Actores y actrices
Nunca sabes cuándo actúan,
por lo que debes sospechar
que lo hacen cuando hablan contigo.
Albañiles o paletas
Hacen todo lo que les ordenan los arquitectos,
los aparejadores, los constructores y los propietarios,
pero a su tiempo y a su manera.
Arquitectos
Se pasan de grandilocuentes tanto como de humildes:
proyectan las más desmesuradas torres
y los más exiguos apartamentos.
Barrenderos
Si existen las papeleras no deberían
existir los barrenderos. Pero existen.
Carpinteros de rodaje
Todo debe ser falso para que parezca real, dicen,
aunque el arte no sea su objetivo en la vida.
Camareras de bar nocturno
Aves de paso, no suelen conocer el oficio
ni es necesario que lo conozcan.
Camareros de bar
Se les tiene por psicólogos, pero
acaban necesitando un psicólogo.
Chefs de cocina
Con lo que cocinan no come ni un grillo
pero a ellos les alimenta el ego
hasta producir indigestión a todo el mundo.
Cocineros de menú del día
Si fueran albañiles prepararían la masa de cemento
con la misma precisión con que componen la paella.
Conductores de autobús
Como el resto de la Humanidad,
por mirar demasiado hacia delante
ignoran lo que sucede a su alrededor.
Críticos musicales
Algunos, pocos, empiezan comprando discos
y acaban vendiéndose a las disqueras.
Dentistas
Nadie puede ver el trabajo que le están haciendo
ni conocer su calidad, pero bien que lo cobran.
Directivos de multinacional
En sus decisiones no hay nada personal, son solo negocios.
Directores de arte
Como sucede con la “inteligencia militar”,
hay una contradicción en los términos.
Directores de cine
Tienen dos máximas: «No hay dinero para eso»
y «La gente no se fija».
Aun así las películas funcionan.
Electricistas
Siempre tienen otra chapuza que hacer en otro lugar
antes de hacer mañana la chapuza
que habían asegurado que iban a hacer ayer.
Enfermeros y enfermeras
Son el vínculo entre la vida y el más allá.
Afortunadamente lo ignoran.
Escritores y literatos
Aman su oficio, pero
odian a todo aquel que lo practica.
Escultores abstractos
Retuercen y luego enderezan piezas metálicas
a las que ponen nombres rimbombantes.
En eso consiste exactamente su arte.
Farmacéuticos
Suelen sufrir sordera, aunque solo cuando
se les pide algún producto relacionado con el sexo.
Fontaneros, plomeros y lampistas
Véase Electricistas.
Y multiplíquese por dos. O por tres.
Fotógrafos
Cuando no actúan como pintores frustrados
pueden llegar a hacer fotografía.
Generales de tierra, mar y aire
Desean que haya una guerrita de vez en cuando
para poder demostrar
su alto grado de incompetencia e ineptitud.
Informáticos
«Reinicia» es su mantra. Y si no funciona,
«desinstala y vuelve a instalar». Y si no funciona,
«cómprate otro».
Jardineros
Tienen el mejor oficio del mundo, pero
suelen ser funcionarios municipales.
Mecánicos
Al igual que los dentistas, nadie sabe
qué hacen, cómo, ni dónde, pero lo cobran.
Médicos
Indispensables para la vida humana,
pero a veces parece que algunos
hacían trampas en los exámenes.
Músicos de flamenco
Gente alegre y divertida.
Canta y baila, si sabes, con ellos
y déjalos ir —o vete— en cuanto puedas.
Músicos de rock
Viven en estado de excitación permanente.
No te acerques a ellos si no perteneces al gremio.
Peluqueros de caballeros
Siempre de pie, hablan demasiado y con demasiada gente.
Nadie debería trabajar en tales condiciones.
Peluqueras de señoras
Lo mismo, pero les encanta.
Periodistas (i)
Parecen creer que la realidad necesita ser reelaborada,
y que ellos tienen la misión de hacerlo.
Periodistas (ii)
Suelen decir que ellos son “de letras”
para excusarse de no entender de números;
pero de letras tampoco saben gran cosa.
Pintores abstractos
Imitan demasiado a la naturaleza
aunque se piense lo contrario.
Pintores de obra
No saben la responsabilidad que tienen
sobre la salud mental de la población.
Pintores de rodaje
La cámara no ve los detalles, les dicen,
y cambian los pinceles por la brocha gorda.
Poetas a sueldo
El que no sufre dispepsia, padece dipsomanía,
pero ninguno está maldito, aunque todos lo deseen.
Policías antinarcóticos
Ignoran, porque está mal visto decírselo,
que jamás podrán acabar
con la hidra de cien mil cabezas.
Policías locales/municipales/urbanos
Tienen diferentes nombres y distintos uniformes
pero sus cerebros parecen estar unificados.
Polític-as/-os
Se les paga para hacer una cosa: política,
pero se dedican, en el mejor de los casos,
a hacer otra: politiqueo.
Porteros de discoteca
En realidad nunca son violentos,
excepto los que son ultraviolentos.
Profesionales del sexo
Se merecen todo lo que tú puedas darles.
Profesores de enseñanza media
Cumplen la regla básica del frikismo:
ignoran que son frikis.
Profesores de universidad
Se creen más de lo que son
pero son menos de lo que parecen.
Y solo saben que lo saben todo.
Prostitutas callejeras
Son espurias, mendaces, falaces, falsarias y arteras.
Y además, putas.
Psicólogos
En muchos casos el oficio
es demasiado complejo para sus mentes.
Y acaban de camareros de bar.
Quiosqueros
Son los únicos que poseen toda la información,
pero se cuidan de hacer uso de ella.
Rotulistas
La informática los ha dejado obsoletos.
A no ser que alguien quiera un rótulo de verdad.
Saxofonistas
Tocan un instrumento innecesario
que puede ser substituido por cualquier otro.
Pero dan muy bien en las fotos y los vídeos.
Sindicalistas
La mayor parte son honestos, pero los hay que descubren
que algunas actividades son menos sufridas que otras.
Taxistas de ciudad
En cuanto entran en el oficio, sus colegas les enseñan
las fullerías pertinentes. Y las aprenden pronto.
Tenderos
Ya se les echa de menos,
y aún no han desaparecido del todo.
Traductores
Aunque no conozcan bien el destino, deberían
dominar el origen; pero, tantas veces, tampoco.
Videntes
Como su nombre indica, tienen mucha vista.
Aunque sus clientes, muy poca.
Vigilantes de garajes y museos
Pasan demasiado tiempo solos y en silencio
y sus miradas acaban hundidas en el suelo,
y también sus cerebros.
Zapateros
Tienen el valor de oler de cerca, al repararlos,
esos viejos objetos que sus dueños no se atreven ni a tocar.
egm. 2018
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