De cuatro a cuatro
Hojas sin fecha de un diario de abordo
Al capitán D. AUGUSTO LUSTRES RIVAS
Con el recuerdo de las navegaciones hechas a la par
Intenciones
Llenaremos las velas
con la luz náufraga de la madrugada
Colgando de dos puntos cardinales
el esbelto columpio
del pailebote blanco
Con sus doradas manos
saludan mil adioses las estrellas
Inventaremos frustradas descubiertas
a barlovento de los horizontes
para acelerar los abolidos corazones
de nuestros veleros defraudados
Halaremos del chicote
de un meridiano innumerado
En la isla anónima
de cada singladura
espiaremos el remordimiento de la ciudad
Ella noctámbula deshojará
como una margarita prostibularia
la Rosa de los Vientos de nuestro corazón
Enlazaremos adioses de espuma
hacia todas las playas perdidas
Reuniremos cuadernos en blanco
de la novela errante del viento
Pescaremos en la red de los atlas
estelas de Simbad
Y cazaremos la vela
sobre el torso rebelde de las tormentas
para trincar la escota de una ilusión
La fragata vieja
Tienes los ojos distantes
decorados de rostros joviales
que los viejos marineros
permutaron en los climas antípodas
Llevas en el timón
un impulso de brazos tensos
que retorcieron los dilatados
horizontes del mar
El viento
atortorando
deshojó de los velámenes
otoños de juventudes
Comprabas collares circunmeridianos
en los bazares de estrellas
Amarrabas faros dispersos
con el cimbrador calabrote de la estela
Floreciste en el Mar
primaveras amargas
de espumas y escamados
Aunque el viento se encalme
tembletea en tus velas
una ráfaga de transmigraciones
En ese tu corazón innumerable
también crecen y descienden
las mareas de mi corazón
Travesía
Troqueles reiterados
el reloj y el Sol
acuñaron monedas efímeras
que repetían todas
la misma cara y la misma cruz
La costa y el Mar
escamotearon unánimes dorsos
permutadores de la misma
lejana evasión
Tenemos un desvencijado diagrama
recosido por todos los ovillos del horizonte
que viraron la proa y la Rosa de los Vientos
En la silueta de los barcos anónimos
puestos a flote por la madrugada
extraviados en el derrotero del ocaso
persistieron siempre
la misma espuma en la roda y la misma estela
Ese intercambio de radiogramas
que reeditaron los faros y las estrellas
nos dio la multiplicación monótona
de las mismas letras del mismo morse
¿Fue la última ráfaga de viento
lo que nos deshojó de todos los recuerdos?
El Mundo
que ya no sabe
más que repetir un giro consabido
rasgó clandestinamente
las hojas imprevistas de los calendarios
Con nuestras manos suicidas
esparciremos en el carrusel de los vientos
los cuatro puntos cardinales
Mientras
el timonel
arrumbará proa a Ningún Sitio
Repetiremos los cansados corazones
cronometrando monotonías
En las velas indecisas
hojea el viento un indeleble
álbum de leitmotivs
El minutero
(tic-tac)
asumió el compás de las travesías
De codos en la baranda
Encontramos esta madrugada
en la trampa del Mar
una isla perdida (1)
Montaremos de nuevo la trampa
Va a salir el Sol
improvisado y desorientado
Tenemos ya tantas estrellas
y tantas lunas sumisas
que no caben en el barco ni en la noche
Juntaremos pájaros sin geografía
para jugar con las distancias
de sus alas abrazadoras
Y los adioses de las nubes
mudos e irremediables
Y armaremos una red de estelas
para recuperar las añoranzas
con su viaje realizado
por los océanos de nuestro corazón
_______
1. Mar adentro es una isla de agua
rodeada de cielo por todas partes
Solos
Fuimos quedándonos solos
el Mar el barco y nosotros
Nos han robado el Sol
El paquebote esmaltado
que cosía con sedales de humo
ágiles cuadros sin marco
Nos han robado el viento
Aquel velero que se evadió
por la cuerda floja del horizonte
Este océano desatracó de las costas
y los vientos de la Roseta
se orientaron al olvido
Nuestras soledades
vienen de tan lejos
como las horas del reloj
Pero también sabemos la maniobra
de los navíos que fondean
a sotavento de una singladura
En el cuadrante estático de las estrellas
se quedó parada esta hora
El cadáver del Mar
hizo del barco un ataúd
Humo de pipa Añoranza
Noche Silencio Frío
Y nos quedamos nosotros solos
sin el Mar y sin el barco
nosotros
… Al ahogado
Se te llevaron los ojos
relingadores de lejanías
y pescadores de profundidades
Se te llevaron la voz
sumergida en la gruta giróvaga
por donde se escurren las tempestades
Se te llevaron el aliento
enmallado en la red sonora
de los cordajes erectos
El viento aún excavaba
con sus garras de espuma
en la rompiente
más sepulturas
Ibas reuniendo soledades
Por un agujero del Mar
te hundiste un día buscándote
La novia goleta
enlutada de blanco
que cose rutas olvidadas
agita en el viento sus velas
como el pañuelo de las despedidas
Guardia de 12 a 4
Envergada en un mástil de la Luna
nos aguarda la medianoche
La campana de proa
emotiva voz astral
zarpó bogando despedidas
Se extraviaron los pasos del Mar
por los senderos del viento desertor
Y se perdió por la popa
desamarrada
la estela
Fuimos transbordándonos
al cabotaje de las constelaciones
Inventores de pseudocontinentes
que hemos de descubrir
escrutamos las rutas
balizadas de luceros
Con un farol en la mano
cronometramos el pulso de las tormentas
que predicen los semáforos astrales
—¡Se avecina un naufragio
con la ausencia cómplice del Sol!
Ven vientecillo del mar
ven vientecillo marero
Ven vientecillo del mar
vente nuestro compañero
(popular)
Y las horas a sotavento
van desviándose de nosotros
El alba intrusa
tocó las cuatro horas
Era la campana de proa
que volvía del Mar
la voz desarbolada
el velamen frustrado
Recalada
Encontraremos en el muelle
las hojas evadidas
del calendario de nuestros sueños
Las nuevas calles de siempre
exhibirán el escaparate
de las mismas novias inéditas
Fumaremos en las pipas despectivas
todas las transeúntes
hostilidades mudas
El vaso deslabiado en otro puerto
lo acabaremos aquí en este mismo bar
junto al marinero desconocido
que nos repite la misma
ubicua sonrisa rubia
En los burdeles ya saben
que nuestra moneda
tiene el anverso de oro
y el reverso sentimental
Los ecos imprevistos
de nuestra canción sonámbula
apagarán las farolas de la madrugada
Mañana despertaremos
en la ausencia de esta jornada
Se soslayó una página
del diario afectivo
Éramos los espectadores
en la prestidigitación
de una hora artificial
Navy Bar
Este bar tiene balanceos
Y también está listo
para hacerse a la vela
Nos llenaron los vasos
con toda el agua del Mar
para componer un cóctel de horizontes
Colgados de las horas
atlas geográficos de esperantos
están sin traducción
Y tartalean las pipas
con el ademán políglota de las banderas
Esa canción improvisada
es la misma
que ya se improvisó en algún lugar
¿Quién ha llegado a avisarnos
de esa cita nocturna que tenemos
con el viento al N.E.
en la encrucijada de las estrellas apagadas?
Aquí bebe de incógnito
el Marinero Desconocido
—sin geografía ni literatura—
La noche de los naufragios
con su brazo salvavidas
aferrará con nosotros una vela de chubascos
El último vaso
estaba lleno de despedidas
Por las calles dispersas
íbamos encerrándonos
cada uno dentro de su alta-mar
En el residuo de algún vaso
todas las noches naufraga el Bar
Balada del pailebote blanco
Escuchábamos al viento
riéndose malévolo
debajo de su disfraz
Y también contó el barco
la historia del piloto
la del gaviero y la del grumete
Vosotros ya lo sabéis todo
Eso que dicen las estampas
del libro de Simbad
Pero él nos contó el resto
«Estrenaba el horizonte
una largura audaz…»
El barco fue recorriendo
las cicatrices sentimentales
que le dejaron viejos navegantes
Y los adioses que lleva en la vela
grabados por miradas
tristes definitivas y distantes
Un día se hizo a la mar
con la palabra segada en los labios
Y ya nunca volvió
Ahora yo busco a un viejo marinero
o una historia del pailebote blanco
o cualquier cosa…
¿qué sé yo!
Escuchábamos al viento
riéndose malévolo
debajo de su disfraz
Mas la historia del pailebote blanco
no la sabía el piloto
ni el gaviero
ni el grumete
El portafolio del viento
El viento perdió las hojas
de su portafolio
—¿Esas que los chubascos
mecanógrafos
teclean en el manual de los mástiles?
Las gaviotas no tienen quitasol
pero hacen raudos equilibrios
sobre el alambre transparente
de todas las ortodrómicas del cielo
El pailebote sin velas
—¿Serán esas que el viento
se llevó en su portafolio?
también hace equilibrios en la estela
Con la boca abierta
—se le cae la baba—
está mirándonos bobalicón el Sol
Lied ohne Worte
Fluctúa un desbordar de marejadas
tanteando los cielos sin hallar la Luna
Pero la Luna esta noche
desertó de los calendarios
Marchita entre dos hojas
—violetas pensamientos—
del manual póstumo
—otoño madrigales—
que versifiqué yo
Suaves ondas unánimes
se reorganizan detrás del viento
Cuando pase la última ráfaga
nos dirá adiós
con el pañuelo blanco del gaff topsail
Alude a un fracaso
de hojas amarillas
y se renueva la sonrisa de los mástiles
siempre con ramas nuevas y joviales
Novia mía
vestida de luna
que romantizas
¡tan cursi!
en el jardín
Me senté a proa
fumándome una pipa
Pero otra noche pensaré en ti
La estrella desconocida
Yo te he visto a menudo asomada
a aquella ventana
—¡tan a trasmano!—
que colgaste de una constelación
El horizonte arrancaba cada día
para ti
la hoja de calendario de una vela
Pero nunca se enmalló
en la falsa red de los mapas celestes
tu rubia virginidad
Cómplice la noche
enjaulaba el sextante de los marinos
ingenuas perversiones catalogadas
Viuda reiterada de todos los veinte años
que los marineros repiten
cada vez que se ahogan
Jamás supieron los cadáveres sin rumbo
que tú los amortajabas con tu mirar
Aproábamos ya la medianoche
A sotavento de nuestra singladura
va a menudo una nube desarbolada
Con su esponja de sombra
borró para siempre tu mudo perfil
El alba nueva me ha sorprendido
rebuscando entre los luceros
una despedida que se me perdió
Calma de 6 a 8
Por la rompiente se desliza el Sol
tras los ausentes oleajes
Las velas flojas
póstumo rompeolas de los chubascos
cosen los jirones con hilos de sol tibio
Una gaviota ventrílocua
picoteando el aullido inmortal
que los ahogados dejaron flotando
La puesta de sol se cerrará
dentro del más intacto disco
Nuestras pipas atentas
placenteramente acodadas
En un instante el vapor intruso
cosió de prisa la relinga del horizonte
Allende el mundo
está el castillo de proa
Hay un viejo marinero
que viene de vuelta de todos los naufragios
Y trae el hilo de las aventuras
—no se sabe el final—
que las dársenas estáticas
han visto evadirse a bordo de los bricbarcas
—El capitán Pardeiro
no se ahogó
«Se perdió» con el bergantín—
Se ha ajustado en sordina
alargada como una mirada nuestra
la bocina del Mar
Oscila en la mareta ligera
un remordimiento o pesadilla
El navío
las manos trincadas
va borrando la estela con los pies
Ya no vendrá el viento
pues la noche cerró todas las puertas
—Esa luz desvelada
en la ventana de la Luna—
Al dar la hora imprevista del relevo
cosió las cuentas sueltas
del toque de las Trinidades
El cielo se ha ido macilento y friolero
¿Todo ha acabado?
¡Oh milagro!
Las mismas estrellas
aún están
aún están allí
Descubierta
¿Quién cerró esta noche
la ventana azul del Mar?
Este Mar fugitivo
de todas las orillas
Náufrago de la neblina
que desvió el rumbo
de los puntos cardinales
Se quedaron las gaviotas
tres singladuras a sotavento
Se desorientaron los delfines
intrusos e impunes
Hoy nadie da con la relinga
con que aferrar el paño del horizonte
Y este atardecer tampoco
atraparemos al Sol
El Sol era un pájaro triste
que se posaba en el penol
Ocio
Gaviotas que llevan en el pico
las cartas de los marineros enamorados
Vapores burgueses
que nos ofrecen el reembroque de su humo
Pero nuestras velas encalmadas
espantan a bandazos
las horas como a moscas
Vigo está tan lejos
que se han desorientado las cartas marinas
Una pipa más
con calma
hasta ver qué hora da el reloj
¿Entra un viento gélido?
—¡Muy bien!
Se enrollará la pausa
en sus espirales
Y no sabemos
(basta ya de paréntesis)
añadirnos otra vez
a todo eso que se nos olvidó
S. O. S.
Todos presentíamos que la noche
preparaba algún sofisma
Y el faro extraviado
lanzaba un S-O-S
en el morse
—clave Orión—
de las estrellas
Esos brazos abiertos de la vela
son los mismos del viento
que se ha desperezado
En la mano del Mar olvidadizo
los luceros picotean su alimento
La estrella de los cabarets
con un cigarrillo en los labios
pide lumbre a los cuatro puntos cardinales
Por la Galaxia llena de cuarcillos
un astro viejo va con su farol
¿Qué prevén los almanaques
para esta medianoche?
Pero aún no sabemos
de qué parte llegará la medianoche
Y el faro extraviado
agotará su stock de S-O-S
Al reverso de la noche
Luceros degollados
se desangran de oro en el Mar
A la par de nosotros
la Luna
traza estelas infecundas
Mientras ensueña la mareta
va hojeando el libro de las velas
Irredentos velámenes exhaustos
resignados a colgar de la cruz
Estrellas inconscientes
mecanizan el obseso tic-tac
El agua toda de los océanos
se absorbió en una lágrima
Y el pañuelo blanco del nuevo día
enjugará los ojos del cielo
Adiós
Entre la calima
trasponiendo mi mirada
se rehuyó el velamen
Nos dejó la bahía
llena de su ausencia
y la mañana sin perspectiva
Ahora en tierra
separado de mí mismo
por un océano de singladuras
el viento de la Ría
va pasando la hoja de cada emoción
—El Sol indeferente
Sirena aguardentosa de los vapores
Un retazo de humo
en el rompeolas del paisaje
Los engranajes de la grúa
trituran la tibia mañana—
Debajo de mis pasos
brota la estela de la Villa natal
Ella con los brazos llenos de sueño
se obstina en salvarme de un antiguo naufragio
Y mis oídos incautos
quieren dormir en el regazo
de las cantigas viejas
Yo registraba todos los secretos
de mis manos vacías
porque algo hubo que se me perdió en el Mar
… alguien que llora dentro de mí
por aquel otro yo
que se va en el velero
para siempre
como un muerto
con el peso eterno de todos los adioses
☛ Manuel Antonio. De catro a catro (ogalego.eu)
☛ Manuel Antonio. De catro a catro (wikipedia.org, pdf)
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2012
☛ PyoZ ☚