8 de febrero de 2016

Eduardo Pondal

Muchas veces en los bosques nativos

Muchas veces en los bosques nativos,
en el crepúsculo hosco y callado,
se oye de las aves
el rápido paso;
las aves aquellas,
del pico elevado,
que suelen guardarse
del rudo trabajo
de escollos y playas
del Océano bravo
y van en hilera,
gritando y volando,
en demanda de las islas Sisargas,
sabido reparo.

¡Ah! ¡Quién fuera como ellas tan libre!
¡Cautivo del barro,
con honda tristeza,
se diría del bardo
que sueña entre brezos
con el tiempo pasado,
en que era tan libre,
huyendo del trato
falaz, inseguro,
de necios humanos!
¡Quién pudiera vivir como ellas,
en playas y bancos,
en simas y grutas,
bajíos y faros,
en los senos esquivos
de los fieros peñascos!



Eduardo Pondal. Muitas veces nos matos nativos (queixumesdospinos.pressbooks.com, Queixumes dos pinos, 4)
Las islas Sisargas en Wikipedia
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2016


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Muitas veces nos matos nativos

Muitas veces nos matos nativos,
No crepúsculo fusco e calado,
S’ escuita das aves,
O rápido paso;
Das aves aquelas,
Do pico tamaño,
Que sóon retirarse
Dos rudos traballos,
D’ escollos e prayas
Do fero Oceáno;
E van en ringleira,
Gritando e voando;
En demanda das illas Sisárgas,
Seu noto reparo.

Ah! quen fora com’ elas tan libre!
Cautivo do barro,
Con fonda tristura,
Dixérase o bardo,
Que soña antr’ as uces,
Co tempo pasado,
Quen fora tan libre,
Fugindo do trato,
Falaz, inseguro,
Dos nécios humanos!
Quen poidera vivir coma elas,
Nas prayas e bancos,
Nos baixos e furnas,
Nas sirtes e fachos,
Nos seos esquivos
Dos feros peñascos!


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