15
Todo dicho, su pensamiento
era tan hondo y profundo,
todo recontado y tergiversado,
que jamás pudo encontrarlo
en el mito, el dogma, la teoría,
donde todo ha sido rehecho,
todo recocido y recalentado,
mientras pienso creo que existo,
todo casualidades, nada
sucede por razón alguna,
vence a tu instinto, sigue tu intuición,
todo casualmente falsificado,
conque aquí donde estoy déjame estar,
pues que ya casi todo, y nada, ha sido.
16
Como música para oídos sordos,
nunca olvido una cara, pero
las baratas no recuerdo a ninguna,
mientras, yo pensabando
en irme a las praderas siderales
que el viento no conoce ni sospecha,
y tres sonetos y una endecha,
el barranco en el que nos derrumbamos,
el lodo en el que nos vencemos,
la puta se la chupa en su chaise longue
a tipos que apoquinan pero
no pillan su sentido de la historia,
y no se vio un fenómeno tal cual
en todo el universo universal.
17
Toda la vida es demasiado tiempo,
esto lo cambia todo, esto
no cambia convenientemente nada,
no descansaremos ni cuando estemos
muertos, tu duda me la exsuda,
capitán corto versus doctor tonto,
solo quería vivir por encima
de mis imposibilidades,
cada cochina cosa,
la primera, original, la segunda,
repetición, y la tercera es tópico,
alma a la ciencia y polvo al infinito,
tan solo vivir, demostrando
lo que no queríamos desmontar.
18
Ejércitos acampan en las playas,
bikinis y romances juveniles,
quién sabe lo que el viento jamás trajo,
no puedes elegir no envejecer,
en flema se condensa el universo,
el verso se disipa en el poema,
el salmo irreverente,
la sucia sed de los ascetas,
no tan menos, tan solo más es más,
pues que apenas esto sabrás,
el verso no te explica el universo,
la flema es lo que queda del poema,
recita el mirlo en los crepúsculos
el salmo irreductible de su sed.
19
En efecto, ese pérfido artefacto
te deja espectralmente estupefacto
en el desplazamiento al rojo,
Hanke Von Geurtriez Ibn Al Mirandí,
ninguna calle llevará tu nombre,
nadie sabrá de ti,
ni habrá nadie que te nombre,
la perfección de la forma imprecisa,
la imprecisión de la forma perfecta,
en las aulas resonantes,
la sombra de Doppler es alargada
pero la vida ya no irrita al arte,
ni tú entrarás jamás en la corriente
del arte decumbente de Occidente.
20
No recuerdas cuándo comiste
tus primeros albaricoques, no
sabes, quizá tu madre te los daba
en mitades, limpios y deshuesados,
ella los llamaba albérchigos,
para que los comieras poco a poco,
ahora es primavera de nuevo
y de nuevo estás comiendo
albaricoques, o albérchigos,
y aún puedes recrear su sonrisa,
un poco burlona bajo el pañuelo,
carnosos, dulces, chorreantes,
ni sabes tampoco si serán
estos tus últimos albaricoques.
21
Yace el sol en el hombro del arquero,
arcano es el aire del día,
imperscrutable la luz del solsticio,
la verdad es que tal vez la verdad
es la mayor de todas las mentiras,
o acaso catedrático y cateto
no vengan de la misma raíz griega,
tú soslaya el error ajeno y niega
el propio hasta el final, que
te digo yo que
no miente más quien conoce que miente
que quien cree poseer la verdad,
mastica sin descanso tu estulticia,
esconde las escorias de tu humor.
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