23 de mayo de 2017

Natalie Scenters-Zapico

Lima Limón

A la lima y al limón, tú no tienes quien te quiera.
A la lima y al limón, te vas quedar soltera.
Qué penita y qué dolor, qué penita y qué dolor,
la vecinita de enfrente soltera se quedó.
Conchita Piquer, “A la lima y al limón” (Copla tradicional española)

1.

Quiero ser los limones en el cuenco
de la portada de la revista. Quiero
ser redonda, ser amarilla, ser arrancada

de las ramas. Quiero ser cera, ser
blanca con médula, ser brillante, ser mondada
en las esquinas de una mesa. Te quiero

decir mi nombre como la palabra Limón.
Decirlo como la palabra Limón. Desnúdame
en tiras de piel. Quiero que mi saliva sea

cítrica. Quiero corroer el anillo de boda
de mi marido. Quiero ser un limón
con mi ecuador marcado en tinta negra…

pequeños guiones que muestran mi forma: picada y convexa.


2.

Me tiendo de espaldas en la hierba y aparto el peso
de un hombre de encima de mí. Sin aliento, él busca
un lugar en mi cuerpo que no se haya inundado.
La única zona aún seca es mi pelo, y él lo usa
para limpiarse el sudor de la cara. Está disgustado
porque he mojado la tierra de debajo
de nosotros. Dice que soy una experiencia semejante
a permanecer en un regadío de limoneros. Dice
que soy el agua acumulada en cada tronco, macerada
de cítricos y pesticidas. Dice que mi humedad
produce moho y que mi cuerpo es nauseabundo.
Me pregunto si no he dicho su nombre una y otra vez,
si pensará todavía en mí como un pequeño y redondo
y fresco limón… tan vaginal y arqueada como un limón.


3.

Me pongo una peineta y sujeto una mantilla en mi pelo.
Quiero ser Conchita Piquer animando a las mujeres
a convertirse en limones. El objetivo: tener alguien

quien me quiera. Quiero ser mi madre cantando
para dormirme: a la lima y al limón, te vas a quedar soltera.
Mi abuela odiaba las peinetas, las mantillas y a las mujeres

que llevan demasiado oro. Diría esto tirando de mi pelo
y apretándolo en un moño. Odiaba las peinetas y las mantillas:
pero la necesidad obliga. No quiero ser la mujer

cuya piel se disuelve en los caldos que hace
para sus padres moribundos. La clase de mujer que llora sola
porque no tiene ningún gordo marido que la haga llorar

en una casa totalmente suya. A la lima y al limón, tú no tienes
quien te quiera. A la lima y al limón, te vas quedar soltera.


4.

Mi cuerpo es una frutería a la que las mujeres envían
a sus maridos a buscar una docena de limones.
Presiono la grasa en torno a mi cintura y despliego

una bolsa de plástico. Cuento cada limón de la caja
de entre mis costillas y noto el zumo bajo
la fina piel. Cada marido se lleva un trozo de mi cuerpo

con él a casa en cada limón. Un trozo de mi cuerpo
que puede cortar en cuartos y exprimir en su
cerveza. Un trozo de mi cuerpo para estrujar en azúcar

y alimentar a sus niños mientras se ríen con la tele.
¿Qué más puedo dar que mi cuerpo en trozos
a los maridos extraños? ¿Qué más puedo dar

que los limones que crecen entre mis pechos?
Le digo a cada marido: Enséñame tu lista, sacaré estas
partes de mi cuerpo para que se las lleves a casa a tu mujer.


5.

Cuando el extraño se entera de que hablo español
hace que me quede en ropa interior y que le lea
El Aleph de Borges. Y porque solo quiero
que el extraño me ame, leo, y me pregunto si Borges
podría ayudarme a saltar a través de una frase de la página
hasta mi muerte. Después, el extraño susurra:
Eres lima, tu lengua arranca tinta de las páginas. Me pregunto
si el extraño imagina la lima como verde o amarilla,
como dulce o amarga… o como una ciudad donde la nieve
se acumula sobre las pestañas de tu amante en pleno julio.

Di limón: limpio y maduro y estallando en tu lengua.
Di limón: agrietado y feo y de baja calidad.
Di lima: Rimak y rima y palabra de Dios.

Dios habla. Rima. Rimak. Dios ha hablado.
Rimak. Rima. Limón. Lima. Limón.



Nota
Tanto el título como las palabras en cursiva están en español en el original. En la novela histórica El nigromántico mejicano de Ignacio Pusalgas y Guerris, Rimak es una princesa mexicana convertida al cristianismo, nieta de Moctezuma II, que a la muerte de éste es elegida emperatriz, aunque muere al poco tiempo.

Natalie Scenters-Zapico. Lima Limón (tinderboxpoetry.com)
nataliescenterszapico.net
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2017


                    ∼

Lima Limón

A la lima y al limón, tu no tienes quien te quiera. A la lima y al limon te vas quedar soltera. Que penita y que dolor, que penita y que dolor, la vecinita de enfrente soltera se quedó.
–Conchita Piquer
“Lima Limón”
Copla Tradicional Española

1.
I want to be the lemons in the bowl
on the cover of the magazine. I want
to be round, to be yellow, to be pulled

from branches. I want to be wax, to be
white with pith, to be bright, to be zested
in the corners of a table. I want you

to say my name like the word: Lemon.
Say it like the word: Limón. Undress me
in strands of rind. I want my saliva to be

citrus. I want to corrode my husband’s
wedding ring. I want to be a lemon
with my equator marked in black ink—

small dashes to show my shape: pitted & convex.

2.
I lie on my back in the grass & let the weight
of a man on top of me. Out of breath, he searches
for a place on my body that hasn’t flooded.
The only dry patch left is my hair, which he uses
to wipe the sweat from his face. He is disgusted
because I have turned the earth beneath us
damp. He says I am an experience, like standing
in an irrigated grove of lemon trees. He says
I am the water pooled at each trunk, infused
with citrus & pesticide. He says my moisture
brings mold & my body is nauseating.
I wonder if I had not said his name over & over
if he would still think of me as small & round
& fresh as lemon—as vaginal & arched as limón.

3.
I wear a peineta & pin a mantilla to my hair
I want to be Conchita Piquer warning women
of becoming lemons. The goal: tener alguien

quien me quiera. I want to be my mother singing me
to sleep: a la lima y al limón, te vas quedar soltera.
My grandmother hated peinetas, mantillas, and women

who wore too much gold. She’d say this pulling my hair
tight into a bun. She hated peinetas & mantillas:
pero la necesidad obliga. I don’t want to be the woman

whose skin dissolves into the caldos she makes
for her dying parents. That kind of woman cries alone
because she has no fat husband to make her cry

in a home all her own. A la lima y al limón, tú no tienes
quien te quiera. a la lima y al limón, te vas quedar soltera.

4.
My body is a frutería where wives send
their husbands to ask for a dozen limones.
I pull at the fat around my waist & unravel

a plastic bag. I count each limón from the bin
between my ribs & feel for the juice under
thin skin. Each husband takes a piece of my body

home with them in every limón. A piece of my body
they can slice into quarters & squeeze into
their beer. A piece of my body to press into sugar

& feed to their children laughing at the TV.
What more can I give than my body in pieces
to strange husbands? What more can I give

than the limones that grow between my breasts?
Tell each husband: Show me your list, I’ll pull
these items from my body to take back home to your wife.

5.
When the stranger learns I speak Spanish
he makes me stand in my underwear & read
from Borges’ El Aleph. & because I only want
the stranger to love me, I read, & wonder if Borges
could help me jump through a period on the page
to my death. After, the stranger whispers:
You are lima, your tongue strips ink from pages. I wonder
if the stranger imagines lima as green or yellow,
as sweet or bitter—or as a city where the snow
collects on your lover’s eyelashes in mid-July.

Say limón: clean & ripe & bursting on your tongue.
Say lemon: broken & ugly & not up to par.
Say lima: Rimak & rima & spoken from God.

God speaks. Rima. Rimak. God has spoken.
Rimak. Rima. Lemon. Lima. Limón.




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