Vosotras, jóvenes, disfrutad los hermosos dones de las musas,
de fragante pecho de violetas, y la melodiosa lira,
pues de mí, que otrora tuve un lozano cuerpo, la vejez
se ha apoderado, y blancos ha vuelto mis oscuros cabellos,
y el ánimo me pesa y las rodillas, que en otro tiempo
danzaban cual veloces cervatillos, ya no me sostienen;
a menudo me lamento, pero qué puedo hacer yo
si no es posible que el ser humano no envejezca,
pues incluso dicen que la Aurora de rosados brazos por amor se llevó
a Titón, cuando aún era joven y apuesto, al confín de la tierra,
y sin embargo a él mismo, con el tiempo, lo atrapó la canosa vejez,
a pesar de ser el esposo de una inmortal.
Versión de E. Gutiérrez Miranda según la traducción de Carla Bocchetti y Ronald Forero en
☛ Nuevos fragmentos de Safo. Traducción y análisis (studylib.es, pdf pp. 34-35)
☛ C. García Gual. El último poema de Safo (letraslibres.com)
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