23 de septiembre de 2023

Licor de guindas


Compilación heterogénea de poemas breves compuestos entre 2011 y 2021


Nocturnas aves

1
También insomne,
algún pájaro chilla
a la llovizna.

2
Ave en la noche;
lanza a la lluvia un canto
para espantarla.

3
Creciente y luces
nocturnas las mantienen
despiertas: trinan.



Reflexiones

Espejos parejos,
nuevos espejos,
lanzando —perplejos—
viejos reflejos.



Ardor

Infausto afán febril:
lo siento en el aliento,
lo noto en el escroto,
lo vivo en el lascivo
abril, el mes más vil.



Chillido

Gaviota remota
—violento viento—,
tu llama me llama.



Ciclo

Aunque inerte en lo interno
y hosco por fuera,
es abril primavera
zanjando invierno.



La urraca

Juega la urraca
con un rayo de sol
que olvidó el tiempo.



Abril,

ese mes tan vil,
germina lilas en tierras yertas,
revive rancias raíces muertas,
recuerdos mezcla al ansia febril;
abril, con sus lluvias mil.



Siempre

impuro es el carbón,
impuro es el diamante
e impuro el corazón
del amante.



Óleo sobre gasa

Rosas rojas,
rocas rotas.

Rocas rojas,
rosas rotas.

Rosas, rocas;
rojas, rotas.



Mientras,

con tus tetas tal vez
soñar —y aquellos días—
y en estas horas frías,
masturbarme otra vez.



Voy

como medusa en el mar,
cual un cometa de hielo y vacío,
como un guijarro en el lodo del río
se deja llevar.



La rana

Hizo más ruido
la ranita en su charca
que gruesos tomos.



Aún

Ya el amor eterno
lo hemos disfrutado
en tiempo;
vivamos pues, ahora,
un amor sin futuro
ni tiempo.



Clara noche

Gaviotas lejanas;
por entre las nubes
la luna me olvida.



Ignoro

No sé donde aprendí
lo que sé;
no sé cuando olvidé
lo que soy.



Llovizna

Whiskys y cervezas:
un corazón de tiza
en tu ventana; mañana
me arrepentiré.



Poética

Rimo
cuando quiero porque quiero
pero
a tu timo ni me arrimo.




Planeta gris

Océano
Si yo no puedo
ni tú llegas —rebrota el
crambe— no somos.

Continente
Si yo no llego
ni tú alcanzas —germina el
crambe— no hacemos.

Isla
Si yo no alcanzo
ni tú quieres —se seca el
crambe— no vamos.



Marea muerta

De la bajamar
sigue el denso olor;
cede al estupor
de la pleamar.



No aspiro al verso, tía,

ni a nada profundo ni bello;
yo me conformaría
con un solo hilo de poesía
que colgar de tu cuello.



Ceremonial

Al claroscuro
de los cañaverales
llegan luciérnagas.



Posición y postura

Todo el paso,
todo el peso,
todo el piso,
todo el poso;
todo, él, puso.



Guindas

Brindo —mierda— brindo
por tu jodida sonrisa de arcángel
en mi puto cielo.



Sizigia

Marea alta;
no quedan ya más playas;
el tiempo sube.



Disimetría

En el mar —brote— Kioko,
Noriko —raíz oscura— en la estepa:
fueron cerezo y loto.



Verdegal

Mantis: en los helechos
hace días que me observas, inmóvil,
sin que yo pueda verte.



Tres haikus zen

Descerebrados
jodiendo tierra y vida:
pilas de piedras.

Apilan piedras:
que el trol los deje al aire
y sin tejados.

Matan reptiles,
plantas, aves e insectos
con sus piedras zen.



Remanso

Yo sé bien donde cazas,
martín pescador; no se lo diré
siquiera a las libélulas.



Visita

Un abejorro ha entrado
por la ventana del salón; calmoso
inspecciona los cuadros.



Brjálaður maitasunak

Little niña,
dammi schnell
o teu amour,
alsjeblieft!



Línea clara y bingo

Le ha tocado otro premio
al clárido poeta endecasílabo;
tan siempre encorbatado.



Tan bien

Como suele pasar,
yo hago también
algunas cosas bien
y otras regular.



Cita

La luna
del fin del verano
se apropia
del anochecer;
«Más tarde
te veré», le digo.



Concentración

Un buen poeta
debe tener siempre la mano
en su bragueta.




Tres (que no trece) formas del mirlo

1. Avenida
Sobre los coches
cruza el mojado asfalto,
trinando, el mirlo.

2. Atardecer,
yo escucho y callo;
yo no sé nada que
no sepa el mirlo.

3. Temporal
Llueve ruidosa
y progresivamente;
no se oye al mirlo.



Ovalipes

«Me hago viejo
y se me va la pinza»,
dijo el cangrejo.



Refrán

Trece en martes;
ve por partes:
ni te hartes ni te apartes.



El minarete de Jam,

único testimonio
de un imperio derrotado, se alza
—solo— en un valle vacío.



La vara

Con la regla de tu vida
serás medido;
con la vara con que midas
serás vareado.



Tarde de otoño

Llueve a las nueve;
ella está sola: mueve
sus dedos. Llueve.



Siempre ingenuo,

supuse que sería
el principio de algo, pero fue
el puto fin de nada.



Tu dipi

es una cinta de Moebius,
con su misma forma y el mismo efecto
sobre el espacio y el tiempo.



En Chernóbil

arañas radioactívicas
tejen telas erráticas, de informe
—rota— geometría.



Solitario

¿A qué juegas
esta desubicada
noche?
Yo ya no estoy
aquí.

¿Es que aún juegas
a que estás jugando otra
noche?
Yo ya me fui
de aquí.



Minnegrotte

No de placer se trata:
has de tragar una pócima ingrata
que aunque no mata, ata.



Pluviosidad

Camelias sumidas
en lluvia:
orinan sin pausa
las brujas.



O algo

Estar aquí, no estar,
no ser, buscar, querer
ser, esperar… es
como soplarle al viento.



Flujo

A los nenúfares desvío
un torvo pensamiento
y con errátil movimiento
regreso al blando río.



Humeo

Sobre el puente entablado,
un cigarrillo;
un cuervo grazna, abajo
rezonga el río.



Aninovo

Que el año nuevo llene
de lo que el tiempo no nos da
lo que jamás será
y que, tan pronto como viene,
raudo se largue ya.



Flaquera

Siempre a ti mismo en serio —oh poeta
flaco— te tomarás
para que igual lo hagan los demás,
o no chuparás teta.




Ven, mira: las estrellas

1
Tras un mes de lluvia
somnolienta, despiertan
las estrellas.

2
Largos días de lluvia:
somnolientas, despiertan
las estrellas.

3
Tras semanas de lluvia
somnolienta: —¡despierta!—
las estrellas.



Perrito

Si lo que quieres es flete,
y no te es menoscabo,
sé generoso de rabo
y estate abierto de ojete.



Tres vidas en la cosa

Planté un árbol
que se fugó,
escribí un libro
que se secó
y tuve un hijo
que nadie nunca entendió.



Tras la lluvia

el abejorro busca
entre las hiedras del muro un refugio
para espiar al invierno.



La mía es más larga

No sé si me importa
tenerla tan corta,
quizá no me amarga
gastarla tan larga;
tan corta prudencia,
tan larga indolencia.



M-13

El día enmohece,
el mundo se emputece,
y anochece.



Lluviana

Se ha ido enero
mojado; siguen
orinando las hadas.



Perigeo

Amanece en lluvia:
ya no veré
la gran luna de nieve.



Madrugada

ya. Llueve.
Nada
se mueve;

cada
pisada
conmueve:

eco
que el alma
remueve.



Responso

Un gorrioncillo muerto
—san Valentín—
en el día más puerco
para morir.



BarQuiña, 02:49

Pétrea, la lluvia
—ayer es esto;
mañana, nunca—
refleja el tiempo.



Sed de luna

La luna breve
de invierno besa al lago
y de un gran trago
la noche entera bebe.



Frío febrero:

sobre el tejado abierto
del lavadero,
un petirrojo muerto,
como un tequiero.



Chavalita

Equívoca ecuación:
—rubia coleta, fatídicas pecas—
vete a jugar con tus muñecas
a tu mustia habitación.



Aquí, en invierno,

qué bonita era
la primavera;
qué bonita fuera
si me quisiera

esa jodida lamia del infierno.



Ötzi

Frío azul, blanco invierno:
mi alma proscrita
vive muerte infinita
en hielo eterno.



Cara lumia

Le das la incoherencia de tu pecho
y tu angustia absoluta
pero la poesía es una puta
con el culito estrecho.




Costa

1. /Primvia
Luz.
Mar.
Gris.

2. /Vernia
Sol.
Mar.
Cian.

3. /Otnia
Sal.
Mar.
Beis.

4. /Ivnia
Frior.
Mar.
Zinc.



Notillas
Abril. Según maese Eliot.
Brjálaður maitasunak. «Amores locos. Pequeña niña /dame pronto /tu amor /¡por favor!».
Cara lumia. «Querida puta cara».
Concentración. Según maesa Smith, «A good artist’s always got his hand in his zipper».
Costa. Primvia, Vernia, Otnia, Ivnia: primavera, verano, otoño, invierno.
Disimetría. Kioko y Noriko son nombres japoneses de mujer; hasta ahí se sabe.
Humeo. Según maese Samayō.
La rana. La de maese Bashō.
La vara. «Con la vara [la medida] con que midas, serás medido». Marcos 4, 24.
Minnegrotte. La follicueva.
Ötzi. El hombre helado.
Planeta gris. Crambe marítimo o col marina.
Tres haikus zen. Los montoncitos de piedrecitas crean problemitas.
Tres (que no trece)… Evidente referencia a maese Stevens.
Tu dipi. Substitúyase.


egm. 2023

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