1
Un zapato cayó sobre mi cabeza
y otros diez siguieron su ejemplo.
El primer zapato los censuró
y me alabó por seguir en pie
después de diez zapatos en la cabeza.
Once, le dije, once zapatos,
y él me respondió que no politizara las cosas.
2
Contra toda expectativa
he cumplido los treinta y dos
y la tapa de cristal de una olla se hizo añicos
a través de mi pecho y sobre la encimera.
3
Me pasé todo el año desgañitándome en el césped de mi casero;
su determinación se vuelve cada vez más fuerte.
Yo culpo a los selfies y a los trofeos de participación,
aunque nadie ha sido claro sobre por qué
su coche se precipitó por la pared de un acantilado,
pero si hay algún culpable, es su césped.
4
Siempre que salgo ahí fuera hay políticos
despotricando de mí, lo que es bastante normal,
pero no suelen lanzar sus diatribas
como poesía abstracta. Hay una guerra contra Dadá
emprendida por personas que usan los métodos de Dadá
desde sus torres yámbicas en el borde de Central Park.
5
En la cima de una montaña la bestia del Cristal Oscuro
me gritó que no estaba prestando atención.
Yo había emprendido el ascenso pensando tan solo
que la montaña sería mejor que el suelo,
pero todo lo que logré fue odiar más el suelo tras
mi inevitable descenso sobre mermelada y gelatina.
☛ Catherine Krause. List of Things That Weren’t Normal Before 2017 (uutpoetry.tumblr.com)
☛ catherinebkrause.com
Trad. E. Gutiérrez Miranda 2017
∼
List of Things That Weren’t Normal Before 2017
1
A shoe fell on my head
and ten other shoes followed its lead.
The first shoe condemned them
and praised me for standing up
after ten shoes to the head.
Eleven, I said, eleven shoes,
and he told me not to politicize things.
2
Against all expectations,
I turned thirty-two
and the glass lid of a pot shattered
across my chest and onto the countertop.
3
I’ve been shouting at my landlord’s lawn all year;
its resolve is only getting stronger.
I blame the selfies and participation trophies,
although no one has ever been clear on why
their car slid off the side of a cliff,
but if anything is guilty, it’s his lawn.
4
Every time I go outside there are politicians
ranting at me, which is normal enough,
but they don’t usually word their rants
as abstract poetry. There is a war on Dada
waged by people who use the methods of Dada
from their iambic towers on the edge of Central Park.
5
On a mountaintop, the beast from the Dark Crystal
cried that I wasn’t paying attention.
I began my ascent, thinking always
that the mountain would be better than the ground,
but all it did was make me hate the ground more
after my inevitable descent into a peanut butter and jelly.
☛ PyoZ ☚