Gran día:
He salido, me he echado
unas parrafadas con un colega,
he caminado,
he cogido unos cuantos palos
de la playa —ahora me dedico
a la “escultura casual”, ya hablaremos
de eso cualquier día—
y he hecho una foto
(una sola, no fuera a ser
que la cámara se recalentase)
casi en estilo calendario. Oh, sí,
no es nada cool
mi fotito de la amapola,
pero me mola.
Y yo a ella también, que
es lo que importa.
Amapola, cómo puedes tú vivir tan sola.