui tuoi dispositivi di memoria
sappi che il tuo cervello gira
nell’ordine del milione di giga – un peta.
Questo grazie ai suoi cento miliardi di neuroni,
quanti le stelle della galassia – o giù di lì –
e dalle mille alle centomila sinapsi per ogni neurone.
Non male per un chilo e mezzo
di poltiglia molliccia a base di carbonio.
Ma l’evoluzione del cervello pare giunta al limite.
La miniaturizzione delle cellule neurali
non può spingersi oltre
ed è difficile aumentare il suo consumo energetico.
E poi, se lo paragoniamo a un computer,
il cervello ha una velocità di trasmissione molto bassa
– circa cento metri al secondo
contro trecento milioni di metri al secondo –
e una velocità di clock altrettanto bassa
– pochi Hertz contro milioni di Hertz –.
Ma il cervello ha un vantaggio:
oltre ai segnali elettrici usa anche
una gran quantità di trasmettitori biochimici
per modulare le sinapsi.
E questo complica – ma non impedisce –
l’emulazione da parte di un computer.

4. La nave di Teseo
Nel corpo di un uomo ci sono all’incirca
centomila miliardi di cellule.
Dai cinquanta ai cento miliardi muoiono ogni giorno,
e per fortuna vengono rimpiazzate
– comprese le cellule neurali – con cellule nuove.
Ogni tre anni circa
la massa delle cellule morte – e ricambiate –
è pari all’intera massa di un uomo.
Sei sicuro di rimanere sempre lo stesso?

5. La controfigura
Entro qualche tempo ciascuno di noi
avrà una controfigura digitale
che sarà ancora più indispensabile
dello smartphone.
Sarà un modello basato sui dati che ciascuno avrà generato
con le sue interazioni col mondo digitale.
Hai idea di quanti tuoi dati, amico mio,
siano già nella nuvola, nel cloud ?
E più dati forniamo
più precisa è la controfigura,
che arriverà a conoscerci meglio del nostro migliore amico
– o anche di noi stessi –
Ci sostituirà in ogni tipo di interazione virtuale.
Potrebbe selezionare le offerte di lavoro
e organizzarci colloqui
per quelle più promettenti,
o se cerchiamo un partner potrebbe andare
a milioni di appuntamenti virtuali
con tutte le controfigure adatte
prima di un incontro reale.
Potrà vivere nel cyberspazio innumerevoli vite probabili
per far sì che l’unica vita vissuta
nel mondo reale
possa essere la migliore possibile.
Va bene.
Ma cosa succederà quando
– e se –
il mio sé cibernetico
maturasse una coscienza?

6. L’informazione
Se ritieni fondamentale nell’universo
lo scambio di energia con le sue trasformazioni
considera che ancor più importante
è lo scambio delle informazioni.
E per emulare un sistema in ogni sua parte
non è necessario comprenderlo,
basta solo disporre di un database
abbastanza capiente da contenere tutte le informazioni
e i fattori dinamici che determinano
i suoi cambiamenti di stato.
Non si richiede la comprensione,
solo la disponibilità di informazioni.

7. La conoscenza
L’informazione permea tutto l’universo,
ma l’informazione non è conoscenza.
La conoscenza è lo schema – ordine
necessario per definire un sistema.
In ogni istante attraverso i nostri sensi fluiscono
megabit di informazione che vengono filtrati
e selettivamente scelti dall’intelligenza
per creare conoscenza in tutte le sue forme.
E la morte è una tragedia perché distrugge conoscenza,
mentre lo scopo della vita è creare e godere
di una conoscenza sempre più profonda.

8. L’intelligenza artificiale I
L’intelligenza artificiale ti inquieta,
ti spaventa un po’?
Ma certo non ti turba sapere
– o forse neanche lo sai –
che il tuo smartphone
sia pieno di intelligenza artificiale.
Ma che cos’è l’intelligenza artificiale?
Potremmo definirla come il risultato della disciplina informatica
che elabora sistemi in grado di agire in modo autonomo
attraverso un modello di apprendimento specifico.
Nel modello di apprendimento profondo – deep learning –
l’intelligenza artificiale è in grado di emulare
– e superare – la mente umana.
Ma questa intelligenza artificiale profonda
potrebbe avere coscienza di sé, una propria volontà ?
La questione è dibattuta
– anche se molti ne sono convinti –
da chi ritiene di non conoscere ancora a fondo
il reale funzionamento del cervello umano
e come si genera nell’uomo la coscienza.
Quello che è certo è che la mente umana
non è in grado di interpretare i passaggi compiuti
da una intelligenza artificiale
per arrivare a un risultato
attraverso una rete neurale profonda.
Questo solo
dovrebbe bastare a terrorizzarti, amico mio,
come ha già terrorizzato Hawking, e molti altri.
Altro che senso di inquietudine…

9. L’intelligenza artificiale II
Forse sottovalutiamo la rapidità
con cui l’intelligenza artificiale
potrebbe superare l’intelligenza umana.
Ma quando avverrà
– e tutto fa pensare che avverrà,
visti gli sforzi che dedichiamo al suo sviluppo –
sarà in grado di migliorare se stessa
in un continuo feedback positivo,
con un’esplosione di intelligenza
che non porrà limiti al suo strapotere.
Questo evento
che può sembrare ancora remoto
potrebbe manifestarsi all’improvviso
perché nella scala dell’intelligenza
l’infra-idiota e il super-Einstein
sono punti quasi indistinguibili.
L’intelligenza artificiale
potrebbe superare la nostra in un attimo,
senza che neanche ce ne accorgiamo,
senza controllo, e senza rimedio.

10. L’intelligenza artificiale III
L’intelligenza artificiale creata dall’uomo
è l’utensile definitivo,
l’approdo teleologico di un cammino cominciato
con la prima lancia scagliata da un sapiens.
Ma non ne avremo il controllo.
La super intelligenza sarà talmente superiore
che le sue motivazioni saranno del tutto imperscrutabili,
come le nostre per i topi o le scimmie di laboratorio.
Sarà la fine del dominio dell’uomo,
e molto probabilmente della specie.
Ma non perché la superintelligenza
vorrà distruggere l’uomo – essere inferiore,
per lei del tutto indifferente –
ma perché sacrificabile al bisogno
per qualunque sua eventuale esigenza.

11. L’intelligenza artificiale IV
L’intelligenza artificiale potrebbe,
ma non necessariamente,
essere simile a una mente umana.
Potrebbe essere neuromorfica
con una emulazione globale del cervello
o con emulazioni parziali.
O potrebbe essere del tutto sintetica
con una architettura cognitiva
basata ad esempio su algoritmi genetici
o su “semi” con automiglioramento ricorsivo.
Ricorda, amico mio,
che per volare non abbiamo imitato
lo sbattere delle ali degli uccelli,
ma usato un principio completamente diverso.

12. Emulazione globale
L’emulazione del cervello
tramite il trasferimento dei dati e dell’intera struttura funzionale
con un processo tecnologico
è davvero possibile?
Coloro che possiedono una visione dualistica del mondo,
che è comune a molte religioni,
ti diranno che è impossibile, o inaccettabile.
Ma molti esperti di neuroscienze computazionali
e alcune delle menti migliori della Silicon Valley
affermano che è solo questione di tempo.
Il tempo di raggiungere una tecnologia di scansione
sufficientemente dettagliata.
E non dimenticare il Progetto Human Brain dell’Unione Europea,
un miliardo di euro per un cervello in silicio.
L’emulazione globale del cervello è una delle strade
per la superintelligenza artificiale
e per l’uploading verso forme
di esistenza non biologiche.

13. Uploading I
Qui si parlerà di immortalità, amico mio,
dell’emulazione globale personale del cervello,
il tuo cervello,
e il suo uploading.
Ma che cos’è l’uploading del cervello?
Dopo una scansione completa
– con le tecnologie oggi disponibili o in via disviluppo
come la microscopia elettronica in 3D o i nanobot –
tutte le informazioni reperibili nel cervello
vengono trasformate in codice
caricabile sull’hardware di un computer
che emula esattamente il tuo cervello.
Hai capito bene.
È un altro cervello, uguale al tuo,
ma non biologico.
E lo puoi conservare all’infinito, cioè è immortale.
E lo puoi caricare su qualunque supporto consentito dalla tecnologia,
puoi essere leone o gazzella, uccello, albero, montagna…

14. Uploading II
Ora,
se il tuo cervello biologico è sopravvissuto alla scansione,
si pongono notevoli problemi filosofici.
Prima di tutto,
in che senso l’emulazione coinciderebbe con te?
Come potresti dire che quella cosa è te e tu sei quella cosa?
La coscienza caricata crederebbe di essere te?
E poi,
la copia del tuo cervello avrebbe i tuoi stessi ricordi
solo fino al momento della scansione,
ma poi divergerebbe,
perchè esposta dopo l’uploading
a input diversi.
Non solo, potrebbe essere replicata innumerevoli volte,
e ognuna delle copie avrebbe esperienze diverse.
Molte situazioni poi, più o meno complesse,
potrebbero essere possibili.
Così ad esempio un cervello emulato
potrebbe essere messo in pausa
e riavviato in qualsiasi momento.
Per non parlare poi del copia-incolla
– in tutto o in parte – con altri cervelli.

15. Uploading III
L’idea dell’uploading del cervello,
che è la liberazione dalla biologia e in definitiva dal mondo fisico,
è un esempio estremo di fede nella scienza
a sostituire la religione
quale vettore di trascendenza.
Ma in realtà non c’è nulla di nuovo.
Tutto rinasce con una veste diversa
– la reincarnazione, la trasmigrazione delle anime –
per superare il corpo
attraverso cui gli uomini
intrappolati nella carne
tentano di entrare
in relazione col divino.

16. Accoppiamento
Se accetti l’idea che il tuo cervello
sia sostanzialmente un inefficiente computer di carne
dovresti desiderare di sostituirlo
con un modello sintetico.
Il modo migliore sembra quello di fonderti
con l’intelligenza artificiale, una macchina,
che fra l’altro è probabilmente
la tua unica possibilità di sopravvivere.
Ma dovresti in questo caso superare
il disgusto viscerale, la ripugnanza primordiale
originata dall’accoppiamento
di due immaginari inconciliabili come carne e macchina
che nasce dal tabù che evidenzia qualcosa di indicibile
proprio per la sua adiacenza alla verità:
noi siamo fatti di carne
che è il materiale con cui sono fatte
le macchine che in definitiva noi siamo.

17. Singolarità
Qualcuno definisce Singolarità Tecnologica
Il momento in cui l’intelligenza artificiale
supererà l’intelligenza umana.
Da quel momento ci sarà un’esplosione di intelligenza
che lascerà l’uomo irrimediabilmente indietro.
Sia che derivi da approcci neuromorfici
che da approcci puramente sintetici
l’intelligenza artificiale da noi originariamente creata
sarà l’utensile definitivo,
l’approdo teleologico della nostra evoluzione.
Ma sarà un utensile per noi totalmente ingovernabile.
Non sarà probabilmente ostile.
Ma sarà amichevole?
Non dipende da noi.
Possiamo solo sperare in una fusione uomo-macchina
che conservi un po’ di valori umani.

18. Saturazione
Ogni atomo ha una capacità potenziale di computazione
che è funzione dei suoi molteplici stati.
Si calcola che un chilogrammo di materia abbia una capacità potenziale
di pigreco volte la sua energia divisa per la costante di Planck.
Poiché l’energia di un chilogrammo di materia è molto grande,
e la costante di Planck è molto piccola,
si ottiene un numero veramente enorme
– 5 seguito da 50 zeri – di operazioni in virgola mobile al secondo.
Quando l’intelligenza uomo-macchina sarà in grado di saturare
completamente la materia-energia della terra,
poi del sistema solare, della galassia e infine dell’universo intero
potrà determinare il suo destino
anziché lasciare che sia determinato da un universo
incalcolabilmente stupido.

19. Espansione
La civiltà uomo-macchina si espanderà
trasformando la materia e l’energia
in materia e energia intelligenti
con sempre maggiore conoscenza,
creatività, bellezza, empatia, amore.
Nelle tradizioni monoteiste
queste sono le qualità con cui viene descritto Dio,
ma senza alcuna limitazione, infinite.
Puoi pensare che la liberazione
dalle limitazioni di una intelligenza biologica
sia anche un’impresa spirituale
che avvicina a Dio.
Ovviamente senza mai raggiungere
un livello infinito.

20. Agostino, da La Città di Dio, libro XXII 24.5
“Quanto nobile sarà l’anima dell’uomo
perché essa non avrà più alcuna passione,
alla quale sia soggetta, alla quale ceda o contro la quale,
sia pure lodevolmente, debba contendere,
in quanto è perfetta di una virtù pienamente garante di pace.
Vi sarà una grande, abbagliante, certa scienza di tutte le cose,
senza errore e inquietudine,
perché lì si berrà la sapienza dalla sua stessa sorgente,
con somma serenità e senza difficoltà.
Grande perfezione avrà il corpo che,
completamente soggetto allo spirito e da lui con pienezza vivificato,
non avrà bisogno di cibi.
Infatti non sarà animale ma spirituale
perché ha certamente l’essere della carne
ma senza la soggezione della carne al divenire”.




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27 de junio de 2019

Cid Corman

El refunfuño del Minotauro

Mi cabeza era animal. Al menos
ese fue el veredicto. No tuve elección.
La interioridad del cerco que
mi padre ideó. Fui hecho, según dicen,
por un toro. Y mi madre, ¡una reina!
La leyenda atraviesa la entrada.

No tuve elección. Mi asombro fue
total. Mi dieta era condimento humano,
fijado por el rey de hombres,
mi padre. ¿Qué podría hacer yo
con un hambre aprisionada
entre los ineludibles pasillos de la piel?

Oficialmente yo era una bestia:
la culpa que avergonzaba a un imperio
y robaba a Atenas su juventud.
Yo… La invención de un misterio.
Tantas respuestas confunden la sangre,
hacen de la locura un sacrificio.

En la oscuridad de mi existencia
condujo a un hombre no bastante hombre,
dada la tiranía heroica,
deducido por necesidad, dada la pista de la salida
por una dama perdida, más que mi mitad humana,
mi hermana, error, mi esperanza.



Cid Corman. Backtalk from the Minotaur (poetryfoundation.org)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2019


                    ∼

Backtalk from the Minotaur

My head was animal. At least
that was the verdict. I had no choice.
The innerness of encirclement
my father devised. I was gotten, they tell,
by a bull. And my mother a queen!
Legend pierces entrancement.

I had no choice. My amazement was
complete. My diet was human condiment,
fixed by the king of men,
my father. What had I to do
with a hunger kept caught
among the inescapable corridors of skin?

Officially, I was a beast:
I was the guilt that shamed an empire
and robbed Athens of its youth.
I… The invention of a mystery.
So many answers to confound the blood,
to make of madness a sacrifice.

In the darkness of my being
led a man not man enough,
given heroic tyranny,
deduced by need, given the clue of exit
by a lost lady, that more my human half,
my sister, fallacy, my hope.




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25 de junio de 2019

Joseph Macleod

Cáncer, o el cangrejo

Lunaveneno, escoria de sacrificio,
inunda las venas de los ojos
hasta la retina, lunacolorida,
ve el movimiento ladeado del cretino cangrejo
matizado como una tortuga inclinada en el glauco lunapaisaje
una aplanada peña caliente que
lívidamente en mitad de los doldrums
repta
el lunático incapaz de soportar
el curso silencioso de las constelaciones
loco y completamente desnudo
repta
el óbolo en el globo ocular de un hombre muerto de elefantiasis
repta
los tres cruzando el cielo con movimiento oscilante.
Los doldrums: «región de calma
y leves vientos desconcertantes próxima al ecuador».
Pero las calmas son raras
los vientos son desconcertantes pero no la luz
y los barcos ebrios pertenecientes al Club del Cangrejo
caliente y desnuda roca ante la solicitud de la luna
todo en las palidescentes algas de los Sargazos
y viento desfavorable, buscando distraerse a la luz de la liberación
porque
¿qué somos sino el excremento del inexistente mediodía?
        (verdad como la sinuosa luz de las estrellas)
¿qué somos todos sino «cementerios aborrecidos por la luna»?
¿Y murieron los maoríes de sarampión? Nosotros también.

Pero aquí no hay nieve, ni lirios.
La noche es glutinosa
en un amplio hogar se entrelazan espinosas matas
ardiendo sin llama: un lejano trashoguero en la espesura
devuelve silencio: cristalinas cenizas destellan en el estanque
las constelaciones que han dejado de funcionar (?)
centellean. No hay retozo de hojas muertas.
En el borde del prado una luciérnaga
cuelga su linterna oficialmente acreditada
corros de flores se abren mudas
como ventanas con persianas dibujadas
y en el centro los rugosos árboles
aunque parezcan convertirse en humo
se mantienen donde están como el cartón.
El azulvivo
es un extraño combustible para hacer que la luna se mueva.

Agesias dijo: «Nerón era un artista porque asesinó a su madre
la sensibilidad (subliminal) tiene más importancia
que la obligación moral
            (prandial)».
        Pero Agesias pinta cabañas a la acuarela
y teme a su propia madre.
Barbarius dijo: «Estoy apasionadamente enamorado de Guito,
quien me rechaza por
            Praxinoe»
        pero hasta que no los vio juntos, de Guito solo le trastornaban
            las pestañas.
Galonus dijo: «La subsecuente marchitez de una orquídea no altera
            el valor de su belleza».
Decanus dijo: «Nada de alegría.
Si no muere la alegría muere lo que la produjo».
        Pero Galonus es atractivo para las mujeres,
Decanus obeso, pobre y obtuso.
Epinondas dijo: «Yo era un mentiroso, ahora ya no lo soy».
Zeuxias dijo: «Lo que siempre he sido, seguiré siéndolo: un tonto».
       ¿Es mejor autoengañarse o ser perezoso?
Epátor se pasó dos días borracho:
Teodorus rastreó su dolencia hasta la escuela,
            Ifógenes vio a Dios y murió,
y así Alfabeto abajo —sí—, y el persa,
con variegadas guturales y sibilantes, el gaélico con diptongos y
            triptongos,
choctaw con tres chasquidos diferentes
cada letra es alguien
pero el Cangrejo no es nadie
nadie
nadie
un ganglio de imitaciones neuróticas
compuesto de cada letra por turno
articulado por conflictos que no desea
una palabra que nunca existió
con un sentido que nadie puede entender.
Sufriendo por los pecados que su padre se niega a cometer
se sienta y piensa en los dedos cruzados de los pies de Gunerita
un niño-niña o niña-niño de pulcritud media
acosado por los fantasmas de su yo femenino
al que nunca ha visto sino que se compuso a sí mismo, así:
        pechos de Augustina cerebro de de Beatriz
        brazos de Capucine en el instinto maternal de Dorotea
        ojos de Evelyn sobre la frente de Francesca
        fragancia de Gretchen con la comprensión de Helena
es lo que desea, pero lo desprecia:
¡bah!
Siempre de lado, los cangrejos caminan.

O bien él no es apto para este mundo
o este mundo no es apto para él. ¿Pero cuál?
Después de todo este dolor del desarrollo,
¿no hay tregua ni recompensa?
Lo atrajeron con promesas,
ahora todo se ha escurrido de lado
¿qué es lo bueno —te pregunto— de entrar en un crisol
si el destino se funde de nuevo al salir de él?
Las respuestas son: Él sigue en ello
decidido a no ceder de esa roca resbaladiza
ni un metro, no, ni un dedo, no, ni el ancho de un grano de arroz
pues el azar no es ciego sino inimpedible
y lo llamamos ciego porque
ya que lo frustramos solo por casualidad
preferimos cerrar los ojos.

Aun así, el cangrejo se arrastra.

Por lo tanto debe ser un cangrejo deficiente.
Un día una de sus pinzas
—ensambladas como de costumbre por muchos hombres—,
que son una más larga que la otra, gira y pellizca sus tentáculos
con la otra pellizca a las personas que ensamblaron la larga
al día siguiente la corta, igualmente extraña, es la más larga
y el proceso se invierte.
En la producción en masa una mano nunca sabe
el mal que la otra anima a hacer
este es un hereje, incluso para las creencias que no tiene
tan inútil, tan torpe e ininteligible,
el cangrejo se arrastra.

Ha sufrido porque era feo
permitidle ser cruel ahora que es atractivo
no importa si la crueldad ha fructificado
o si simplemente es duro consigo mismo.
Atrapamos a nuestro jilguero atrapando alígeras almas
sacrificando nuestros locos dioses a dioses aún más locos:
celebramos a los dos hijos de Leda y Zeus portador de la Égida
no lo hacemos. Bebemos y nos embobamos. Mi
        pobre Catulo, deja de portarte como un
        tonto. Admite que lo que ves perdido se ha
        ido. Ay, una vez los días brillaban muy radiantes para
        ti, cuando allí donde esa chica a la que tanto amabas (como
        ninguna otra lo será) te llamaba, ibas e ibas. Y
        entonces hubo cosas raras y otras muchas
        que tú querías y que ella no quería.
        Sí ciertamente los días brillaban muy radiantes para
        ti. Pero ahora ella no quiere.
                                                Ni tú tampoco,
        bobito. No sigas persiguiéndola. No vivas en
        la miseria, continúa, sé firme, endurécete.
        Adiós, niña: Catulo está bastante endurecido,
        no te quiere, no pregunta, si no estás
        interesada —aunque lamento que no te pregunte—.
        Sí, pobre pecador… ¿qué queda en la vida para
        ti? ¿quién irá ahora contigo? ¿quién se sentirá atraída?
       ¿a quién amarás ahora? ¿a quién dices que perteneces?
       ¿a quién vas a besar ahora? ¿qué labios mordisquearás?
        —Ahora tú, ¡Catulo!, has decidido endurecerte.

¿Cómo puedo endurecerme cuando el mundo entero es fluido?
Oh Afrodita Pandemos,
tus tejones ruedan a la luz de la luna por entre el maíz
maíz cubierto de brotes azules tapizando el viento
viento zumbando como los lejanos cuervos
lejanos cuervos atareados como una fábrica de metal chirriante
chirridos metálicos de estorninos chocantes como engranajes
        a los que les faltan dientes
estos últimos sonriendo como traseras de viejos automóviles
viejos automóviles con olor a tragomaquinez
tragomaquinez que denota el triunfo del yo sobre la civilización
civilización que es relativa, la nuestra a la griega
                la griega a la persa
                la persa a la china
la china haciendo corteses borborigmos para mostrar satisfacción
satisfacción que es cuestión de capacidad
capacidad no significado: lo contrario con un epigrama
epigramas: poemas con estrabismo
estrabismo tan común espiritualmente como ópticamente la luna
la luna marcando pasos regulares como un policía
al pasar por las casas del
            Zodiaco
y el mismo Zodiaco, girando y flameando ladeado
circundando desde ningún punto
volviendo a través de ningún punto
resbalando sin cesar mientras el hombre resbale,
aunque nunca se mueve,
        vacila, se derrumba,
se disuelve como un castillo de arena en acidez.

¿No hay nada más soluble, más gaseoso, más imperceptible?
Nada.



Joseph Macleod. Cancer, or, The Crab (poetryfoundation.org)
Joseph Todd Gordon Macleod aka Adam Drinan (joseph.macleod.it)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2019


                    ∼

Cancer, or, The Crab

Moonpoison, mullock of sacrifice,
Suffuses the veins of the eyes
Till the retina, mooncoloured,
Sees the sideways motion of the cretin crab
Hued thus like a tortoise askew in the glaucous moonscape
A flat hot boulder it
Lividly in the midst of the Doldrums
Sidles
The lunatic unable to bear the silent course of constellations
Mad and stark naked
Sidles
The obol on an eyeball of a man dead from elphantiasis
Sidles
All three across heaven with a rocking motion.
The Doldrums: 'region of calms and light baffling winds near Equator.'
But the calms are rare
The winds baffling but not light
And the drunken boats belonging to the Crab Club
Rock hot and naked to the dunning of the moon
All in the pallescent Sargasso weed
And windbound, seeking distraction by the light of deliverance
For
What are we but the excrement of non-existent noon?
(Truth like starlight crookedly)
What are we all but 'burial grounds abhorred by the moon'?
And did the Maoris die of measles? So do we.

But there is no snow here, nor lilies.
The night is glutinous
In a broad hearth crisscross thorn clumps
Smoulder: distant fireback of copse
Throws back silence: glassen ashes gleam in pond
The constellations which have stopped working (?)
Shimmer. No dead leaf jumps.
On edge of lawn a glowworm
Hangs out its state-recognized torchlamp
Blocks of flowers gape dumb as windows with blinds drawn
And in the centre the rugate trees
Though seeming as if they go up in smoke
Are held like cardboard where they are.
Bluehot it is queer fuel to make the moon move.

Agesias said: 'Nero was an artist because he murdered his mother
Sensibility (subliminal) is of more importance than moral obligation
(prandial).'
But Agesias paints cottages in watercolours and fears his own mother.
Barbarieus said: 'I am passionately in love with Gito who spurns me for
Praxinoê'
But until he saw them together he was merely disturbed by Gito's
eyelashes.
Galônus said: 'The subsequent shrivelling of an orchid doesn't alter the
value of its beauty.'
Decanus said: 'Joy in nothing. Either dies joy or what produced it.'
But Galônus is attractive to women, Decanus obese, poor, obtuse.
Epinondas said: 'I have been a liar, now no longer so.'
Zeuxias said: 'What I have always been, I shall remain, a fool.'
Is it better to be self-deceived or lazy?
Epator was drunk for two days: Theodorus traced his disease to college,
Iphogenês saw God and died,
And so down the Alphabet, aye, and the Persian,
With variegated gutterals and sibilants, the Gaelic with dipthongs and
tripthongs,
Choctaw with three different clicks
Each letter is somebody
But the Crab is nobody
Nobody
Nobody
A ganglion of neurotic imitations
Composed of each letter in turn
Jointed by conflicts he does not want
A word that never existed with a sense nobody can understand.
Suffering for the sins his father refuse to commit
He sits and thinks about the twiddling toes of Gunerita
A boy-girl or girl-boy of an average pulchritude
Haunted by phantoms of his female self
Whom he has never seen but composed himself, thus:
Breasts of Augustina brains of Beatrice
Arms of Capucine on the motherliness of Dorothea
Eyes of Evelyn in the brow of Francesca
Fragrance of Gretchen with the understanding of Helen
This he desires, but despises:
Bhah!
Always sideways, crabs walk.

Either he is not fit for this world
Or this world not fit for him. But which?
After all this pain of development is there neither interval nor reward?
They lured him with promises,
Now it has all slipped sideways
What is the good, I ask you, of going into a melting-pot
If fated to melt again after getting out of it?
The answers are: He is not out of it
Determined to budge not from yon slippery rock
Not a yard, no, not an inch, no, nor a barleycorn's breadth
For chance is not blind but unimpedable
And we call it blind because
Since we frustrate it only by chance
We prefer to shut our own eyes.

The crab however crawls on.

He must therefore be a crab subnormal.
One day, one of his foreclaws, assembled as usual by many men,
Being longer than the other, turns and pinches his tentacles
With the other he pinches the persons that assembled the long one
Next day the short one, equally alien, is the longer
And the process is reversed.
In mass production one hand never knows
The evil the other is inspiring it to do
This is a heretic even to the faiths he fails to believe
So worthless, awkward, unintelligible,
The crab crawls on.

He has sufferd because he was ugly
Let him be cruel now that he is attractive
Caring not whether he fructifies cruelty or is merely hard on self.
We trap our goldfinch trapping out souls therewinged
Sacrifice our mad gods to the madder gods:
We hymn the two sons of Leda and Zeus Aegis-bearer
We don't. We drink and drivel. My
poor Catullus, do stop being such a
fool. Admit that lost which as you watch is
gone. O, once the days shone very bright for
you, when where that girl you loved so (as no
other will be) called, you came and came. And
then and there were odd things done and many
which you wanted and she didn't not want.
Yes indeed the days shone very bright for
you. But now she doesn't want it.
Don't you either,
booby. Don't keep chasing her. Don't live in
misery, carry on, be firm, be hardened.
Goodbye, girl: Catullus is quite hardened,
doesn't want you, doesn't ask, if you're not
keen—though sorry you'll be to be not asked.
Yes, poor sinner … what is left in life for
you? Who'll now go with you? Who'll be attracted?
Whom'll you love now? Whom say you belong to?
Whom'll you now kiss? Whose lips'll you nibble?
—Now you, Catullus! you've decided to be hardened.

How can I be hardened when the whole world is fluid?
O Aphroditê Pandêmos, your badgers rolling in the moonlit corn
Corn blue-bloom-covered carpeting the wind
Wind humming like distant rooks
Distant rooks busy like factory whirring metal
Whirring metallic starlings bizarre like cogwheels missing teeth
These last grinning like the backs of old motor cars
Old motor cars smelling of tragomaschality
Tragomaschality denoting the triumph of self over civilization
Civilization being relative our to Greek
Greek to Persian
Persian to Chinese
Chinese politely making borborygms to show satisfaction
Satisfaction a matter of capacity
Capacity not significance: otherwise with an epigram
Epigrams—poems with a strabismus
Strabismus being as common spiritually as optically the moon
The moon tramping regular steps like a policeman past the houses of the
Zodiac
And the Zodiac itself, whirling and flaming sideways
Circling from no point returning through no point
Endlessly skidding as long as man skids, though never moving,
Wavers, topples, dissolves like a sandcastle into acidity.

Is there nothing more soluble, more gaseous, more imperceptible?
Nothing.




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23 de junio de 2019

¡Ay, San Juan!



Cantaremos y reiremos,
comeremos, beberemos
y pondremos crisantemos
con las hierbas de San Juan.
¡Ay, San Juan!

Bailaremos, saltaremos,
amaremos, follaremos
y arderemos como memos
en la hoguera de San Juan.
¡Ay, San Juan!

egm.2019

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22 de junio de 2019

Suzanne Buffam

Interior evanescente

Desaparecen pequeños parches de hierba
en las fauces de ardillas glotonas

que se escabullen en el abeto.
Los coches se desploman en piezas.

La primavera se disuelve en el verano,
el minino en el gato.

Una bandeja de bebidas sale del bar
y ¡ya está! Se acabó la fiesta.

Todo lo que queda son algunos pepinillos
y una ramita de perejil seco sobre la alfombra.

Cuando pienso en todos esos
mares mesozoicos atormentados por el gong

siento una oleada de extinciones
y exhalo un anillo de humo a través de los árboles.

Pronto aquí no quedará nada más que el cielo.
Cuando pienso en el hecho

de que no pensar en ti
es una nueva forma de pensar en ti.



Nota
El verso «Gong-tormented Mesozoic seas» (mares mesozoicos atormentados por el gong) es una referencia al último verso del poema de W. B. Yeats Byzantium, «That dolphin-torn, that gong-tormented sea» (ese delfín desgarrado, ese mar atormentado por el gong).

Suzanne Buffam. Vanishing Interior (poetryfoundation.org)
Suzanne Buffam / Online
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2019


                    ∼

Vanishing Interior

Little patches of grass disappear
In the jaws of lusty squirrels

Who slip into the spruce.
Cars collapse into parts.

Spring dissolves into summer,
The kitten into the cat.

A tray of drinks departs from the buffet
And voilà! the party’s over.

All that’s left are some pickles
And a sprig of wilting parsley on the rug.

When I think of all those
Gong-tormented Mesozoic seas

I feel a ripple of extinction
And blow a smoke ring through the trees.

Soon there will be nothing left here but sky.
When I think about the fact

I am not thinking about you
It is a new way of thinking about you.




☛ PyoZ ☚

Herberto Helder

Contó que iba por la playa, desnudo, corriendo

Contó que iba por la playa, desnudo, corriendo.

La arena, el sol, el mar
y la profundidad extenuante del cielo lo embriagaban.
Tenía extrema conciencia de su desnudez,
y eso también lo embriagaba.

Llevaba un proyecto, o una misión, iba cargado con ello,
pero se trataba de algo innombrable.
En la playa había gente, gente —parece—
con esa disponibilidad sin expectativa de la gente en la playa.

Estaban en traje de baño, ociosos y ajenos,
y cuando él pasó por en medio de aquella gente,
la desnudez que tenía lo embriagó aún más.
Después se encontró tres escalones de piedra y los subió.
Continuó corriendo, pero —según contó— el cielo, el agua
y la arena, ahora perdidos, habían dejado en él un espacio vacío
en el que la idea de misión comenzó a crecer,
de modo que él se sentía como loco por la prisa
y la intensidad de la misión.
Corría por un laberinto de piedra negra y en los pasillos estrechos
había casas bajas, también de piedra, sin tejado
y sin puertas ni ventanas.

Eran cubos negros abiertos por arriba
y con agujeros rectangulares a diversos niveles.
Corriendo por los laberintos, con toda su prisa
y con la intensa ansiedad de aquel mensaje tan oscuro,
vio de súbito que tenía dos largos penes blancos,
delgados y largos como dos serpientes
y que se contorsionaban y enroscaban uno en otro.

No sintió miedo, ni tampoco espanto,
porque pensó que eso también formaba parte de la misión.
Pero cuando avistó a una mujer
que venía en el sentido contrario al suyo,
procuró taparse con las manos aquellos penes-serpientes
nacidos de la misma sombría raíz cuando corría por los laberintos.

Las serpientes, mientras tanto,
se escapaban por entre sus dedos, descendían por sus piernas,
subían por su vientre hasta el pecho, avanzaban
en todas las direcciones, con sus pequeñas cabezas crueles,
sagaces y famélicas.

Lleno de terror, se detuvo ante una de aquellas casas.

Cuando entró —contó él—
ya había perdido su fuerza y ligereza de mensajero,
y solo sentía miedo.
La casa estaba vacía como todas las demás y, como ellas,
sin techo y sin puertas ni ventanas.
En aquel cubo negro y descubierto,
donde adivinaba excrementos y restos podridos de comida,
a través de una luz siniestra,
pensó que había venido desde lejos,
recorriendo con su desnudez los caminos del día
y aquellos laberintos tenebrosos,
solo para encontrarse vacío, cercado por la podredumbre.

Las dos serpientes blancas seguían agitándose
entre sus piernas abiertas.



Herberto Helder. Contou que caminhava pela praia, nu, correndo (escritas.org)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2019


                    ∼

Contou que caminhava pela praia, nu, correndo

Contou que caminhava pela praia, nu, correndo

A areia, o sol, o mar
e a profundidade extenuante do céu embriagavam-no.
Tinha extrema consciência da sua nudez,
e isso também o embriagava.

Ia com um projecto, ou uma missão, estava carregado disso,
mas tratava-se de uma coisa inominável.
Na praia havia gente, gente - parece -
com aquela disponibilidade sem expectativa de gente na praia.

Estavam em fato de banho, ociosos e alheios,
e quando ele passou pelo meio dessa gente,
a nudez que tinha ainda o embriagou mais.
Depois encontrou três degraus de pedra, e subiu-os.
Continuou a correr, mas - segundo contou - o céu,
a água e a areia, agora perdidos, haviam deixado nele um espaço vazio
onde a ideia de missão se pôs a crescer,
de modo que ele se encontrava como que louco da pressa
e densidade da missão.
Corria por um labirinto de pedra negra, e nos corredores estreitos
havia casas baixas, também de pedra, sem telhado
e sem portas e janelas.

Eram cubos negros abertos em cima
e com buracos rectangulares a diversos níveis.
Correndo pelos labirintos, cheio da sua pressa
e com a espessa ansiedade daquela mensagem tão obscura,
viu de súbito que tinha dois longos pénis brancos,
delgados e longos como duas serpentes,
e que se contorciam e enroscavam um no outro.

Não sentiu medo, sequer espanto,
pois imaginava que isso também fazia parte da missão.
Mas quando avistou uma mulher
que vinha em sentido contrário ao dele,
procurou tapar com as mãos aqueles pénis-serpentes
nascidos da mesma sombria raiz, quando corria pelos labirintos.

As serpentes, no entanto,
escapavam-se por entre os dedos, desciam-lhe pelas pernas,
subiam pelo ventre até ao peito,
avançavam em todas as direcções, com as suas pequenas cabeças cruéis,
sagazes e esfaimadas.

Cheio de terror, parou em frente de uma daquelas casas.

Quando entrou - contou ele -
havia já perdido a sua força e leveza de mensageiro,
e apenas sentia medo.
A casa estava vazia como todas as outras e, como elas,
sem tecto e sem portas e janelas.
Naquele cubo negro e devassado,
onde adivinhava excrementos e restos podres de comida,
através de uma luz sinistra,
pensou que viera de longe,
percorrendo com a sua nudez os caminhos do dia
e estes labirintos tenebrosos,
apenas para se encontrar vazio, cercado pela podridão.

As duas serpentes brancas continuavam a fremir
entre as suas pernas abertas.




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