Si nunca tenemos suficiente amor, tenemos
más que la mayoría. Hay perros perdidos
en nuestro barrio y coyotes salvajes, y a veces
no podemos distinguirlos. A veces no queremos.
Un día llevé a casa un coyote y le dije
a mi amante que teníamos una mascota
nueva. Hasta que se comió las gallinas. Hasta que
se comió las gallinas, los patos y el gato. A veces
cometemos errores y los llamamos coincidencias.
Dejamos la puerta abierta y después nos preguntamos
cómo fue que ese extraño acabó en nuestra casa.
Hay una mujer en nuestro bloque que cree que
cría conejitos, pero son ratas grandes sin cola.
¿Recuerdas a la esposa del granjero? ¿Recuerdas
el cuchillo de trinchar? Siempre estamos tratando
de convertir aquello que tememos en algo
hermoso. Pero incluso las ratas necesitan
comer. Incluso las ratas y los coyotes,
y los huesos en el camino podrían ser
los huesos en nuestros platos. Pedí pollo asado.
Pedí pato. A veces el amor duele. A veces
el perro perdido no quiere ser encontrado.
☛ Kelli Russell Agodon. Hunger (poets.org)
☛ agodon.com
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2019
∼
Hunger
If we never have enough love, we have more than most.
We have lost dogs in our neighborhood and wild coyotes,
and sometimes we can’t tell them apart. Sometimes
we don’t want to. Once I brought home a coyote and told
my lover we had a new pet. Until it ate our chickens.
Until it ate our chickens, our ducks, and our cat. Sometimes
we make mistakes and call them coincidences. We hold open
the door then wonder how the stranger ended up in our home.
There is a woman on our block who thinks she is feeding bunnies,
but they are large rats without tails. Remember the farmer’s wife?
Remember the carving knife? We are all trying to change
what we fear into something beautiful. But even rats need to eat.
Even rats and coyotes and the bones on the trail could be the bones
on our plates. I ordered Cornish hen. I ordered duck. Sometimes
love hurts. Sometimes the lost dog doesn’t want to be found.
☛ PyoZ ☚