10 de diciembre de 2022

Emilio Villa

Homenaje a las piedras de Tot

Scale, idest rudimenta
graduum, seu phraspicæ
exercitationes in sonitus
cymbalicos, vulgo zarabanda


Venus geométrica, virgen corroída,
madrépora esposa de la época mesolítica,
Venus de Willendorf, virgen redonda,
marfil cariado en el mango y la cuña;

Venus de Savignano sul Panaro,
donde la metrópoli fluvial en el cúmulo de sedimentos
se dobla oblicua por 4000 troncos calados la trucha
de las escamas cromadas de pervinca,
y Venus maltesa para la filibustera fenicia, y Venus
sin venas, Venus acéfala, Venus calipigia,
en el ombligo de Milo de Cirene de Butrinto,
Venus de la rótula nostálgica, Ciprina
rododáctila panrodia rodopormia.

Ah, no por pura casualidad ha sido, no por pura
inclinación la Kore del erecteón ha germinado
su dócil estatura, oh Venus
de Giorgione de Picasso de los profetas en los focos del silencio,
y de los administradores del mes en curso
hembra del comedor de fuego de petróleo de lámparas encendidas,
señorita bañista de Biarritz y de Palmbeach, de los coloridos
equinocciales, Eva del cine americano de las catedrales
de los hebdomadarios en huecograbado, Eva del Friuli
con las alpargatas de cuerda y cuévano en las escápulas
troncocónico y Sulamita y Salomé de largos dedos
y bárbaras córneas de fango marrón o marga
o de terciopelo de esmalte de almendra tierna.

Adolescente de índole fosfórica, nadì omè ne,
Eva afuerecida del rápido desmayo del oleaje o del sidéreo
ojo de aguja, Eva dominical y de cada cualesquiera
mes en los públicos jardines o en los estanques cuando descarna
la cerceta después de beber
otoñal chirría el tráfico subiendo hacia el norte.

Eva rosa en el umbral
tras la pista de las barricadas de los colchones
de las revueltas y de los golpes de Estado a mano armada,
Eva de las fábricas y de las etiquetas
con la cola arábiga, sensual
pulgar, estajanovista en la hoja crepitante
de los rodamientos de bolas

Venus del brigadier carnal de Seguridad Pública,
en el matadero de basalto, e irriga
trufa en aventamiento etéreo polen que rocía aradas
y labrantíos en la brisa del mediodía,

Áfrico Hipogeo de los Orgasmos, Vase Electionis
al ritmo de la Singer pagada a plazos
y en tándem por las carreteras secundarias,

Turris ebúrnea ubicada al meridiano, eco
rotatorio de las supernas minas y subterráneas, casta
diva que platea, Susana entre los comendadores
de la última legislación dentro de la alta gruta

Fœderis arca, hortus conclusus, de desierto
virgula fumi et sicut dies verni
los femeniles truenos poblados de términos majestuosos
et sicut dies verni circumdabant eam balenando
flores rosarum sicut dies verni en campo abierto

Originalis macula macula virgo
potens virgo prudens tota pulchra,
Mimi Pinson en la primavera de los jabones
Frufrú Bal Tabarin, Mimì Bluette

El fino talón sobre el áspid hosco y todo el basilisco aprieta
áspid y basilisco lamiendo un coral hialino sin arrugas
mujerarañamujerlianamujermatrizmanantialpadresemilla
eras Astarté en la estación central con la maleta
y las negras llevaban el cuenco de leche las lechugas
en las mañanas de naranja amarga en tiempo estacional.

O, naufragado junto con los piróscafos traspasados en el licor
bañado del atlántico sereno, verde luz
por las vértebras lloviendo de la espina y el profundo
pez y los profundos pájaros de amaranto en serpentín
miran in sæcula sæculorum temblar esbeltas
las caderas temblar en el nubarrón palurdo de las
plantaciones subacuáticas

las señoras hacían el rojo dulce de uvas en los fogones del redondo
brillante anfiteatro de las galerías europeas y en los balcones,
en los balcones fumando desde los geranios de los geranios
y publicana en el antepecho de los pozos por qué Jesucristo
con la flema
y mujeres sacudidas en la orgía de los mármoles inmóviles
o dentro del caldero
mujeres abrazando el obelisco que perfila las fiebres
de agosto, ama de casa alarmada por el eclipse
si se quema la cebolla del asado y el romero o si el espejo
se rompe contra las baldosas,
mujer del madrigal y Venus del apotegma,
dama del emblema e ilustre fuente de los perímetros
mujer ab ovo
trazada con calibre nivel de reflexo y gran compás
de tungsteno, hembra ab ovo
representada en el seno de la cala Zantedeschia,
mujer de cartílago de cáscaras de cacahuete y pulpa de albaricoque

concebida con piedra pómez en los terraplenes de Gomorra, sacuden
las sábanas incendiadas en el valle de los templos y un millón
de evangelios que ya no suceden más
muchacha casadera, ctónica inspiradora de ajuares regionales,
femme entraîneuse mujer mannequin Frau Weltschmerz,
y mujer posible todavía no pensada
en la polimorfosis de los atributos, y rebrilleo
de la piedra de los tobillos torneados y rasantes
las muñecas el bajo vino púrpura refluente de los viñedos de Engaddi,
oh, los pulmones desgarrados y el alabastro de madame Chauchat,
aspicite et videte filie Sion, aspicite
tal vez la profetizada belleza en el alambre
que desde Texas oscila sobre la escarcha recóndita, sobre el ronroneo
de los equilibrios fantásticos, ¡la titubeante aventura
que obnubila el álgebra de Calder!

mujer núbil asignada a los cielos opacos, y espástica begnia
en los espejos deteriorados, siete cintas
ataban los mechones, mujer en el espacio sin cielo,
en el musical gruñido de los truenos, espacio en el cielo
sin mujeres en el sorteo del obtuso connubio,
la mujer inventada por Tot entre piedras y piedras ásperas
entre Tíber y Danubio y Babilonia insomne.

Corazones de la Virgen, así:
así en las paredes en los lienzos en el gesto en los colmillos
en las ostras estriadas en la arcilla que olvida
los torrentes y todos los astros y las huellas
de los pasos furtivos en los jardines nocturnos y la frecuencia
diáfana de las lunas en carrusel así
parranda vegetal de nubes concéntricas,

así en la mente en las vísceras en la sangre en las cañas
así en el mundo a lo largo del gran fantasma
en salas solemnes en los riscos a lo largo de los taludes
así tras los arenales en las tebaidas en la niebla alada
en las metrópolis en los países en los vagones
así en el mundo inalterable,
virgen salada, adúltera notoria, desnuda
garibaldina de los zorros plateados, así

es en el mundo del mundo este fruto que te plasma
que te despelleja que te inventa tu historia.



Emilio Villa. Omaggio ai sassi di Tot (wordpress.com)
A. Spatola. “Bab Ilu” 1 e 2 (1962) (archiviomauriziospatola.com)
G. Cinti. All’origine del divenire: il labirinto dei Labirinti di Emilio Villa (books.google.es)
C. Bello Minciacchi. Ribellione e seduzione nel latino ‘deimaginativo’ di Emilio Villa (retididedalus.it)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2022


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Omaggio ai sassi di Tot

«Scale, idest rudimenta
graduum, seu phraspicae
exercitationes in sonitus
cymbalicos, vulgo sarabanda»

Venere geometrica, vergine corrosa,
madrepora sposa delle ere mesolitiche,
Venere di Willendorf, vergine a ruota,
avorio cariato nel manico e nel cuneo;

Venere di Savignano sul Panaro,
dove la metropoli fluviale nel cumulo dai detriti
gemina obbliqua per 4000 tronchi fradici la trota
dalle scaglie cromate di pervinca,
e Venere maltese per la filibusta fenicia, e Venere
senza vene, Venere acefala, Venere callipigia,
all’ombelico di Milo di Cirene di Butrinto,
Venere dalla rotula nostalgica, Ciprigna
rododattila panrodia rodopormia.

Ah, non per puro caso è stato, non per pura
inclinazione la Kore dell’erechteion ha germinato
la sua docile statura, o Venere
del Giorgione del Picasso dei profeti alle foci del silenzio,
e degli amministratori del corrente mese
femmina del mangiatore di fuoco di petrolio di lampadine accese,
signorina balneare di Biarritz e di Palmbeach, dai fcoloriti
equinuziali, Eva del cinema americano delle cattedrali
degli ebdomadari in rotocalco, Eva del Friuli
con le pianelle di cordame e gerla sulle scapole
ad aggetto e Sulamita e Salomè di lunghe dita
e barbariche cornee di palta bruna o marna
o di velluto di smalto di mandorla di erba.

Adolescente d’indole fosforica, nadì omè ne,
Eva fuoruscita dal rapido deliquio del maroso o da sidera
cruna, Eva domenicale e di ogni qualsivoglia
mese nei pubblici giardini o negli stagni quando scarna
l’azzagola dopo il bere
autunnale stride il transito levando verso nord.

Eva rosa sulla soglia
sulla pista delle barricate delle materasse
delle jacqueries e dei colpi di Stato a mano armata,
Eva degli stabilimenti e delle etichette
con la colla arabica, sensuale
pollice, stakanovista nella foglia crepitante
dei cuscinetti a sfere

Venere del brigadiere carnale di Pubblica Sicurezza,
al mattatoio di basalto, e irrigua
trifola a sventaglio etereo polline che spruzza arati
e sterri nella brezza pomeridiana,

Africo Ipogeo degli Orgasmi, Vase Electionis
al ritmo della Singer presa a rate
e in tandem sulle strade di provincia,

Turris eburnea sita al meridione, eco
rotante delle superne miniere e sottoterra, casta
diva che inargenti, la Susanna tra i commendatori
dell’ultima legislazione dentro l’alto speco

Foederis arca, hortus conclusus, de deserto
virgula fumi et sicut dies verni
i femminei tuoni popolati di termini maestosi
et sicut dies verni circumdabant eam balenando
flores rosarum sicut dies verni in campo aperto

Originalis macula macula virgo
potens virgo prudens tota pulchra,
Mimì Pinsson nella primavera delle saponette
Frufrù bal Tabarin, Mimì Bluette

Il fino calcagno sopra l’aspide grigia e lungo il basilisco preme
aspide e basilico leccando un corallo ialino senza rughe
donnaragnodonnalianadonnamatricefontepadreseme
eri l’Astarte alla stazione centrale con la valigia
e le negre portavano la concolina del latte le lattughe
nei mattini di arancio amaro in piena stagione.

O, naufragate insieme con i pirofaschi trafitti nel liquore
bagnato dell’atlantico sereno, verde luce
per le vertebre piovendo della spina ed il profondo
pesce e le profonde uccelle d’amaranto a serpentina
mirano in saecula saeculorum tremolare snelle
le anche tremolare nel nugolo balordo delle
piantagioni subacquee

le mogli facevano il sugolo rosso sui fornelli nel tondo
sgargio anfiteatro delle verande europee e nelle logge,
nelle logge fumando dai gerani dei gerani
e pubblicana sulla spalletta dei pozzi perché Gesù Cristo
con la flemma
e donne sbattute nell’orgia dei travertini fissi
o dentro il secchio
donne abbracciando l’obelisco che staglia le scalmane
d’agosto, casalinga allarmata dall’eclissi
se brucia la cipolla nell’arrosto e il rosmarino o se lo specchio
si frantuma sulle mattonelle,
donna del madrigale e Venere dell’apotema,
signora dello stemma e illustre fontana dei perimetri
donna ab ovo
tirata con calibro livella a gibiggiana e gran compasso
di tungsteno, femmina ab ovo
figurata nel seno della calla Zantedeschii,
donne di cartilagine di gusci d’arachidi e polpa d’albicocche

concepita con la pomice sui spalti di Gomorra, sbattono
i lenzuoli incendiati nella valle dei templi e un milione
di vangeli che non passa più
ragazza da marito, ctonia ispiratrice dei corredi regionali,
femme entraîneuse donna mannequin Frau Weltschmerz,
e donna possibile non ancora pensata
nella polimorfosi degli attributi, e lampaneggio
del sasso delle caviglie tornite e rasente
i polsi il basso vino viola rifluente dalle vigne d’Engaddi,
oh, i polmoni stracciati e l’alabastro di madame Chauchat,
aspicite et videte filie Sion, aspicite
forse la profetata bellezza nel filo di ferro
che dal Texas oscilla sulla brina recondita, sul ronfo
degli equilibri fantastici, che titubante avventura
che onnubila l’algebra di Calder!

donna nubile assegnata ai cieli opachi, e spastica begnia
nei specchi avariati, sette nastri
legavano i ciuffetti, donna nello spazio senza cielo,
nel musico brontolo dei tuoni, spazio in cielo
senza donne al sorteggio dell’ebete connubio,
la donna inventata da Tot tra sassi e sassi secchi
tra Tevere e Danubio e Babilonia insonne.

Cuori della Madonna, così:
così sui muri sulle tele nel geso nelle zanne
nelle ostriche striate nell’argilla che dimentica
le profluvie e tutti gli astri e l’orme
dei passi furtivi nei giardini notturni e la frequenza
diafana delle lune a giostra così
baldoria vegetante di nugoli concentrici,

così nella mente nelle viscere nel sangue nelle canne
così nel mondo lungo il gran fantasma
nelle aule solenni nei dirupi lungo le scarpate
così dietro arenili nelle tebaidi nella nebbia alata
nelle metropoli nei paesi nei vagoni
così nel mondo inalterabile,
vergine salata, adultera notoria, nuda
garibaldina dalle volpi argentate, così

è nel mondo del mondo questo frutto che ti plasma
che ti scortica che ti inventa la tua storia.


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