Los poetas inmaduros saquean; los maduros fusilan.
T. S. Eliot
1
Nadie está;
esta noche nadie sale,
nadie vale,
nadie piensa ni vendrá.
∼ James Newell Osterberg (Iggy Pop), Tonight
2
… Un retazo poéticovisual
—de color—
apocalíptico-arrebatador
—e irreal—…
∼ Basilio Candisque, Matriz y píxel sobre el plano
3
Tu hambre me potencia,
tu impotencia me sacia;
tu saciedad me abre,
tu cerrazón me cura:
tu enfermedad me azuza.
∼ Charles Gustav Young, The Tower of Positive Thinking
4
Si te encuentra, cuando muerde,
la esperanza es lo último
que te pierde.
∼ Carol Ambutafol, Desperate Finds
5
Tus cejas, cornejas;
tus ojos, abrojos.
Tus labios, resabios;
tus besos, excesos.
∼ Henriette Corneille, Baisers aux caltrops
6
Chis, no llores:
algunos de mis mejores poemas
son peores
que algunos de tus peores eczemas.
∼ Ramón Reméndez Pedal, Las cien mil mejores poesías de la literatura universal
7
… Porque los osos hambrientos
—feroces, voraces—
siempre son osos violentos…
∼ Doria Suertes, Estos osos espantosos
8
Extrañolito que arañas
el mundo sin precaución:
una de las tres extrañas
ha de estriarte el esternón.
∼ Antonio Machado, Proverbios y cantares LIII
9
Zanjé una zanja, abrí una ría;
flipatis flipandis,
jodí la soledad de la naranja
por donde más le exprimía.
∼ Flavia Spremuta, La principessa degli agrumi
10
El uno está contenido en el cero;
el cero está comprendido en el otro.
∼ Massimiliano de Zena, Matematica comparata
11
La amistad causa dolor,
y no menos el amor,
por eso siempre es mejor
un islote hacia estribor.
∼ Paul Simon (Simon & Garfunkel), I Am a Rock
12
… Los saltamontes solitarios
—fornicarios—
se convierten en gregarios…
∼ Serge Galesbourg, Ta plaie à ma plaie
13
El primer instante,
el segundo átomo,
el tercer planeta,
el cuarto océano,
el quinto simio,
el sexto vicio,
el séptimo verso
de un poema simplón.
∼ Herberto Heldor Henriques, Ofício simiano
14
Las hojas del magnolio cuchichean
y chillan las gaviotas en la playa:
«¡La Belle Dame sans merci
te ha tomado —necio— por esclavo!».
∼ John Thorkild Ellison, The Goddess
15
Los hombres no lloran.
El que no llora, no mama.
Ergo: a mamarla a Parla.
∼ Enrique Salas Zar (Los Churritos), Lágrimas de barrio
16
Loquito (lo quito) por ti, ayer
aguardaba algún hoy,
—alondra atolondrada— pero, a ver,
soy si voy donde doy.
∼ Gabine Alexandra Carriedo, Life Is a Jackal
17
… Y es evidente al día siguiente,
después del turno nocturno,
que el nido está bien escondido…
∼ Xan Silveirento, O niño da crica
18
¡Jodido beatón!
¿Sabes? El mundo está bien
chungo. Y tú, en tu sillón.
∼ Jorge Guillén, Beato sillón
19
Viejo engaño, suelo fingir que finjo:
simulo clavar un clavo
mientras finjo que lo desclavo.
∼ Judas Izcariote, Evangelio pseudoapócrifo
20
Hay un fuego dentro del fuego:
hay un infierno ardiendo
en el valle incendiado.
Dice: «Abrásate y camina conmigo».
∼ David Pynch, Fire Fuck with Me
21
Tal como la noche al día
decolora,
el día a la noche ahora
invadía.
∼ Jim Morrison (The Doors), Break on Through
22
… Las abejas asan al avispón
—subliteralmente—
sin clavar ningún aguijón…
∼ Sabino Porres, Abellas quentes
23
El poema revela, al ser leído,
otro significado
que el que quiso tener al ser creado;
su verdadero —y oculto— sentido.
∼ Viçente Aley Xandre, Poética patética
24
El mirlo celebra el atardecer.
Yo escucho… y callo;
yo no sé nada que no sepa el mirlo.
∼ Steven Wallace, The Fourteenth Way of Looking at a Blackbird
25
Inalcanzable, su pelo
de ondas leves
—inquieta—, sus pechos breves
anhelo.
∼ Ezra Pound, O Atthis
26
Cuando me haga viejo
y me disperse loco,
dejadme, ebrio, bajo un tejo,
dejadme solo ante mi espejo,
donde a la inepcia invoco.
∼ Desidério da Represa, Encômio da estultice
27
… Sembrando la destrucción total,
las hormigas marabunta
—¿quién pregunta?—
no tienen rival en el reino animal…
∼ Achille Mirmidoni, Formicolio formidabile
28
Si alguna vez fui ducho en amores,
Dolores,
lo aprendí de tus labios —reidores—
mayores.
∼ Joan Manuel Serrat, Lucía
29
El día a la noche en hora
dividía,
igual que la noche al día
ya devora.
∼ Paulo Henriques Britto, Nove variações sobre um tema de Jim Morrison
30
Llega San Juan y arde
aún el mismo leño en la misma hoguera.
∼ Heinrich Holzfeuer, Das Brennen der Jahre
31
Sólo en el desierto —en voz alta— digo
mi verdadero nombre,
porque aquí no hay nadie, mujer o hombre,
que pueda arder conmigo.
∼ Dewey Bunnell (America), A Horse With No Name
32
… El cadáver de un venado
ha sido arrastrado
a lo alto de un árbol:
es la presa de un leopardo
de Sri Lanka…
∼ Hank G. Amirand, A Leopard With No Blame
33
Yo te quería,
penuria mía,
y me dejaste la caña vacía
y el alma fría;
hambrienta harpía.
∼ Francesca Scornatti, La canna secca
34
Anotaba en un cuaderno los nombres
de todos sus amantes. Junto al mío
dejó: «Podría haber sido peor…
o bastante peor».
∼ Jindřich Špatný-Milenec, Diario exento
35
Caparazones de crustáceos crujen
—gamuza, tules—
estrujados bajo mis pies azules.
∼ Clark Bluefoot (The Clenchers), Ballad of the Crunching Crabs
36
Danza el rodezno en la rueda
de tu molino;
nunca pagó mi moneda
grano tan fino.
∼ Jacques-Henri Leboulanger, La putain dans son moulin
37
… La pantera nebulosa
—quien tal vea, así lo crea—
parecía peligrosa
pero es una madre amorosa…
∼ Paola Coniglio, Sulla sponda del fiume Schifo (mi sono seduta e ho urinata)
38
Yo la llevé a la playa
creyéndome que era un tío,
y resultó que era paya,
pero igual se apuntó al trío.
∼ Federico García Lorca, La casada infiel
39
Despoetizan los pohetas
que escritan para sus exposas,
sus arnantes o sus novietas.
∼ Iván Ramón Giménez, Poética sintética
40
(Aún) espero algo;
cada día vuelvo, bebo, salgo,
porque espero algo.
∼ Roberto Enfiesta (Extremochungo), Volver, privar
41
Llega llena de vapores
de arco iris;
todo el aire es de colores;
toda ella es risa y flores,
y arcoíris.
∼ M. Jagger / K. Richards (The Rolling Stones), She's a Rainbow
42
… La víbora se desliza
por las húmedas ramas y parece
—incorpórea, escurridiza—
que desaparece…
∼ Wallace Stevensen, The Bodiless
43
El chamán concibió a los dioses,
y uno de estos pensó al Hombre;
ahora es el Hombre quien cree
que es él quien ha creado a Dios.
∼ Pascual Boyero, La séptima noche
44
Nadie me lee,
nadie me escucha;
nadie se cree
que escribo en la ducha.
∼ John Thorkild Ellison, Pubic Hair
45
Tengo —ahora— un plan diferente,
ciertamente genial:
consiste en seguir haciendo lo mismo
para que todo siga siendo igual.
∼ Jean-Baptiste Alphonse Guêpes, Les taches du serval
46
¿Qué es poesía?, dices, mientras juntas
y abres tus piernas arqueando una ceja.
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía es… tu almeja.
∼ Gustavo Adolfo Bécquer, Rima XXI
47
… Y así las sepias usan su sifón
—la energía se invertía—
para crear propulsión…
∼ Wisława Szymsoda, Wołanie do mątwy
48
Deja que los días vengan, olvida
que los días se van:
no podrás ni sospechar de tu vida
—si es que lo hay— el plan.
∼ Maria Rainer-Rilke, Ermüden Elegien
49
Las bicicletas son
—eh— para todo el año;
el amor, el amor
sí es para el verano.
∼ Servando Serván-Pómez, Una bicicleta no hace verano
50
Mitad torero, mitad cowboy:
eso era lo que era,
por eso aún soy quien soy.
∼ Clint Westwood, Far Grasslands
51
Tabas serán mis huesos,
mi cráneo, el nido de un ratón,
cuando termine el tiroteo,
cuando la bala regrese al tambor.
∼ Tom Waits, Satisfied
52
… No es su supervivencia
—allá el río va—
sino la de su descendencia
la que el cocodrilo asegurará…
∼ Elton Jones, Crocodile Twist
53
Insectos, abyectos;
reptiles, febriles;
veloces rapaces, feroces;
y simios eximios,
tan nimios.
∼ Moncho Aldente, Danza de orangutines
54
Avanza y te invade con calma,
y casi sin dolor,
pero una vez dentro del alma,
te sojuzga, el amor.
∼ Pieter Corneliszoon Hooft, Imitación de Plutarco
55
Yo he escuchado
—sí—
cantar a las sirenas
—cuando huía alzando
mis dentadas pinzas—
y no una a otra:
sí,
cantaban para mí.
∼ T. S. Eliot, The Love Song of J. Alfred Prufrock
56
Liara, gozosa Liara:
no es que no te quiera, es que eres
una putita demasiado cara.
∼ Hank Paymaster, Values of Liara
57
… Un destello de color
—tangencial—
como preludio del dolor;
es la defensa letal
de la víbora nauyaca…
∼ Parménides Sugegorrienechea, Letalidad fatal
58
Si todo has de probar
—sin avidez—,
al menos una vez
prueba a chupar.
∼ Enrico Collaudatori, La improvatura del tutto
59
—Nunca entiendo una mierda
cuando leo algo de lo que escribes.
—Lo que ya tienes es lo que recibes;
no estira más la cuerda.
∼ Mary Anonymous, Typical net negative comment
60
Escribir poesía: inevitable;
leer poesía: inexplicable.
∼ Ricardo Reyes Pasoalto, Poética esquelética
61
En sueños
bebo contigo,
en sueños
nunca eres mía;
en sueños
sueñas conmigo,
en sueños
no hay otro día.
∼ Roy Orbison, In Dreams
62
… Y había más pastizales
—se vierte la muerte—
y más manadas de animales…
∼ Chiara Buontempi, Il clima fuggito
63
Mañana en ceño,
el día muerde;
de tarde ardiendo:
la noche es mucha.
∼ Tristan Tuzaro, Manifeste humidiste
64
¿A qué dios rezar,
a qué demonio invocar?
¿A qué chamán oír?
¿En qué idioma orar,
en qué lengua blasfemar?
¿A qué dios maldecir?
∼ Enrica Gotterz, La preghiera del desiderio
65
Nidio, croa el cenagal,
y es antigua la bebida:
Sabes que te haces banal
en la rima y la medida.
∼ Hilda Hilst, Alcoólicas
66
Cuando se fue la becaria
puse en su silla un melón
y trasplanté la muscaria
del balcón.
∼ Francisco Vighi, Cuando se murió el canario
67
… Buscar el lado salvaje
te hace sentir más libre…
Y las chicas negras van:
du-du, du-du, du-du da-da-du.
∼ Paco Aventurillas, Los archiveros salvajes / Lou Reed, A Walk on the Wild Side
68
No me gusta, niña lista
—porque soy coleccionista—,
que falten cromos en tu lista.
∼ Vladimir Kollekov, When the Moth Cries
69
Nadie me habla,
nadie me escucha;
nadie se mete
conmigo en la ducha.
∼ Hendrik Thorkild Johnson, Solid Shower
70
Para orar nunca es tarde
mientras el cirio arde.
∼ Sorana Inés Delacruz, El cetro de la fe
71
Suelta a tu animal
—ya cede el sol—:
compra más alcohol
y sexo anal.
∼ Leonard Cocken, These Presents
72
… La vida de surfera
le ha durado poco
—oh, mar loco—
a la foca cangrejera…
∼ Mar Cachón, Sal rota
73
Chuminante: no hay chumino,
se hace chumino al chingar;
al chingar se hace el chumino,
y al echar la churra atrás
se ve el chumino que nunca
se ha de volver a chingar.
Chuminante: hay más chumino
y más chungas sin chingar.
∼ Antonio Machado, Proverbios y cantares XXIX
74
Pronto;
el tiempo finge.
Yo sé los días.
Pronto
ya será tarde.
Sé de agonías.
∼ Septimio Guerra, Do tempo lusco
75
No recojas del suelo
el poema
que alguien perdió;
déjalo estar
—déjalo ir—, alguien
lo encontrará.
∼ Carlos Drummond de Andrade, Procura da poesia
76
Clara como una luz
quiero yo verte.
Clara, quiero lloverte
como un alud.
∼ Hermerico Turbión, Manual de meteorología alpina
77
… Cuando dos elefantes se pelean
el gran perjudicado es
—barritan y berrean—
el suelo bajo sus pies…
∼ Alfilio Naire, La pisa
78
Hasta la puta entraña
te comería
si no fuera por la lasaña
de a mediodía.
∼ Eluana De Laurentiis, Cucina aperta
79
El sistema solo falla
a quienes se han tragado su quincalla;
las desilusiones son
para los que se mean de ilusión.
∼ Rik Van Rijs, The Revenge of Depression Economics
80
Es solo al regresar
cuando brilla la maravilla
que no volverás a encontrar.
∼ André Gascon, Serpents ascendants
81
Agujas y alfileres
donde te veo
y un frío cosquilleo
cuando más hieres.
∼ J. Nitzsche / S. Bono, Needles and Pins
82
… La mayor amenaza para
una manada de lobos
—y ahí no para—
es el ataque de otros lobos…
∼ Clauto, Lupus lupo homo est
83
Puente en madera;
oculto, el mirlo canta
a las libélulas.
∼ Kobayashi Bashō, Haiku no haiku
84
Nadie podrá orinar
dos veces en una misma piscina
porque nadie es el mismo
dos veces en su vida.
∼ Eraclita Defesini, Flusso scuro
85
Un beso verbal
endulza el terror,
directa erección
alivia el error;
un zumo glacial
destempla el sabor.
Rompió la estación:
me tienta el dolor.
∼ Pauline Alaplage, Torture fluide
86
Nací vestida
de sangre y llanto;
muero desnuda
en voz y canto.
∼ Gabriela Tristal, El nudo nervudo
87
… Si el aguijón del escorpión
atraviesa la armadura,
la muerte es segura,
y también la digestión…
∼ Hornero, llíada, Canto XXV
88
Si comprendieras
igual que huyes,
no dividieras
como destruyes.
∼ Oriol Puigdecul, La pudor de la mentida
89
Punzada y cosquilleo
con que me hieres
—agujas y alfileres—
cuando te veo.
∼ Enr Gumda, La comezón
90
Toda mentira es solo una verdad
que ha llegado a su caducidad.
∼ Roberto Alberto Dalberti, La falacia en el diván
91
Oh, anteayer sufrí
un eclipse total de corazón.
¡Oh, qué hermoso espectáculo
fulgurando sobre mi petulancia,
mi enorme presunción!
∼ Henri R. Steinman, Fatal Eclipse of the Heart
92
… La relación termina ahí,
y el tiburón macho se aleja
—freno al frenesí—
en busca de otra pareja…
∼ Calypso López, Baba de tiburón
93
Colapso
(en un —otro— universo…)
de la función
(… no me he equivocado)
de onda.
∼ Stephen Schrödinger, Tratado de mecánica tántrica
94
No buscaré tu corazón
desamorado:
en algún rincón un ratón
lo ha devorado.
∼ Charles Bauldeaire, Becauserie
95
—Lo que no saben los ultracatólicos
es que el demonio en el infierno tiene
un lugar especial tan solo para ellos.
—Ah, ¿pero tú crees en esas cosas?
—Yo no. Pero ellos sí.
∼ Durante Da Leggeri, Infernetto
96
Deberé llenarte el culo
y lloverte el coño,
pero no lavarte el coño
ni lamerte el culo.
∼ Chantal Quignard, L’amour en suite
97
… Todos los sospechosos reconocen
—incluso el señor párroco—
haberse acostado con ella, pero
todos negaron haberla matado…
∼ Georges Simeon, Rendez-vous à l'église
98
Aunque no pueda, quiero;
quiera o no quiera, sé;
sepa o no sepa, ruedo:
sea o no sea, es.
∼ Gilda Gilst, Do incontrovertível
99
Yo no existo, pues ahí veo
a otro estar donde yo estoy,
y él no tiene más deseo
que no ser sino quien soy.
∼ Fernando Pessao, Não mijo o que não vejo
100
Y con toda la lencería,
que se joda tu poesía.
∼ Carl Brunowski, What Matters Most is How Well You Walk Under the Water as Buddha Smiles Like Flowers at Last
101
Necesito amor
como un preso una rima,
o, aun mejor,
necesito tanto amor
como un poeta una lima.
∼ James Newell Osterberg (Iggy Pop), Isolation
102
… Sexo en la playa:
focas grises enamoradas;
—raya, recta—
el objetivo es
engendrar la cría perfecta…
∼ Corín Trillado, Fuera de foco
103
Oh dulce, deseable, bello objeto:
un pequeño cerebro
no te hubiera sentado nada mal.
∼ Hank Wothreed, So Long Blondie Blue
104
Nunca me desanimo
—¡vida cabrona!—,
nada me decepciona:
es todo limo.
∼ Annelisa Geschlammt, Meinem schlammig Leben
105
Aunque las putas derrotas
—lucharemos hasta morir
moriremos hasta vencer—;
sean jodidamente eternas.
∼ Guillermo Guerra, Vendedores y vendidos
106
Poeta
a tiempo completo:
prometo
no entrar en tu treta.
∼ Alberto Raphaelli, Baro dall'alba al tramonto
107
… La araña saltadora
es una hábil depredadora
—sí, joder—;
esta extraña araña
es digna de ver…
∼ David Bogüí, Las arañas de Orión
108
Me hiciste soñar, y me despertaste
—¡oh, Zeuxo, adiamantada!—
con un petardo bajo la almohada.
∼ Avel Asvir, Canfurna de erros
109
Estoy más allá
de lo que haya más allá
de los límites del tiempo;
el espacio, simplemente,
jamás me encontrará.
∼ Nicole Porter (The Beyonders), Begin the Beyond
110
En el pecado está la recompensa
y en la virtud, la penitencia.
∼ Fray Henríquez del Gutambaco, Admonición a los cenizos
111
—El mundo está ardiendo de pronto
y solo puede salvarme el deseo…
—Es así como creo
que ya te has convertido en un tonto.
∼ Chris Isaak, Wicked Game
112
… Diversas emociones
animales
causan algunas de las mutaciones
más letales…
∼ Ana Ximpeira, Libar da libelinha
113
¿Cuál es
—un lugar en ti mismo—
el más; cuál es
—una mota en el tiempo—
el menos?
∼ Mies Vanderuhen, Funken der Zukunft
114
Todo lo que aprendí de cada uno
de mis errores
es a nunca reconocer ninguno
de mis errores.
∼ Miranda Geurtier Enríquez, Voz reconocida
115
Cuando empezaste este juego, ni el dado
ni yo éramos quien somos; ahora
incluso el nombre del juego ha cambiado.
∼ Johnny Trick (The Nastgamblers), In the Name of the Game
116
Y no me gusta
realmente la gente
(tampoco); solo
un poquito —también—
la necesito.
∼ Edgardo Ruiz-Queimado, Gente e gentinha
117
… Los ríos son los portales
por donde los materiales
—cantos, cuantos—
se adentran en el océano…
∼ Mike Rivers, On Material Flow
118
Prefiero
la charla sin sustancia,
las frases sin coherencia,
las palabras
sin importancia.
∼ Enrica Gotterz, Nervo ottico
119
—Canta en mi vaso
—reciente luna—, blanca, la sed;
solo el malvís,
que al aire enflauta, sabe qué sed.
—Amante: en tu vaso
derramo mi sed.
∼ Álvaro Cunqueiro, Soedades da miña branca señor
120
¡Quién se pudiera enredar
en la densa hiedra…
y de nuevo tropezar
en la misma piedra!
∼ Xaquín Cullereiro, Hedras mestas
121
El tintineo
de mis espuelas de plata
lo han oído muy pocos;
dame a probar
tu dulce vino de fresas
y encontrarás mi oro.
∼ Lee Hazlewood, Summer Wine
122
… Justo al lado
—aúpa la lupa—
un camarón bandeado
se instalado como ocupa…
∼ Camarón de la Ría, Molando voy
123
El amor
soba su beso,
lo ciega en vicio;
un amor
le vicia el juicio:
sisa su seso.
∼ Juliette Petimor, Le philosophe dans le bordel
124
¿Debo
comer ese albaricoque?
¿Debo
pensar que puedo
comer ese melocotón?
∼ Tomás Servando Elioto, El bolero de José Alfredo Piedrahíta
125
Pasillos que se bifurcan
y bifurcan,
{ abiertas que cerrar,
puertas {
{ cerradas por abrir.
Cruces, rotondas, calles.
Cuartos. Habitaciones. Cruces.
∼ Diego Armando Forges, El sendero de los jardines que se trifulcan
126
La muerte o el arte,
la chica o el poema;
es —en tal dilema—
mejor masturbarte.
∼ Anne Sextown, Ballad of the Furious Masturbator
127
Un sombrero sin cabeza
con un pie que no tropieza,
¿qué es?
∼ A. di Vinanza, Esporocarpos
128
Todo lo demás
estaba antes creado,
por un dios
o por la física cuántica;
una cosa es solo tuya…
Pero te lo diré otro día.
∼ Alberto Coneiro, Os dados de deus
129
Era antes de estar cuerdo,
por lo que dices:
eran tiempos tan felices
que ni me acuerdo.
∼ Manuella Verrückter, Bevor er gesund
130
Verso del tiempo vencido,
este retruénaco llega a su fin.
∼ Enrico Gutili, Poetica frenetica
131
Enrique por el mundo de las camas
—el mundo sin tejados—
y los periódicos abandonados;
Enrique por las ramas.
∼ F. García Lorca, Fábula y rueda de los tres amigos
132
Aquí en verdad, rogad
por este Gutiérrez,
ávido —sí— de fuerza
y velocidad.
∼ T. S. Eliot, Animula
133
Y más aún, Miranda;
pero, ¿cómo es que eso persiste
en tu mente? ¿qué viste
en el abismo que el tiempo desanda?
∼ W. Shakespeare, The Tempest
egm.2017
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