15 de diciembre de 2012

Sumeria

La leyenda de Gilgamesh
Canto primero. 1

Aquel, el que vio lo profundo,
los fundamentos del País,
que las costumbres conocía
y era sabio en todas las cosas:
Gilgamesh que vio lo profundo,
los fundamentos del País,
y las costumbres conocía,
era sabio en todas las cosas.

El que visitó los santuarios
y contemplando los misterios
adquirió gran sabiduría
y comprendió todas las cosas.
Vio aquello que era secreto,
descubrió lo que estaba oculto;
regresó trayendo noticias
de antes aun del Diluvio.

Al cabo de un largo viaje,
tras la fatiga halló el descanso
y sobre una estela de piedra
escribió sus grandes esfuerzos.
Mandó edificar los baluartes
de Úruk, bien amurallada,
y también el santo tesoro,
el sagrado templo Eanna.

Admirad su muro exterior,
de bronce parece construido;
sus columnas, inimitables.
Subid la antigua escalinata
y aproximaos al Eanna,
morada de Íshtar la diosa,
tal que hombre alguno ni rey
logrará igualarlo jamás.

Ascended luego a las murallas
de Úruk y allí recorredlas.
Examinad bien sus ladrillos
y fijaos en los cimientos.
¿No fueron acaso cocidos
en horno aquellos ladrillos?
¿Y no fueron los Siete Sabios
los que sus cimientos pusieron?

Mirad desde estas murallas
a Úruk la bien cercada:
trescientas hectáreas de casas,
trescientas hectáreas los huertos,
trescientas hectáreas el templo
de Íshtar la diosa, sagrado;
casi mil hectáreas abarca,
con casas y huertos y el templo.

El cofre ahora buscad
de cobre con cierre de bronce.
Soltad el cerrojo que abre
la puerta de tantos secretos.
La tablilla de lapislázuli
leed, y que todos escuchen
de cómo fue el rey Gilgamesh,
de las pruebas que superó.

Supremo entre todos los reyes,
el héroe de magna estatura.
El ínclito hijo de Úruk,
como un toro bravo acornea.
Avanza en vanguardia en la lucha,
cual deben ir siempre los jefes,
y cuando va a retaguardia
es para auxiliar a los suyos.

Tupida, la red de combate
que escuda y defiende a sus huestes,
torrente impetuoso y violento
que el muro de piedra destruye.
Toro, hijo de Lugalbanda,
Gilgamesh perfecto en su fuerza;
amamantado por la excelsa,
por Ninsun la Vaca Salvaje.

Tal es Gilgamesh el altivo,
el magnífico, el deslumbrante.
El que por los desfiladeros
abrió pasos en las montañas,
aquel que excavó hondos pozos
en las faldas de las colinas
y cruzó el mar, el vasto océano,
hasta donde Shamash se alza.

Exploró el confín de la tierra
buscando incansable la Vida
y llegó por sus propias fuerzas
hasta Utnapíshtim el Lejano,
quien restauró los santuarios
destruidos por el Diluvio
y reestableció los ritos
para toda la humanidad.

¡Quién podrá, entre todos los pueblos,
comparársele en realeza!
¿Quién, como Gilgamesh, decir
y proclamar: «¡Yo soy el Rey!»?
Fue con el nombre de Gilgamesh
llamado desde que nació,
el que es en dos tercios dios
y tan solo en uno es humano.

La Gran Diosa Madre, ella misma,
fue quien le otorgó la belleza;
Nudímmud, el que hizo a los hombres,
le dio su apariencia y su forma.
Ádad, dios de la Tempestad,
le concedió el heroísmo;
Énlil, la estatura perfecta;
Shamash le dio virilidad.

Fue así que al divino Gilgamesh
después de haber sido creado
lo formaron los Grandes Dioses
a su imagen y semejanza.
Ádad, dios de la Tempestad,
le concedió el heroísmo;
Énlil, la estatura perfecta;
Shamash le dio virilidad.

Fue así que al divino Gilgamesh
después de haber sido creado
lo formaron los Grandes Dioses
a su imagen y semejanza.
Portentoso era en altura,
enorme el vigor de su pecho;
sus miembros tan desmesurados
cual pleno de fuerza y soberbia.



Nota
Diluvio: El mito del diluvio es común a muchas culturas primitivas, consecuencia de grandes inundaciones o maremotos que cubrieron países enteros.
Eanna: Gran templo en Úruk, sede de los dioses Anu e Inanna (Íshtar).
Énlil: Dios de la tierra y del viento.
Gilgamesh: El personaje histórico de este nombre reinó en Úruk, Súmer (Mesopotamia), hacia 2650 a. C. Después de muerto fue divinizado y su vida y figura mitificadas hasta llegar a convertirse, a lo largo de dos milenios, en la Epopeya, la Leyenda de Gilgamesh.
Hectáreas: La medida que aparece en el texto acadio es el sar, equivalente a unas 350 hectáreas.
Íshtar: Diosa acadia del amor y de la guerra, hija de Anu; la diosa más importante de la mitología asirio-babilónica.
Ladrillos cocidos en horno: Eran más valiosos que los simplemente secados al sol.
Lapislázuli: Piedra semipreciosa muy apreciada en la antigua Mesopotamia; se colocaban tablillas de lapislázuli con textos grabados dentro de cofres, a modo de "primera piedra”, en los cimientos de los templos.
Lugalbanda: Padre de Gilgamesh, segundo rey mítico de Úruk despues del Diluvio.
Ninsum: Madre de Gilgamesh, diosa de los bóbidos salvajes.
Nudímmud: "Hacedor de hombres", nombre del dios Ea.
Shamash: El dios sol; dios también de la justicia y los oráculos.
Siete Sabios: Antiquísimos sabios que se suponía que habían enseñado a los hombres sus conocimientos técnicos y de civilización.
Úruk: Una de las principales ciudades de Súmer, en la orilla derecha del Éufrates; actualmente Warka.

Bibliografía
Gilgamesh. Traducción del acadio por J. Silva Castillo. Kairós, Barcelona 2006.**
Poema de Gilgamesh. Traducción del acadio por F. Lara Peinado. Tecnos, Madrid 2007.***
El poema de Gilgamesh. Traducción del acadio al catalán por L. Feliu Mateu y A. Millet Albà. Universitat Autònoma de Barcelona, 2007.***
La epopeya de Gilgamesh. Traducción del acadio al francés por J. Bottéro, traducción del francés por P. López. Akal, Madrid 2007.*
Gilgameš o La conquista de la inmortalidad. Comentario y traducción incompleta del acadio al itaiano por F. D'Agostino, traducción del italiano, quizá a través del inglés, de F. del Río. Madrid, Trotta 2007.*
La epopeya de Gilgamesh. Traducción del acadio al inglés por A. George, traducción del inglés por F. Chueca. Mondadori, Barcelona 2008.*
*** Buena. ** Aceptable. * Triste que aún se hagan estas cosas.



Copiado por el escriba En-Gumi sobre pantalla de ordenador, brillante y luminosa como tablilla de lapislázuli. Santa Rosa, Barcelona, septiembre de 2009.


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